Capítulo 3

Él había cambiado. Más que cambiado. Era un chico completamente diferente. Pero eso a mí, no me tiene que importar.

Al principio no entendía por qué quería fingir que no nos conocíamos. Pero cuando llegamos al instituto entendí lo que quería decir.

Salí del coche y me alejé de la multitud.

—Hola, ¿eres nueva aquí? —Me preguntó una chica. Levanté la mirada y encontrándome con unos ojos verdes.

—¿Tan evidente es? —Pregunté entre risas. Ella asintió con la cabeza sonriente.

—Por cierto, soy Natalie, pero puedes llamarme Nat. ¿Y tú eres...?

—Sidney. Llámame Sid.

Caminamos juntas hacia el instituto y por suerte teníamos la clase juntas.

—¡Natalie! ¡Nat! —gritó alguien desde atrás. Era nada más ni menos que William.

—Y el chico más molesto que vino al planeta tierra... —murmuró Natalie. Cuando él llegó, se abrazaron.

—Ella es Si... —comenzó Natalie.

—¿Sid? Un momento... Sid... Yo la conozco —dijo William con una amplia sonrisa.

—¿Cómo se conocen? —Preguntó Natalie sorprendida.

—Yo me topé con él... —hice una pausa— accidentalmente, uhmm... mientras caminaba. Probablemente pensó que ahora tiene un nuevo miembro en su club de fans y quería saber mi nombre —mentí.

—¿Club de fans? ¡Nunca me lo dijiste! —dijo Nat antes de echarse a reír. Will se unió a ella y yo me sentí fuera de lugar.

—¿Están juntos? —Pregunté con una voz apenas audible.

Nat se rio aún más fuerte. —¡Nunca! ¡Ay! Yo no... No, soy su prima.

Espera, ¿su prima? Antes de que pudiera seguir pensando algo sobre este tema Natalie dijo:

—Vamos a clase.

En la clase, me senté al lado de Nat.

—¿Qué tenemos ahora? —pregunté.

—Física y química, y después inglés —suspiré.

Al llegar a casa, dejé la mochila sobre el sofá.

—¡Sid! Tu abuela quiere venir a visitarnos y como bien sabes, ella no sabe conducir y conoces su actitud cuando está en un transporte público... Tu padre tiene mucho trabajo, tú tienes que ir a la escuela, así que iré yo.

—¡Mamá no puedo cuidar a Mike!

—Olivia dijo que ella puede —y entonces me di cuenta de que ella estaba detrás de mi madre. De repente, yo estaba furiosa.

—¿Cómo cuidará ella de dos casas? —Pregunté, estoy muy, pero que muy enfadada.

—William ya es lo suficientemente mayor. Y yo de pronto estaré de vuelta. Sólo serán dos o tres días.

Suspiré, ahora solo quería ir a mi habitación, pero Olivia me detuvo.

—Vamos a mi casa, Mike también está ahí y sólo falta preparar la comida.

—Sí, ves y así ayudas un poco a Olivia, cariño —dijo mi madre.

En contra mi voluntad fui a casa de Olivia. Ella tenía razón nuestras casas era casi idénticas.

La seguí a la cocina, y le ayudé en lo que pude. Cuando terminamos, pusimos la mesa.

—¿Puedes ir a llamar a Will? —preguntó Olivia. Asentí y subí corriendo las escaleras. Cuando llegué a la puerta, golpeé tres veces, estaba segura de que esta era su habitación, porque como todo el mundo sabe, tengo la misma habitación que la de él, pero en otra casa. Volví a golpear, pero él abrió la puerta y por error acabé golpeándole la parte superior desnuda de su cuerpo, en el pecho. Y lo hice fuerte.

Gimió de dolor, se dio la vuelta, caminó hacia las escaleras, y se paró. —Tres golpes eran suficientes —dijo por encima del hombro. Le ignoré y me mordí el labio. ¿Qué ha sido esto? Me estoy muriendo de vergüenza. ¿Por qué sale de su habitación sin camiseta? ¡Es culpa suya!

Pasé por su lado, bajé las escaleras y me senté a comer como si nada. Podía sentir las miradas curiosas de Olivia y Mike.