Nacimiento de una penumbra

Capitulo 2 Parte 1 "Cuando el tiempo se hizo tiempo"

Pasaje de "Romeo y Julieta"(...) [Tu eres mi alegría, pero tengo miedo a este contrato nocturno. La felicidad de esta noche tiene un empuje demasiado impetuoso, que me inspira recelo y temor. Es como el relámpago ardiente que brilla, pasa y muere antes que hayamos tenido tiempo de decir: "¡Que relámpago!"]

Poco a poco me fui despertando con la incomodidad de tener algo pesado sobre mí y una leve molestia en mi corazón.

“Tristeza?” pensé, con un ligero atisbé de malestar, solo sentimental.

-Lucy, despierta. – Llame a mi hermana pequeña para que así saliera de encima mío.

Al parecer, se había colado por la noche y acabado durmiendo sobre mí. Me fije en ella y al parecer había querido dormir abrazada a mí, pero solo andaba con los brazos a ambos lados de mi cuerpo. La cama estaba hecha un desastre, me corrí de la cara el poco cabello de ella y ver a quien había traído consigo.

Si, puede que ella tenga sus siete años y por cumplir los ocho, pero el amor que le profiere a sus amigos de peluche es tanto como una muy querida mascota.

“Pepo y Mika” El cocodrilo y la princesa de trapo.

Después de ayudarla a vestirla, fui a ver si me hermano Vastian se dignaría a levantarse. Salí de mi habitación a la contigua.

-Vastian, arriba. -Me acerque a sacudirlo con la intención de deshacerlo del envoltorio de frazadas. -Arriba. -Le dije quitando le la almohada de debajo de su cabeza.

-No seas estúpida, ya voy. -Dice con un vago intento por quitarme el almohadón, pero se lo lanzo lejos de su alcance.

Si lo quiere que lo busque el mismo, mi venganza por lo de “estúpida”.

No pierdo más tiempo en levantarlo y me voy a ayudar a Lucy. No fue mucho, se había preparado por completo, le serví su desayuno de cereales y yogur, sin guardar nada para que Vastian pueda servicie igual, y me fui a preparar para ir a mi clase de Frances.

Antes de irme me cruzo con mi hermano y aprovecho de recordarle que debe ir por Lucy al colegio.

-Y a dónde vas? – Me pregunta con el tazón en mano, me sigue el paso.

-Voy a ayudar a Flor con Frances. -Le informo, hace un gesto de asco y se manda otra cucharada de su desayuno. A él tampoco le cae bien Florencia. -Puedes con Lucy? -Quiero confirmar.

-Sí, no hay problema. –

Con eso, me despido de mis hermanos con un beso y me voy.

Con Flor no somos precisamente amigas, pero si conocidas, habíamos ido a la misma secundaria, aunque en cursos diferentes y si bien recordaba que la había cruzado unas veces, no se contaban tantas, ni habíamos cruzado palabras entre ambas. Solo dio la casualidad de que al inicio en que debimos hacer grupos para un práctico de la materia, para practicar la fonética utilizábamos el francés para conocer la una de la otra. Y así fue.

Fue algo que no necesite que me lo calcara, pero se definía como alguien fuerte de carácter, independiente y directa, cosa que bien lo presentaba. Podía pagar sus estudios con su trabajo, vivía sola y no estaba casada ni pensaba en estarlo, al igual que por hacer una familia. Además de lo que decía de ella, estaba lo que se podía ver a simple vista, como alguien altanera, egoísta e irritante. Aunque tolerante si ignorabas su vanidad.

Exacto. La ignoraba, la mayor parte del tiempo, que no fuera necesario para la materia.




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