Capítulo 36

Estábamos sentados en una de las bancas del parque donde siempre íbamos. Alex me mira ansioso y lo único que hago es entregarle los resultados.

Miro la expresión de mi novio y es algo confusa, no sabía si estaba feliz o si estaba triste.

Alex me abraza muy fuerte, nos separamos y suspira.

—Te amo, te lo juro…—me dice—, siento mucho haber sido un tonto, me lo dijiste la vez pasada y no te hice caso, lamento haberte hecho pasar por este susto. Un bebé es un regalo maravilloso y más aun si es fruto de nuestro amor, tal vez ahora no es el momento porque no tenemos la edad suficiente para afrontarlo, pero créeme que el día que tenga a nuestro bebé en los brazos seré aún más feliz. Por ahora solo me queda ser más responsable. Nos queda ser más responsables, te amo nena. 

La prueba salió negativa, no estoy embarazada, mi retraso se dio por cambios hormonales, ya que anteriormente había tomado la píldora del día después. No estoy embarazada, pero nos sirve de lección a Alex y a mí para tomar las cosas con más responsabilidad.

—También ha sido una imprudencia de mi parte—respondo.

—Tranquila… ya todo está más claro. El día que vivamos juntos y tengamos un hogar formado, créeme, ese bebé llegará a los mejores brazos. —Me enamora cada vez que hace planes a futuro conmigo.

Pasamos la tarde del domingo juntos, vuelvo a casa e intento parecer lo más normal posible. Ya en la noche decido hablar con mi hermano, Luke merece saber lo que me pasaba y bueno, fue lo que hice y recibí un gran sermón por su parte.

Estando en mi cama pienso en todo lo ocurrido, teníamos toda esta semana libre, había feriado y también teníamos la semana de vacaciones luego de los exámenes.  Miro mi celular y reviso la agenda.

Vuelvo a restregarme los ojos y entonces veo bien. ¡Faltaban tan solo cuatro días para mi cumpleaños! Y lo había olvidado por completo.

(…)

—Mamá aún no lo sé, además, ni siquiera entiendo cómo es que los papás de Alex y ustedes ya se conocen.

Bueno, les cuento, resulta que cuando aterricé de mis pensamientos me fijé que el jueves era mi cumpleaños. Pensé en que tal vez todos lo habían olvidado, pero no, Alex se había tomado el atrevimiento de hacer conocerse a nuestros padres y que planeen una fiesta para mí.  La mamá de Alex experta en este tipo de cosas aceptó a la primera y mis padres no se negaron. Papá iba a pagar mi fiesta, pero también era cortesía de los padres de Alex que parte de la fiesta sea pagada por ellos.  En fin, la cosa es que me da recelo saber que mis suegros estaban pagando parte de la fiesta, aunque sea la más mínima pequeña parte, ellos lo harían.

—Ya te expliqué, la mamá de Alex pidió encargarse de los arreglos; la comida, el local, la música y lo demás, eso va a cuenta de tu padre, tu suegrita—ríe—solo va a colaborar con la decoración, tú sabes que ella trabaja en eso y obvio no quiso negarse. 

Mamá me abraza y me promete que será una gran noche, además me confiesa que sin mi consentimiento ya estaban avanzando en los preparativos de la fiesta, lo que hacía inútil la conversación que tuvimos porque de haberme negado rotundamente, ellos ya tenían casi todo listo.

(…)

—No he hecho absolutamente nada para ayudar en lo de la fiesta, nadie me deja hacer nada—suelto. Alex me sonríe y me abraza con fuerza. Estábamos haciendo picnic en el mismo lugar de siempre.

—De eso se trata, quiero que ese día solo te dediques a disfrutar, todos están trabajando duro para darte una gran noche—me responde. .

—Sabes, a veces pienso que todo lo que hemos pasado ha sido necesario—suspiro—, hemos pasado momentos trágicos de los cuales nos hemos recuperado, yo diría que hasta muy rápido hemos superado tanto dolor. 

—Eso se debe al apoyo y al cariño constante de la gente que nos ama, de quienes nos rodean; nuestra familia, nuestros verdaderos amigos y sobre todo el amor que tenemos—me responde, en dio de sus caricias.

—Y es por eso que estoy dispuesta a afrontarlo—le confieso, sin apartar mi mirada de sus ojos.

—Siempre.