— ... Y por último la profesora nos felicitó!.— Escuché las últimas palabras que mencionó mi hermano.— Te sucedió algo en la escuela.
— ¿Eh? Ahh no nada, ¡Genial!... cómo siempre.
— Entonces ¿porqué no abres la puerta?.— mire desconcertada la perilla de la puerta.— Sabes... pienso que ahora en adelante me encargaré en abrir la puerta.— me aparta y me quita las llaves para después el abrirla.— Vamos.
Entramos lentamente hacia la casa que de un momento a otro se volvió oscuro. De allí sale mi hermana de la habitación.
— Llegaron...— mi hermana lo dijo desanimada.— Preparen algo para que coman yo... Yo estaré en mi habitación.— asentí viendo como un ambiente sombrío y triste estaba encima de mi hermana, yéndose lentamente a nuestra habitación.
Me voltee y golpeé con ambas manos mis mejillas.
— No es tarde para que sea un asombroso día!.— corrí hacia la cocina y empecé a sacar la comida que se encontraba enfrente mío.— Ohh hermano! ¿No vas a comer?.— dije alzando mi ceja mientras me fijaba en su habitación.
Y allí se encontraba... Dormido y qué gran sueño pesado tenía. Me volteé y sonreí.— Nadie podría impedir que hoy sea un grandioso día!.— agarré las galletas y la taza de café para después reproducir el anime pendiente que tenía.
*El chico se lanza violentamente hacia la protagonista hasta tomar de su cuello y apretar de él.
— Deja de meterte en lo que no es tú incumbencia.— la suelta y deja darle un pequeño respiró mientras él se dirigía hacia la puerta.*
— Al parecer fallo al intentar hablar con ese niñato.— Mencionó antes de meterme muchas galletas en mi boca como si fuera una pequeña ardilla con sus bellotas en la boca.
*— No creas que hasta aquí a terminado todo. Te arrepentirás d...
°°°
— “... De esté día!”.— grito en el camerino.— Eso fue lo que le dije ^^
— Ush al parecer si que es un chico odioso!. Entonces porque no...— su estilista dió inicio al juego de señas.— Ya sabes porque no encuentras su punto débil... ¿Entiendes?
— ¿Cómo? ¡¡NO ENTIENDO NADA!!.— la chica movía la silla para adelante y hacia atrás, dando entender su desesperación.
— Encuentra su debilidad y así podrás tenerlo siempre en tu palma.
— ¡Ohh! Gracias.— “Eso no suena nada mal... Vas a ver niñito de lo que te espera”. Empieza a reírse con un estilo malvado.*
— Así que... Encontrar su punto débil?.— digo mientras alzó mi ceja.— ¡Perfecto!.Dejo el control aún lado y empiezo a dar inicio a los apuntes que quedaron a deber.

— Descripción... Es un chico alto, tez blanca y su vestimenta... Me encanta.— Me escabulló detrás de los autos, esperando su llegada.
— Bro!!.— sus monos encontraron a su Rey mono.
— Repito el Rey mono acaba de llegar.— me doy unas cuantas palmaditas en mis mejillas para seguir con el plan. Empiezo a correr agachada entre los autos.
— ¿No te dijeron nada?
— Ñee~ es lo de menos.— sobaba entre sus prendas su espalda.
— ¡Te arrepentirás! Yo nunca me rendiré.— grite a lo bajo para después correr hacia ellos.— ¡AHHHHH!.— lo empujé al momento de gritar. Pero cae bruscamente hacía el suelo mientras que sus monos fueron los únicos que se asustaron.
— ¡Ahhh, Santa María!
— Dios casi me da un paro cardíaco.— lo dijo literalmente.
— Sentí como si mi alma se allá ido al momento.
Mientras comentaban entre ellos. Henry no deja de hacer gestos de dolor.
— ¡¡L-LO... LOGRÉ!!.— empiezo a saltar aún en el suelo. Mientras que Henry me veía con odio.
— Oigan es... ¡Es ella!
— Yoo ¿qué?.— me hacía la que no entendía nada haciendo que se confundieran, “pff par de idiotas”.—Nos vemos en la clase.— empecé a retroceder mientras le sonreía algo burlona a Henry.
Y así... Finalmente llegar en el salón.
— Pff jajajaja.— entre riéndome al recordar su mirada de odio.
Así es, tenía la atención de todos los que estaban en el salón presente.
Me senté y empecé a festejar.
— ¡Lo enfrenté!.— Me detuve por un momento y sonreí, que juro que hasta sentía que mi sonrisa llegaba de oreja a oreja.
— ¡Allí estás!.— abro totalmente mis ojos cuando veo que todos se dirigían hacia mi excepto... Él.
— ¡Haber señorita venga para acá!
— ¡EH!... S-Si.
Todos los chicos se detuvieron en seco y fuí corriendo antes de que ellos me hicieran algo.
— ¿Qué pas...?
— Porque atacó bruscamente a su compañero?!.— mis nervios no tardaron en notarse por lo que me quedé observando su rostro vacío y malhumorado.— ¡¡Contesta!!.— la maestra me jaloneo mi suéter escolar para prestarle atención.
— Y-Yo... L-Lo siento.— comenté con la voz temblorosa y las lágrimas apunto de caer.
Podría decir a mi defensa que no lo hice a propósito o que fue un solo accidente, pero solo me estaría mintiendo y solo sería cuestión de aceptar mis malos actos cuesten lo muy caro que hubiesen.
Finalmente parpadee al dejar de pensar sobre mis malos actos y dirigir mi mirada hacia Henry con una expresión algo extraña.
Me talle mis ojos con mi brazo algo molesta mientras que él no dejaba de observarme con preocupación.
— Tendré que llamar a sus padres.— la maestra se adentro con prisa al salón.
Ambos intercambiamos miradas y sin dudarlo dos veces empezamos a seguir a la maestra.
— No, maestra... Por favor.
— Maestra mis padres...— la sujeté del brazo frenando sus pasos mientras que Henry la detenía de enfrente.
— Basta!! Dicho, dicho esta.— nos hizo aún lado y se fue con los humos entre la cabeza.
— Mi mamá... Esta enferma.— comenté triste.
Flashback
— ¿Qué crees que este ocurriendo?...— mi hermano no tardó en preguntar.
— No lo sé...— volteamos a ver la puerta que estaba enfrente de nosotros imaginando lo mejor posible.— No lo sé.