- ¡Allí, el autobús de dos plantas! - Gritó el Estratega mientras corremos por en medio de la larga avenida disparando y esquivando los ataques del coloso.
- ¡Muy bien! – Grité yo- ¡Piloto prepárate para conducir, el resto subiremos a la segunda planta y des de allí contenderemos a el coloso! ¡Venga, sin demora!
Todos nosotros nos dirigimos a la carrera hacia el vehículo, esquivando los cascotes y las cosas que nos va tirando el coloso, incluso nos llegó a tirar una farola que por los pelos no nos barrió a todos. Saltando por encima de desperdicios, empujando a nanozombis tamaño humano y aplastando cabezas de solo torsos de nanozombis que se arrastran por el suelo llegamos al autobús. La piloto enseguida se puso al volante, al parecer la infección cogió al conductor dentro, puesto que las laves están puestas, eso si no sé muy bien porque el motor está apagado. Por otro lado, disparo un par de tiros con la escopeta para eliminar a los nanozombis que no han querido bajar en su parada, la muerte.
Llegamos a la planta superior del vehículo, el cual esta descubierto, es decir, no tiene techo. La Piloto consigue poner en marcha el vehículo y siguiendo las coordenadas que nos ha enviado la doctora se dirige hacia nuestro objetivo, por la parte de los que nos subimos nos dispusimos a detener al Coloso.
El coloso no cejaba en su empeño de atraparnos y corría detrás del autobús, de vez en cuando cogiendo lo que encontraba a su paso y lanzándolos, pero gracias a la pericia y a la habilidad de la Piloto, esta, guiada por los retrovisores del vehículo, conseguía esquivarlos. De hecho, era tan gran la pericia de esta que giraba por las calles derrapando y sin que el autobús se tambalease casi. En un momento me fui a la parte delantera para observar y vi como aparte de dominar el vehículo iba atropellando a todo enemigo que se cruzase en su camino.
- Bien hecho Piloto, que grande que eres. - Murmuré.
Pero no tenía tiempo para deleitarme del espectáculo que era observar la conducción de la Piloto, teníamos otros quehaceres, así que volví a la parte posterior del autobús a seguir con nuestra defensa.
Nuestras armas no paraban de echar humo y una tras otra las balas iban impactando en el gigantesco cuerpo del coloso. Cuando este se acercaba demasiado al vehículo hacíamos una masiva descarga de tiros de escopeta que hacía saltar por los aires su materia orgánica y lo hacía retroceder.
Por otro lado, cuando se encontraba más lejos la mayoría de nosotros vaciaba un cargador tras otro de nuestros subfusiles automáticos, pero por ejemplo el Estratega y la Escapista llevaban cada uno unas francotiradoras, con las cuales le hacían saltar partes de las cabezas que tenía el Coloso repartidas por el cuerpo.
Así nos mantuvimos durante unos minutos, no sé cuántos, pudieron ser 15, 20… o más o menos. Centenares de castillos rodaban por el suelo. No parecía que le hiciéramos daño incluso veiamos como iba absorbiendo nanozombis que encontraba a su paso adhiriéndolos a su cuerpo por la gigantesca boca que tenía. Hasta que de repente la Piloto dio un bandazo con el autobús que hizo que la mayoría de nosotros cayéramos al suelo del vehículo, yo conseguí a ferrarme a una de las barandillas y vi como algo pasaba a gran velocidad y pasaba rozando el autobús impactando contra el coloso i explotando, cosa que hizo que este se tambaleara hacia atrás y cayera al suelo quedándose inmóvil allí. No sé exactamente que fue, pero yo diría que lo que había pasado por nuestro lado era un misil lanzado por un lanzacohetes y que la piloto consiguió esquivar.
Todo se hubiera quedado así, pero de después de que cayera el Coloso note como si las ruedas del autobús hubieran perdido agarre y poco después el vehículo volcó. Rodé por tierra y mi casco se rompió del todo. Estaba aturdido y confuso, miré a mi alrededor y solo conseguí ver el autobús por tierra y como unos pinchos puestos en medio de la calle, así que supuse que la Piloto esquivó el misil, pero no pudo evitar los pinchos que nos habían hecho volcar.
Me dispuse a buscar el resto de mi equipo cuando una explosión me envió unos metros lejos del autobús. Este había estallido y estaba en llamas, vi como el vehículo empezaba a perder aceite y gasolina y pocos segundos después el autobús volvió a estallar. La onda expansiva me tiró al suelo. No veía nada, solo humo, llamas y escombros que caían a mi alrededor.
En ese momento noté una presión en mi cuello… Un nanozombi había aprovechado mi aturdimiento para morder mi cuello. Intente separar sus fauces de mi cuello, pero la presión era demasiado grande. Toqueteé alrededor de mi cuerpo para ver si tocaba algo, noté algo metálico situado a mi derecha, lo cogí y lo metí por la boca del nanozombi. Había cogido el tubo de escape de algún vehículo destrozado, no sé si del autobús o algún otro vehículo, ya que las explosiones iban sucediéndose una detrás de la otra. Haciendo toda la fuerza que pude separé su nica de mi cuello partiendo el tubo de escape. Rápidamente empuje al nanozombi empujando su pecho con mis dos piernas. El enemigo cayó de espalda y yo aproveche para meterle el cuchillo que siempre llevo por el cuello eliminándolo.