Nefilim almas en guerra

Capítulo 18

Capítulo 18

Lagrimas

Kiara

Estoy en un techo de cualquier edificio con Coab de tras de mí, hay algo que me oprime el pecho, por primera vez, es algo que jamás creí volver a sentir. Y todo es por ella. “Siempre ha sido por ella” Y lo ciento más que nunca. Me arrodillo dejándome caer de golpe, no puedo mantenerme justo ahora de pie, me siento débil. Lo sentí justo cuando me tocó, por eso Coab me apartó. Sentí ese latido silencioso en su pecho y como la sangre negra, marca de nuestro padre, marcaba cada una de sus venas. Coab se arrodilló junto a mi, obserbandome en silencio, su piel semi bronceada, se refleja a la luz de la luna, su cabello oscuro se mueve con la brisa del rascacielo, alzó la mirada para encontrarme con sus profundos ojos. Jamás lo había estudiado tan a fondo y jamas me ven como lo hacen ahora. Soy la única que tiene la expresión descompuesta por el dolor y el sigue sin perder la suya, solo me ve estudiandome en silencio, usando su poder en mi como nunca antes lo había hecho. Como aquel día que me odio por mucho tiempo cuando me conoció. Desde que intentó matarme. Hasta que se volvió mi maestro y después en mi amante. Desde el momento en que se convirtió en mi vínculo contra su voluntad, todo era perfecto para mi hasta que la encontré a ella.

Poco a poco se filtró en mis venas, en mi mente y en mi cuerpo y solo por ser mi gemela en alma y cuerpo. Es mi otra mitad. Me cura, ella tenía que hacerlo. Herirme antes de que sacrificara a si misma. Ahora lose. Sigo hundida en la profundidad de sus ojos, no se por cuanto tiempo. Hasta que me derrumbo en una reverencia contra el suelo, la expresión cambia, Coab se aparta de golpe comprendiendo todo.

– No querías reconocerlo, eso te está consumiendo – un sollozo se escapa de mi boca y me cubro para evitar emitir los horribles ruidos que hace mi cuerpo. En cuanto tomé la decisión y ellos se quitaron la vida frente a mi. Frente a ella. Lo entendí todo. Ella estaba curándome, absorbiendo mi propia oscuridad, el veneno que hay en mi, todos estos años ella se alimentó de mi. Lo que ella no entendía es que nunca será suficiente cuanto tome de mi, jamas se ira y ahora que lo comprendo, jamas la dejare unirse ami. Aunque ella prometió no dejarme. Que recuperariamos el tiempo que se nos fue arrebatado. No puedo dejar que haga esto.

– Tu manera de comportarte junto a ella, como te resultaba difícil decirle que no, creí que lo sabías, por eso no mencione nada – Coab se arrodilla de nuevo junto ami dejando que nuestras rodillas se toquen, yo bajo la mirada a mis manos y él hace los propio con la suyas sobre su regazo – Nunca vi una coneccion de dos hermanas, como ustedes, y mucho menos en una ser de luz y oscuridad. Es algo que siempre se creyó imposible. Ni siquiera la conexión de Miguel y Gabriel es tan fuerte como la suya. Yo me he visto envuelto por tu hermana. Es raro lo que ella hace, es como si ella necesitara de tu oscuridad más que del sol, Y tú necesitarás más de su luz que tu propia oscuridad. Se curan una a la otra.

– ¿Lo entiendes verdad. Sabes lo que quiere hacer? – intento expresar lo que llevo años sin hacer, pero mi voz es baja y ronca, no reconozco mi propia voz. Ni mi acento Ruso casi no está ahí. no reconozco en que quería convertirme porque yo la he dejado y se que algunos ya se dan cuenta de eso. Y murmuraron y murmuran hasta que Samael, mi padre se de cuenta y no se que consecuencias tendrá todo esto, qué hará conmigo cuando se entere. ¿Me querrá matar? ¿Nos dejara vivir? y solo de pensarlo me doy cuenta que estare dispuesta a enfrentarlo con tal de conservar su vida, la de ella.

"Tenía que hacerlo.." me repito a mi misma en mi interior " Ella tiene que creer que no ha ganado, y me odio a mi misma por no detenerme y ser tan egoísta. Los odio a ellos, a Mitkel y Keila por no haber luchado con más fuerza por su perdón." Lasa

cosas hubieran sido diferentes para nosotras si aquel día no hubieran intentado matarnos, ho si, jamás ella hubiera recordado nada o jamas me la hubiera tocado creyéndola una impostora. Y la conciencia me pesa más que nunca porque ella decidió perdonarme sin ninguna tregua, ella solo decidió quedarse a mi lado asi de facil, tengo que dejarla ir, aun esto me parta en mil pedazos y entre más hago conciencia de mis emociones y los liberó, las lágrimas surcan en un río silencioso por mi rostro, hace mucho tiempo que no lloraba, hace tiempo que había olvidado esta emoción. Me siento culpable, los ruidos han cesado pero el dolor sigue ahí, aplastandome, estrujandome por dentro y jamas parara. ¿Será que ya no habrá salvación para lo que la estoy orillando?

– Tu no la obligaste a nada – dice Coab leyéndome el pensamiento, está dentro de mi.

– Si que la obligue. Aquel día cuando Keila la hirió con sus palabras. Yo me filtré en sus pensamientos y puse mi semilla. Hubiera hecho lo que sea por apartarla de ella. Yo creí que lo hacía por despecho, pero ella lo sabía, siempre lo supo y cada vez que tomaba una parte de mi, usaba a sus amigos para sanar, como se cura con el sol, eran su ancla para luchar contra mi.

– Enmendantes tu error. Sabías que tenerla a la fuerza solo haría que ella se alejara y decidiste liberarla. Y estoy seguro que no has vuelto a manipularla. Cada decisión que ha tomado ha sido por ella misma.

– Ese no es el problema. No hay luz para mi. No hay perdón para un condenado, llevo en mi sangre la maldición de mi padre. De qué me sirve sentir si le estoy haciendo daño. Solo le quiero abrir los ojos. Para mi no hay salvación. “SOY UN GENERAL AL IGUAL QUE TU COAB”

– Jamás has perdido a tu vínculo, no se puede, te lo dije. Lo que tenemos es contra toda Naturaleza. Yo acepte porque estaba destinado a tenerte.

– No. Yo. Yo. Crei. Que me odiabas, Ella. Ella está aquí. Porque ha decidido. salvarme. Se está. Sacrificando.

Más lágrimas caen por mi rostro, me he puesto de pie de nuevo y es como llorar sangre. Voy a herirla a ella. Para que deje de intentar salvarme. Le quitaré el poder que tiene sobre mi y solo Israel estará dispuesto ayudarme, no por mi, por ella. Tengo que matar la esperanza que tiene en mi y no se como hacerlo, pero tengo que liberarla de la maldición que nos une. Y en primer lugar solo Samael sabe como hacerlo. No puede seguirme. Si ella cree que hay bondad en mí, este será mi último acto. Solo por ella. Solo por ella la liberaré. Sus amigos la esperan en el infinito y siento cómo se rompe junto conmigo, siento su dolor. Ella perderá la batalla con lo que a mi respecta. Tengo que dejárselo claro y cuando Keila venga are lo que jamas crei que seria capaz. Las lágrimas caen con más fuerza porque solo de imaginar el dolor que le acusare, se que Keila entenderá, que será una forma de liberarnos la una ala otra, que tiene que dejarme ir y yo estoy dispuesta a liberarla aunque ella se niegue. Ella decidió buscar mi perdón cuando no sabía que lo necesitaba. Ella busco la luz cuando estaba cubierta por la oscuridad. Ella me devolvió la vida cuando estaba rodeada de muerte ahora me tocaba devolverle el favor.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.