Una bella melodía era lo único que se escuchaba en aquel lugar conocido por las Facciones como "La brecha Dimensional" ex-hogar de La Dragona del Infinito Ophis Ourobouros y hogar del DxD(Dragón de Dragones) "El Drayon de los Sueños" Great Red.
Pero había alguien más, el dueño de dicha melodía, flotando por todo aquel lugar vacío se encontraba un hombre que aparentaba tener unos 24-26 años, cabello dorado y puntas rojas, ojos azules y tres marcas de zorro en cada mejilla, encina de sus dorados rizos llevaba dos orejas de zorro naranja, en su espalda diez colas de zorro del mismo color, vestía una camisa negra de mangas largas y en el inferior dos franjas naranja que la rodeaban, un pantalón naranja y botas negras, su mano derecha estaba totalmente vendada.
Sin saber cuántos años habían pasado, tal vez unos nuevo o unos diez, quien sabe, simplemente silbaba esperando la llegada de su amigo que traía su poder nuevamente, la brecha era inmensa, quizás no tenía fin dicho lugar o ¿tal vez si lo tenía?, le daba igual, desde que llegó solo se hacía preguntas tontas, estaba inmóvil, solo flotaba colonun globo en aquel lugar.
— ¡¡Naruto!! — se escucho una voz, a donde estaba el rubio llego un dragón gigante de color rojo, el era Great Red, el verdadero dragón, — no esperaste mucho, y si lo hiciste ko fue mi culpa, tienes mucho poder, maldito zorro — mencionó el dragón mirando al rubio.
— ¿Lo tienes? — el dragón asintió y le enseñó una esfera que brillaba en blanco y negro.
— Es increíble la cantidad de presión que ejerce esta esfera, de donde demonios sacaste tanto poder zorro — el rubio solo se encogió de hombros. Great Red acercó el cuerpo del hombre hacia el y comenzó a introducir lentamente la esfera — esto es mucho poder Naruto —
— La verdadera esencia del Chakra, Yin-Yang, Creacion y Destruccion, Comienzo y Final, y no cuantos nombres más le han puesto a mi poder durante toda mi inmortal vida, la verda ni me interesa — expresó el rubio despreocupadamente mientras la esfera se introducía dentro de su cuerpo poco a poco. — ¿Cuánto ha pasado afuera? — preguntó
— Casi diez años — introdució por completo la esfera y una presión aterradora hizo retroceder al dragón — 'Se esperaba de un Negative' — dijo sudando Red, quien es considerado una de las existencias más poderosas, dentro del Top-10.
— Creo que es hora de volver — menciono el rubio y estiro su mano al frente, frente a el, el aire se rompió como si de un cristal se tratara.
— ¡¡Papá!! —
《Minutos antes, Kyoto》
Kunou, princesa de Kyoto, hija de la actual reina del mismo, Yasaka, la pequeña princesa tenía unos diez años quizás unos nueve, pequeña estatura, unos 1.60 centímetros quizas, cabello rubio como el de su madre y las puntas de color rojo, ojos color miel y piel suave, dos orejas de zorro color amarillas y nueve colas iguales al color de las orejas.
Frente a ella se encontraba una escena bastante aterradora, dos dragones, uno verde y otro negro que golpeaban cruelmente a un zorro amarillo de colosal tamaño, zorro que resultaba ser Yasaka, la reina de Kyoto y madre de la pequeña que se encontraba llorando.
— ¡¡Por favor, dejenla en paz!! — gritó la pequeña soltando lágrimas mientras le importaba a los dragones que se detuvieran — ella no ha echo nada, dejenla — murmuró la pequeña con mirada vacía mirando a su herida madre que era humillada por los dos dragones, sin esperanzas hacia su madre le vino un pequeño recuerdo a su memoria.
Flash-back
En el templo de Kyoto se encontraban las dos Kyuubi no Kitsune de cola amarillas, Yasaka sentada en el suelo mientras peinaba a una kunou de unos 8 quizás 9 años de edad, que se encontraba sentada en su regazo, la madre simplemente silbaba una melodía bastante hermosa, melodía que cautiva a cualquiera que escuchara dicho sonido que se escapaban de sus labios.
— Madre — la voz nerviosa de la niña intrigó a la rubia mayor, quien solo siguió peinando a su hija mientras escuchaba las palabras de la princesa — ¿yo quiero a un padre? — Yasaka solo dejo de peinar a su hija y la miro a los ojos.
— No te hace falta ningún padre Kunou — la pequeña miro a su madre, sin duda crecer sin la figura paterna no era nada fácil y lastimosamente ella pasó por eso, simplemente deseaba tener un padre, alguien con quien jugar y contarle cualquier cosa mientras su madre trabajaba.
— ¿Por qué? — fue la tímida pregunta de la pequeña rubia hacia su madre, quien veía la tristeza en los ojos de su pequeña zorrita.
— Por que ya tienes uno — la pequeña la muro incrédula, ¿dónde estaba?¿por que no estaba con ella y su madre?¿acaso no las quiera?
— ¿Y dónde está? ... ¿Por qué ni esta con nosotras, acaso el nos odia? — tímida y asustada a la respuesta de su madre, si el la odiaba no quería saberlo, no quería saber que tu padre te odiaba, seria mejor pensar que el estaba muy lejos y no podía venir.
— ¿Odiarnos? ... no pequeña, el nos ama —
— Y entonces por que no esta aquí —
— Hace unos nueve años, unos días antes de enterarme de ayer estaba embarazada de ti, tu padre luchó con alguien muy fuerte, el logro derrotarlo pero aquel hombre lo lanzó a la brecha dimensional donde ningún mortal sobrevive, pero tu padre es fuerte y se que esta vivo, por eso cuando estés en problemas y yo no esté ahí, llámalo que el vendrá a salvarte — la pequeña hizo que brillara sus ojos, estaba totalmente emocionada ante el echo de que su padre la amaba.