XI
A la mañana siguiente Alex buscó a Frank, pero no lo encontró. Marce le dijo que había salido a investigar algo que ella le había pedido y que se demoraría el día completo. Alex unió cabos y comprendió que Frank estaba de guardia, justo como Beatrice e Illinois.
Ese día realizó sus actividades con normalidad, ayudó en la cocina y tuvo conversaciones “casuales” con algunos. Conoció a más personas y vio a Eliosa otra vez. Y en todo el día no tuvo ningún tipo de contacto con Marce, estaba cumpliendo con su decisión y se estaba enfocando al 100% en su misión.
Al día siguiente al fin habló con Frank. Quería saber más sobre la vida de ese lugar, más específicamente de la parte torcida de allí, mediante la charla se dio cuenta que entre ellos se cuidaban, ninguno dañaba al otro y todos vivían enfrascados en sus propios problemas. Alex terminó preguntando por lo que realmente quería saber.
- Frank, ¿qué es Cto?
Alex pudo ver como el chico que puso ligeramente nervioso, pero rápidamente se recompuso y actuó como si no supiera – No tengo ni idea. La gente no habla mucho de eso, es como si temieran. He hablado con algunos, pero nadie parece saber nada. Oye Alex, me encanta hablar contigo, de verdad, pero tengo cosas que hacer, si me disculpas.
- Está bien, gracias por la charla.
Alex fue a tomar unas cuantas frutas, las echó en su mochila y se fue al bosque, en busca de una tarde tranquila.
Cuando llegó a su lugar, aquél donde besó a Marce por primera vez, extendió una manta en el césped y se recostó colocando un brazo debajo de su cabeza y otro sobre sus ojos. Se acomodó y cerró los ojos, dejándose llevar por el agradable sonido de la naturaleza.
- Así que aquí estás.
-Marce, ¿qué haces acá? – habló Alex sin moverse de su posición.
- Te estaba buscando.
- ¿Pasa algo?
- Eso mismo me pregunto yo, ¿pasa algo?
Alex frunció el ceño y se retiró la mano de la cara para poder ver a Marce – ¿De qué estás hablando?
- Rose, no hace falta ser adivino para saber que algo te pasa, sé que apenas nos conocemos, pero conozco lo suficiente como para saber que ayer me estabas evitando y hoy vas por el mismo camino. Así que mi pregunta es, ¿cuánto vas a durar en decirme la verdad? – Alex se sentó cruzando los pies delante suyo.
- Yo también quisiera saber eso. – le dio una mirada significativa. – Mira Marce, no me pasa nada, no te estoy evitando. Ayer estaba muy ocupada y hoy, – suspiró – hoy sólo quería estar a solas un momento. No te estoy evitando, es más, ven aquí – extendió una mano hacia ella. Marce dudó, pero al final tomó la mano y se sentó al lado de Alex – quédate un rato, traje algo de fruta, será suficiente para las dos, ¿tienes hambre?
Marce negó levemente con la cabeza – Oye, lo siento.
- ¿Por qué te disculpas? – dijo Marce confundida.
- Por preocuparte de ese modo, ha sido mi culpa.
- No pasa nada, tranquila, supongo que es mi culpa por malinterpretar todo.
Alex la miró e inconscientemente su mirada bajó hacia sus labios, estaban entreabiertos y brillaban levemente. Se remojó sus labios y se fue acercando lentamente hacia Marce, cuando estuvieron juntas rozó sus narices y finamente la besó. Giró su cuerpo hacia el de Marce, se inclinó un poco y posó sus manos en el suelo, una a cada lado del cuerpo de Marce, ésta por su parte la atraía por la nuca hacia su boca y enrollaba sus dedos entre sus cabellos.
Lentamente se fueron recostando, hasta que Alex quedó arriba de Marce. Pasaba sus manos por sus caderas, acariciándola y apretándola más hacia su cuerpo. Fue dejando besos por su mandíbula hasta llegar a su cuello. Una vez allí empezó a besarlo y de vez en cuando lo mordía o chupaba levemente. Marce estaba enloqueciendo debajo de ella, gemía levemente y alzaba sus caderas buscando contacto, mantenía sus manos metida en su cabello empujándola más cerca de su cuello.
Fue subiendo otra vez hasta sus labios y los besó con pasión, fue metiendo las manos debajo de su blusa y le acarició el vientre, dejando suaves caricias por toda la extensión. Subía sus manos hasta llegar al borde de sus senos y luego volvía a descender, repitió la acción varias veces hasta que Marce tomó su mano y la posó donde quería, sobre sus senos.
- Tócame – le susurró cerca de los labios.
- Tengo curiosidad, ¿has hecho esto antes, estar con una mujer?
- No, serás la primera.
- ¿Estás segura que eso quieres?
- ¿Acaso parece que estoy dudando?
Alex sonrió – Entonces debemos ir despacio. – dicho esto volvió a besarla, esta vez más pausado y con sus manos empezó a acariciarle los pechos, lento y pausado, de vez en cuando usaba su pulgar para aplicar presión en sus pezones. Descendió sus manos y agarró el borde de la blusa, arrastrándola fuera de su cuerpo. Llevó sus manos a su espalda para desabrocharle el sostén.