—“¿Ustedes estaban actuando su pelea?”— Preguntó de nuevo la niña Kraj, retrocediendo un poco en aquella habitación blanca mientras ambas Lavandas le miraban por encima del hombro con expresiones severas.
—Tenía que parecer real— Dijo la Lavanda original, haciendo una mueca mientras mostraba la herida de su costado, la que acaba de ser curada por la otra Lavanda. Estaban compartiendo fuerza vital— El que hayas venido solo confirma que les gusta el sufrimiento ajeno, bastardos.
El Kraj las contemplo— “¿No te aterra desaparecer? Es lo que pasará tarde o temprano y lo sabes…”
—Claro que me aterra— Dijo la otra Lavanda mientras regresaba la vista a la Lavanda original quien seguía en su regazo— Pero creo que si algo compartimos ella y yo, a mi pesar, es nuestro ferviente odio a los Krajs así que por esta vez, pondré eso sobre mis sentimientos.
La Lavanda original sujeto su mano y la apretó, a lo que esta se lo regreso. Ambas compartieron una leve sonrisa.
—“Les mostraré la pesadilla más horrible que jamás hayan visto y entonces las quebrare, quieran o no”— Dijo el Kraj, inclinando un poco su rostro mientras levantaba el brazo hacia ellas.
Lavanda, la que no estaba herida comenzó a deshacerse en el aire como polvo.
La Lavanda original pudo notar que estaba temblando por lo que esta la sujeto con fuerza de la mano y le miro con firmeza— N-no dejaré que te vayas… ¡No temas!
Entonces la otra Lavanda sonrió de lado— Eres pésima para dar ánimos pero… Gracias— Ambas se levantaron para girarse hacia su enemigo quien se mantuvo en su lugar, observando como una de ellas se deshacía en el aire.
—Sí… Esto me aterra como no tienes idea, esa es la verdad— Dijo Lavanda mirando su mano temblorosa, entonces la apretó para formar un puño y sin pensarlo, se transformó en una niña mágica— Pero te destruiré antes de irme. Protegeré a quien me importa.
El Kraj tuvo que retroceder de un salto cuando la chica trato de golpearla hacia abajo con su gran espada.
—“Ese es un esfuerzo innecesario. Solo ríndete, se acabó”— Dijo el Kraj, inclinando de nuevo su rostro.
— ¡Idiota! Seas humana o no, no pareces comprender mucho de lo que es ser humano— Dijo la Lavanda Original observando a ambas con atención mientras con un parpadeo también se transformaba— Los esfuerzos jamás son inútiles y menos cuando se trata de la humanidad.
—“Incluso si me derrotas aquí, no podrás derrotarme afuera e incluso si lo logran, tu realidad no cambiará, de todas formas desaparecerás… Eso es un esfuerzo innecesario ¿No te parece?”— Preguntó la niña mientras un tono burlón se asomaba en sus palabras.
—Te contaré otra cosa sobre los humanos y es que algunos somos bastante testarudos hacia el final— Dijo la primera Lavanda, la que había atacado primero— Ah, sí, otra cosa ¡Eres una idiota!
—Un buen primer intento— Corroboro la original, un tanto avergonzada.
— ¡Cierra la boca!— Lavanda se sonrojo.
El Kraj inclino de nuevo su rostro, demostrando confusión.
—C-como sea… El que hayas fallado, significa que es la primera vez que enfrentas a alguien que no es una sola persona— Lavanda se giró hacia el Kraj— Sospecho que querías que una matara a la otra porque tú no puedes hacerlo de forma directa ¿O me equivoco? Sin una, la otra no podría existir o despertar pero en este caso ¡Perdiste!
La niña Kraj esquivo otro golpe por poco, retrocediendo, entonces cuando pensó en que podría apartarse fue embestida fue la otra Lavanda quien la hizo estallarse contra la pared de forma ruidosa, destrozándola.
—Ahora ¿Por qué no te largas de mi cabeza?— Le dijo la Original mientras le apuntaba con su espada.
El Kraj noto que la Lavanda a quien había inculcado la visión de desvanecerse ya no lo estaba haciendo, lo que significaba que su poder ya no les estaba haciendo nada.
—Te encontraremos y te aplastaremos incluso en la realidad, así que espéranos con mucha paciencia— Dijo esa Lavanda, la amable mientras sonreía con confianza.
La chica salió de entre los escombros solo para ser cortada a la mitad de forma horizontal y de forma vertical por ambas Lavandas.
La sala blanca volvió a quedar solo con ellas.
—Gracias…— Dijo la original mirando de reojo a la otra.
— ¿De qué hablas ahora?— Pregunto está, mirándola con una ceja levantada.
—Hace rato, cuando dijiste que protegerías a la gente que te importa, yo estaba incluida ¿Cierto?
— ¡Idiota!— La Lavanda amable se sonrojo— ¡Claro que no! ¡Que horrible es este lugar que no me deja pensar aparte!
—Y también gracias por ser fuerte por mí por mucho tiempo, se que tuviste que aguantar muchas cosas y ahora yo…— Había comenzado pero la otra le sujeto el rostro para que la mirara.
—Solo cierra la boca ¿Si? A veces hasta yo tiendo a disculparme por todo. Después discutiremos sobre esto, ahora hay que descubrir si los chicos están bien ¿De acuerdo? Después hablaremos de esto.
—Bien…
—Perfecto, entonces cubramos nuestras espaldas— Dijo la otra mientras sonreía de forma desafiante.