La moto que había logrado obtener era de un color blanco metálico, toda cubierta por esa coraza que dejaba libre solo las llantas. Su asiento era muy cómodo, de piel negra y el frente era picudo con cristal blanco que cubría el frente. La adornaban algunas llamas de color rojo en los bordes.
Celeste no pudo evitar sonreír un poco al volver a sentir el viento en su rostro mientras conducía.
Lavanda, justo detrás de Edward se sentía igual de libre que Celeste, por lo que no pudo evitar extender sus brazos con cierta emoción.
—No esperaba que fueras tan aventada— Dijo la Lavanda original en su mente.
— ¿Tienes miedo de que nos caigamos?— Le regreso la pregunta con una leve sonrisa.
—Claro que no.
—Pero no podemos buscar a ciegas ¿Cierto? ¿Tienen un plan?— Les comento Edward antes de que todos montaran la motocicleta.
—Así es, no buscaremos a ciegas— Lavanda negó con la cabeza.
— ¿Cómo lo haremos, entonces?— Edward se mostró confundido.
—Si la canción es la culpable de que todos se queden dormidos, solo debemos encontrar a la cantante ¿Cierto?— Señalo Celeste.
—Enseguida te mando sus datos, es bastante popular actualmente ya que es joven y bonita— Dijo Andrej.
—“Una bienvenida de Krajs lo está esperando”— Esa voz sonó en su cabeza, haciéndolos estremecer mientras más se acercaban a su objetivo.
Llegaron a la zona, que de hecho, también había sido seleccionada como zona donde se habían visto algunos Krajs y lo que encontraron era, de hecho, algo que no esperaban encontrar ahí: Un montón de Krajs esperándolos.
—Parece que acertamos— Dijo Lavanda se bajó de un salto mientras Edward hacia lo mismo, con su rifle listo.
Celeste estaciono la moto y desplego su tesoro.
Los Krajs comenzaron a acercarse al verlos.
— ¿No me digan que hay Krajs de verdad?— Pregunto Andrej desde su comunicador.
— ¿Eh? ¿No me digas que no los detectas? Hay bastantes…— Celeste no pudo evitar hacer una mueca.
—No… No los detecto…
— ¡Imposible, hay muchos!— Le dijo Lavanda.
Andrej comenzó a teclear, confundido de que sus rastreadores no pudieran localizar la firma ¿Fallos? Imposible, el los revisaba siempre y estaba claro que no había falla en ellos, entonces…
—“Entonces todos perdieron sus comunicadores a manos de un Kraj”— Susurró una voz que a todos hizo saltar de nuevo y acto seguido un Kraj ataco usando sus látigos con tal precisión, que termino destrozando los comunicadores de todos.
Todos retrocedieron, sorprendidos.
— ¿Eso fue de un Kraj?— Lavanda miraba a todos lados, tratando de localizarlo pero solo viendo al gran ejército que se acechaba a ellos.
—Debe de ser— Dijo Celeste, levantando su espada— Terminemos con estos idiotas, entonces podremos localizar al grande.
Lavanda se transformó en niña mágica mientras Celeste se preparaba para embestir contra sus enemigos.
Celeste se movió a gran velocidad para cortar a sus enemigos, los cuales perdieron muy rápido sus extremidades, entonces antes de regresar al suelo, Edward ya había comenzado a dispárales para destrozar su cabeza ahora que estaban indefensos. La chica rayo siguió cortando cabezas de otros mientras evitaba los látigos y los ataques más grandes.
Lavanda creo dos espadas y comenzó a destrozar Krajs como si nada, girando con las espadas extendidas como un remolino mortal que cortaba a los Krajs en pedazos para terminar lanzando ambas al final, justo a un par de caballeros negros que fueron atravesados como si nada con todo y su escudo.
—“Los Krajs son demasiados”— Susurró la voz del Kraj, lo que provocó que el número de Krajs aumentara.
—Imposible— Lavanda no podía creer que los Krajs estuvieran saliendo de la nada.
—Lo está haciendo el que habla pero ¿Dónde demonios esta?— Preguntó Celeste, tratando de moverse entre los Krajs para localizarlo pero no lo veía, solo veía a más Krajs dispuestos a destrozarla.
—“Los Krajs lograron someter a la chica rápida”
Celeste reacciono tarde, siendo golpeada por un Kraj tipo Caballero Negro y cuando pensó que podría regresar al suelo con seguridad, otro de tipo Demoledor la sujeto con sus grandes brazos, estrellándola contra el suelo.
Ella pensó en levantarse pero el Kraj le aplasto con sus patas.
— ¡Celeste!— Grito Edward preocupado, mientras apuntaba al monstruo que la había derribado.
—“Celeste está muerta”— Dijo la voz.
El Kraj estaba por aplastarla por segunda vez cuando Lavanda logro cortar al enemigo con su espada, entonces se paró frente a ella para protegerla mientras Celeste trataba de recuperar el aliento.
Celeste evito el primer impacto en su pecho con su espada, lo que pudo no haber sido una gran idea para su tesoro quebrado.
— ¿Qué clase de poder es ese?— Lavanda mantuvo las dos espadas levantadas mientras Celeste se ponía de pie a su lado— Está controlando no solo las acciones de sus subordinados, si no los nuestros.