— ¿Así que de verdad era un Kraj? ¿No dijiste que la ciudad era segura, o sea, muy segura?— Preguntó Ulises mirando a Andrej con una ceja levantada. Ya les habían contado todo lo que paso antes de que despertaran, incluyendo el tremendo enfrentamiento que en realidad el no presencio.
—Rose McDylan y Elizabeth Douglas, conocida con su nombre artístico, Eli… La verdad es que eran humanos, según los datos obtenidos durante el periodo de registros para la ciudad— Andrej le mostro las fotos que se tenían en el registro de esas personas— Esto solo podrían significar malas noticias para todos…
La chica era tal como recordaba Lavanda pero el chico era alto, de cabellos morenos alborotados, ojos azules. Su tez era olivácea, aunque podría tener pecas, algo que no podía confirmar con certeza.
—Tan jóvenes…— Susurró Navier.
— ¿Por qué malas noticias?— Preguntó Roció, inclinando un poco su rostro.
—Porque entonces esos tipos pueden camuflarse con humanos o peor, se pueden generar de forma espontánea en cualquier momento, poseyendo a una persona normal— Explico Andrej mientras fruncía los labios— Mejorare el detector de todas formas y quizá con esos cuerpos más completos podamos dar con una respuesta a lo que está pasando en realidad con estos.
— ¿Ya estas mejor?— Preguntó Lavanda hasta Beatrisa quien desde que despertó, se veía pálida tenia nauseas.
—S-sí, no te preocupes— Ahora ya estaba mejor aunque aún se veía medio pálida.
— ¿Y-y cómo es que lograron librarse de las pesadillas?— Preguntó Alejandro hacia sus amigas.
—Fue pura suerte, creo— Dijo Lavanda, rascando su nuca aunque ambas conciencias sabían que tenía que ver con el hecho de que ese monstruo jamás tuvo que hacer dormir a una mente compartida.
—Creo que si o escogieron a mentes muy fuertes para dominar— Celeste se encogió de hombros con cierto orgullo.
Eso no ayudaba a Alejandro.
—Eso me recuerda, ese poder que mencionaron ¿Qué es?— Roció comenzó a lanzar puños al aire con bastante entusiasmo.
— ¡Cierto! Podríamos necesitarlo todas— Navier también se mostró interesada.
—Ah, los atuendos magistrales ¿Eh?— Andrej se sentía orgulloso del nombre que les puso— La verdad es que ya las analice pero no encontré nada raro, quizá solo un aumento en su magia pero yo no soy el experto en eso...
Beatrisa recibió todas las miradas.
—Y-yo tampoco soy el experta— Beatrisa soltó un largo suspiro— De todos modos hare los análisis pertinentes. Aunque seguro que tiene que ver con… Su adaptación a la magia, quizá alcanzaron el punto máximo.
—Bueno, creo que eso es todo ¿No?— Andrej tomo su cosas— Tengo que dirigir la disección de nuestros amigos ¡Nos vemos después! ¡Hola, maldito premio nobel de la paz por derrotar a los enemigos de la humanidad!
Cuando se fue, todos se quedaron en silencio.
— ¿Si nos puedes explicar sobre esos power ups o están sacados de la cola?— Preguntó Alejandro.
—Están sacados de la cola— Beatrisa paso sus cabellos detrás de su oreja y entonces abrió un panel desde su pulsera, a lo que realizo un escáner en Celeste y Lavanda— Realizare un análisis aunque creo que tardaré… Si tan solo tuviera acceso a Control, aunque no retiro mi teoría sobre la adaptación pero no sería de ustedes a él, sino más bien del Lividino a ustedes.
Todos se le quedaron mirando.
—Sencillo, mientras más cómodas se sientan con su cuerpo, más cómodo podría sentirse el Lividino y será mejor para ustedes ya que no habrá rechazo de ninguna de las dos partes— Confirmo la chica.
Todos lo comprendieron.
—Funciona igual con los tesoros ¿No? ¿Entonces para qué los limitadores?— Preguntó Gabino.
—Estábamos aprendiendo con ustedes, no esperábamos que tuvieran tal capacidad para controlar le energía etérea. Si lo hubiera sabido desde el principio, no les pongo los seguros— Término.
Todo lo que decía tenía sentido.
—Mi teoría final es que los sueños les ayudaron a superar algo, algo que aun las hacía sentir incomodas, generando el rechazo del lividino en su cuerpos así que cuando lo superaron, pudieron aprovechar todo su poder porque el parasito ya no se sentía estresado— Dijo está, y pese a que era una teoría, estaba segura de ella.
—Así que al final tiene mucho que ver con nuestras emociones— Dijo Celeste, mirando su nueva espada.
—Ya lo había dicho— Beatrisa se levantó y miro a los chicos— Quería descansar pero supongo que es mejor continuar con mi trabajo. Deberían descansar que mañana seguiremos con el entrenamiento. Tenemos una nueva arma para derrotar a esos monstruos así que hay que aprovecharla, aprender a sacarla.
Todos se mostraron de acuerdo pero se quedaron atrás.
—Supongo que fue duro ¿Verdad?— Comenzó Lavanda, mirando a sus amigos— Yo misma pensé que tendría esa pesadilla toda mi vida pero si les soy franca, pensar en… todos, me ayudo.
—Gracias— Le dijo Gabino, sujetando su mano a lo que esta se sonrojo.