Todos en la mesa se quedaron en silencio tras escuchar aquella historia, en shock, en realidad, tratando de organizar las preguntas que se amontaban en sus cabezas, cada una muy diferente de la otra.
Nadie, salvo la niña mágica compañera de Ulises sabía lo que había pasado así que esta no aparto la vista del chico, quien estaba temblando de frustración, coraje y seguro otra cantidad de sentimientos horribles que no podrá controlar.
— ¿Por qué no lo mencionaste antes?— Preguntó José, después de que se cansó del silencio incómodo.
Ulises solo pudo mirarlo de mala gana.
— ¿Por qué no eres más consiente?— Rosy se levantó de forma brusca de su lugar y miro a José con una mueca molesta— ¿Sabes lo que tuvo que pasar para aceptar lo que hizo? ¿Sabes la culpa que siente de haberlo hecho?
—Culpa o no, tiene boca ¡Pudo habernos dicho y entonces pudimos hacer algo juntos antes de que hiciera su estupidez!— José levanto un poco la voz. En realidad todos parecían de acuerdo.
— ¡No podía contarles nada porque sufría, no sabía cómo lo verían, no sabía…!— Siguió Rosy, mirando a todos.
—Ahora que lo pienso un poco, creo que yo también he visto a uno de esos antes— La voz de Alejandro interrumpió el silencio incomodo que se formó.
— ¿De qué hablas?— Amapola le miro sorprendida— ¿Tú también…?
Alejandro asintió— Durante esa misión, de hecho, aunque creo que era más parecido al que enfrentaron José y Gabino.
—No tengo registros de que lo hayas visto… ¿Tu también perdiste tus lentes?— Amapola había revisado los registros de todos en esa pelea para descartar otro avistamiento.
—Sí, creo que los lentes de ese tiempo no resistían la cantidad de magia y, en mi caso, de frio de cuando se usa el Tesoro en su forma liberada— Alejandro le quito importancia con la mano— De todas formas yo tampoco pude derrotarlo.
— ¿Tampoco? Entonces era este…— Amapola le mostro la imagen de la batalla que tuvo José.
—Sí, justo era ese— Alejandro lo había reconocido desde que vio las imágenes y desde que vio las imágenes, estaba emocionado, igual que su compañera.
— ¿Y cuál fue tu razón para no hablar?— El enojo de José fue hacía su amigo— Estamos en guerra y guardarse información es…
—La verdad es que no quería contarles, es algo personal— Alejandro se encogió de hombros.
— ¡¿Y ahora que mierda dices?! ¡¿No me escuchaste?! ¡Estamos en guerra con unos malditos monstruos ¿Y quieres guardarte la información?! ¿De verdad son conscientes de las pendejadas que dicen?— José no podía creer lo pendejos que estaban.
—Yo creo que cada uno de nosotros tiene sus razones, ya sea para pelear o para no pelear pero guardarse información ahora es… Muy riesgoso— Dijo Gabino mirando a sus amigos. También estaba molesto pero no comenzaría a gritar.
—Ya, de todos modos ya salió a la luz ¿No? ¿Quieres pelear con algo que ya paso?— Alejandro de nuevo actuó con despreocupación.
José le lanzo un golpe pero Alejandro se lo detuvo.
—Deténganse, por favor— Amapola actuó lo más tranquila que pudo pues no quería que destruyeran el lugar— Si lo van a solucionar así que sea donde no haya civiles.
—C-creo que iré por bocadillos o quizá unos bebidas— Lavanda se levantó de la mesa con bastante gracilidad y pese a su sonrisa tranquila, si sentía incomoda— ¿Quieren algo en específico? Puedo prepararlo, si gustan…
—Gracias— Gabino le agradeció.
La chica salió de ahí, en silencio y cuando salió de la habitación, no pudo evitar soltar un suspiro aliviado detrás de la puerta.
—Tomando en cuenta lo que está pasando, me gustaría que nadie se guardara información— Amapola hablo a todos los que estaban en la sala— Esos Krajs son bastante poderosos así que deberíamos prepararnos para enfrentarlos y todo sirve ¿Bien?
—Según Alejandro no podemos derrotarlos ni con los Tesoros liberados pero cuatro de nosotros por poco mataron a uno así que no creo que tengamos problemas— Agrego José, más tranquilo, mirando a Amapola.
—Sí pero dos de ustedes solo pudieron mantenerlo a raya— Alejandro le miro con severidad— No podemos confiarnos de estar más de cuatro como esta vez ¿Sabes? A veces solo nos movemos en pares porque es necesario.
—Quizá podamos trabajar en grupo, como antes— Sugirió Celeste, levantando su mano como si estuviera en la escuela— Los Krajs atacan menos, o están más dispersos así que no perdemos nada.
—Tienes un punto pero ¿Y si eso cambia, no sé, mañana?— Alejandro negó con la cabeza— Si algo pasa en otro lado y todos estemos en un solo punto ¿Cómo nos moveremos rápido?
—Somos cuatro parejas ¿Por qué no trabajamos en dos equipos?— Gabino miro a todos en la mesa— Quizá limitemos a la mitad nuestra movilidad pero es lo mejor si nos topamos con ellos…
—Yo creo que deberíamos hacernos más fuertes, quizá controlar las armas de mejor manera…
—Creo que deberíamos actuar en pares, como sugiere Gabino pero en cuanto podemos hablar con las científicas a cargo, me dedicaré a crear un plan de entrenamiento para todos y que puedan mejorar su movilidad solos— Amapola miro a Alejandro— Usar sus Tesoros de manera desmedida solo aumentara su riesgo de muerte, lo saben.
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Editado: 09.07.2022