Undecima Noche

A pesar de que sus manos eran pequeñas, le infigian profundas cortadas, no podia quitarselas de encima. Entre el forcejeo cayo al suelo. Decidio cubrirse el rostro con ambas manos.

-¡Sueltame!- grito una de las pequeñas.

-¡Sueltala!- grito la otra.

Alicia abrio los ojos, Orfeo sujetaba a las dos pequeñas tomandolas de la cabeza con una mano.

-Levantate- le tendio la otra mano para ayudarla a ponerse de pie.

Se sacudio el vestido.

-¿Qué haces aqui?-

-Las dos pequeñas me trajeron- agacho la cabeza.

-¡No es cierto!, joven amo no le crea.- dijeron al unisono, solo las vio con indeferencia. Estaba realmente molesto.- ¡Perdonenos!- comenzaron a llorar- Solo queriamos saber si era esa Alicia-

Orfeo dio media vuelta y se dirigio a la salida.

-Camina no te quedes aqui- se limito a decir.

Alicia solo camino detras de el. "¿Me regañara?, ¿Me hara algo?", empezo a tronarse los dedos de las manos por los nervios, no sabia porque se sentia asi ante Orfeo, se sintia diminuta una cosa insignificante, pero, de todos modos ya era insignificante.

-No-

-¿Eh?-

-No hagas eso es molesto- la vio de reojo.

-ok- apreto los puños, solo podia obedecer.

Caminaron de regreso hasta el salon donde se encontraba Elizabeth.

-Nos van a matar- dijo la de azul.

-No digas tonterias- le respondio la otra.

-Se las comera- les respondio Orfeo.

-¡¿Que?!- sus llantos eran más audibles- ¡Pero no somos sabrosas!-

Orfeo solo torcio los ojos de que ya estaba fastidiado de ellas.

-Oigan, deberian llorar más bajo- Alicia se les acerco.

-Alejate de ellas- Orfeo la empujo hacia atras. Ella solo se abraza a si misma.

Aquel hombre abre la puerta y lanza a las dos perisas.

-Espero que se las coma vivas- y de un portazo la vuelve a cerrar.

-¡Nos va chupar toditas!- golpetearon la puerta.

-¿Porque haria eso? ustedes estan desabridas- Elizabeth rio.

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Orfeo se sobo el entrecejo.

-Tss- se dirigio hacia Alicia.- No me mires asi.-

-Perdón-

-Ven, debemos limpiarte las cortadas- la tomo del brazo.

-Ouch- Orfeo la soltó y la tomo de la mano.

Alicia solo lo observo y se dejo arrastar por aquel.

Caminaron hasta una habitación.

-Sientate- le solto la mano, y se acerco a un mueble a buscar unas cosas.

Ella solo vio a su alrededor, era una habitación bastante amplia, una cama enorme, sin querer se imagino a Orfeo durmiendo desnudo debajo de esas sabanas. "¿Qué cosas piensas? Sucia" se dijo a si misma.

Orfeo se sento a un lado de ella con un pequeño botiquin.

-Dame tu mano- comenzo a limpiar las heridas, en silencio y con suma delicadeza- Talvez te duela.-

-No pasa nada- ¿Qué era esa sensación? las manos heladas de el, le provocaban un cosquilleo.

Estuvieron durante bastante tiempo asi, en silencio, el limpiandole las heridas y ella solo observandolo.

-¿Siempre eres asi de callada?- al fin rompio el silencio.

-Eh... no, solo no se que decir, o si te molestaras.- agacho la mirada.

-¿Porqué me molestaria?- levanto una ceja.

-No lo se, solo lo pienso...- se callo al sentir la mano de el, sobre su mejilla. Se quedo anonada viendolo.

-Tienes una cortada en tu mejilla- la limpio y le puso un curita.-Ya esta.-

-Gracias- Se toco la mejilla que estaba sumamente caliente.- ¿Puedo preguntarle algo?-

-Esa es una pregunta- le sonrio, era la primera vez que lo veia sonreir.

-Eh... ¿porque le dice Perisas a las dos pequeñas muñecas?- No comprendia porque les decia asi.

-Eso son, Perisas- Alicia no comprendia, asi que busco la forma de explicarle- Mira esas dos pequeñas malcriadas son Perisas, una Perisa es una clase de hada, son Hadas de la muerte.- espero que esa respuesta fuera suficiente para Alicia.

-Pero, ¿Porque se ven como muñecas?-

-Esas dos son hadas corrompidas, poseyeron el cascaron de esas muñecas-

-¿Porqué estan corrompidas?-

-Tss, hablas demasiado-

"¿Quién lo entiende? me dijo que hablara y ahora quiere que me calle.

Alicia vio el reloj que portaba Orfeo, era muy bonito tenia el mismo diseño de las flores rojas del jardín.

-Que bonito reloj- dijo Alicia.

-Hablando de relojes, es hora de que te vayas a dormir- solo dijo eso.

Eran pasadas las 5 a.m.

-¿Qué?, pero si pronto amanecera.-

-¿Y? Aqui se duerme de dia.-

-¿Qué?-

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Acostada en la cama observaba el techo. Pensaba en lo sucedido desde que desperto. ¿Porque esaba ahi?, ¿Porqué la pelirroja la habia besado?,¿Qué era eso que sintio cuando sintio las manos de Orfeo sobre su piel?... pensando, se quedo dormida.

-¡NO!- desperto de un brinco, estaba bañada en sudor- Una pesadilla...- intento acomodarse en la cama pero sus cobijas estaban pesadas.

Arriba de ella estaban las dos perisas, las cuales dormian profundamente. Se llevo las manos hacia el pecho, estaba sangrando de la herida. Se levanto como pudo, se sintia muy mareada, las dos pequeñas ni se percataban del ruido que hacia. Dolia, dolia demasiado.

Abrio la puerta y camino, ocupaba encontrar a una de las doncellas y pedirle ayuda. El dolor la aturdia, su visión se nublo.