LEJOS DE KONOHA
Sakura concentró su chakra en sus brazos y así empleó su fuerza descomunal para empezar a agrietar los vidrios de esa prisión en donde estaba.
Un destello rosa comenzaba a notarse en el interior del cristal y varias grietas se dibujaron hasta que éste estalló en mil pedazos quedando libre nuevamente la joven ninja.
Nada ni nadie podría encarcelarla por mucho tiempo.La gema brillaba con mayor intensidad.
Cuando Sakura la sujetó sintió cómo todo su cuerpo se estremecía debido al intenso calor y espasmos que recorrieron por su interior.
Ella la sujetó con ambas manos y cerró con fuerza los ojos, sabía que todo pasaría pronto. Y fue así, al cabo de unos momentos todo acabó. La gema empezó a transformarse en líquido para luego introducirse en su cuerpo.
En esos momentos Sakura sintió un inmenso poder recorrer sus entrañas. Podía ver las barreras que se alzaban frente suyo como destellos de múltiples colores.
Sabía cómo regresar sin tener que demorarse. Ese magnífico poder al fin se había unido a su propia esencia y todo gracias a él.
Naruto fue quien descubrió aquello y la mandó. Deseaba ayudarla en su anhelo de ser más fuerte de lo que fue en la cuarta guerra ninja. Naruto.
Sonrió al pensar en él, su gran amigo. Siempre ayudándola, aún en su actual estado. Pero ella no lo defraudaría. Cumpliría todas sus espectativas.
Meditando aquello se acercó a la barrera que impedía salir de ese lugar por el camino directo y empleando ese nuevo poder que acababa de adquirir la desintegró de un solo golpe.
La luz del exterior se filtró y ella abandonó aquel sitio para siempre. Tenía que volver, dirigirse al punto de encuentro donde habían quedado. El anochecer empezaba a nacer.
EL JARDÍN DEL GOBI
Sasuke estaba en una dimensión diferente a todas de las que hasta el momento estuvo. Allí los árboles y vegetación estaban muertos como así también los animales ya que podía ver sus esqueletos deambular como si tuviesen vida.
El río tenía aguas violetas y llevaba cadáveres de personas de distintas épocas. No importaba cuanto camine o corra, no podía salir de ese lugar.
No de la forma sencilla. Incluso intentó eliminar la ilusión con las técnicas que conocía pero nada funcionó.
En verdad era muy bueno ya que esa era una de sus ilusiones favoritas que destruían la mente y emoción de sus víctimas.
Pero era su poder por lo tanto no.podia causarle ningún efecto debido a que conocía sus puntos débiles. Sabía que había una salida solo que era difícil de encontrarla.
Aquel combate se definiría según quien se logré liberar del Sharingan primero.
Qué interesante se había vuelto ese enfrentamiento.
Cerró sus ojos y con su mente buscó la salida. No tardó en encontrarla y no estaba lejos.
Inmediatamente se dirigió a ella pero al llegar tuvo que eludir un nuevo obstáculo. Tras unos instantes de arduo combate su contrincante estuvo vencido y ante él se abrió una pequeña grieta en el espacio.
Momentos después Sasuke abría los ojos justo para ver a su oponente que empezaba a liberarse de la misma ilusión. Sin perder tiempo lo despedazó con su Chidori.
Fue testigo de la desintegración de su adversario tras transformarse en pequeños fragmentos de vidrios como si hubiese destruido un gigantesco espejo.
Aquello le consumió gran cantidad de chakra, más de lo previsto por ello estaba bastante agitado.
Sin embargo aún no acababa. El.Gobi se presentó ante él con una penetrante mirada.
—Realmente eres fuerte Sasuke Uchiha ¿Viniste a sellarme?
—No
El Gobi lo miró sin entender unos momentos para luego reír como si le hubiesen contado un buen chiste. Era la única respuesta que no esperaba oír. Rotunda, breve y concisa.
—¿Qué buscas entonces?
—A ti, pero no para sellarte. Sino para hacer un pacto de sangre.
—¿Eh? Es lo más estúpido que oí, jamás se hizo pactos así con nosotros.
—Seguramente no soy el único que lo propone a un Bijuu.
—¿Cómo?
—¿Aceptas? No me interesa sellarte en mi cuerpo y tenerte conmigo lo que me resta de vida. Calculo que a tí tampoco te apetece estar sellado en algo o en alguien.
El Gobi había comprobado lo poderoso que era este ninja y que carecía de ambición.
Hecho muy desconcertante ya que fue el mismo sujeto que los hubo encerrado tanto a él como a los demás Bijuus no bien derrotaron a Madara Uchiha y a Kaguya Ootsutuki.
Ahora parecía ser otra persona. Naruto tenía mucho que ver con aquel cambio. Meditó aquello durante varios minutos mientras miraba a Sasuke.
—Es por Naruto ¿Verdad? — preguntó de repente el Gobi — Él te envío ¿Cierto?
— Así es.
—De acuerdo Sasuke, acepto. Después de todo empezaba a aburrirme aquí. Veremos qué tan hábil eres. Será interesante
—Ya lo creo. Comencemos entonces.
EN EL BOSQUE CERCA DE LA ALDEA DE LA ARENA
Naruto estaba sentado sobre una gran roca con la mirada sombría contemplando el horizonte.
Neji y Hinata estaban apoyados en la misma roca en cada lado, él cruzado de brazos y los ojos cerrados y ella mirando a Naruto cada tanto con disimulo.
Shikamaru permanecía recostado en el suelo, cerca de su amigo, mirando las nubes tranquilamente y Sakura estaba de pie junto a Neji con una mano en la cintura mirando los árboles del lugar.
Naruto empezaba a impacientarse aunque no lo demostrara, no le gustaba esperar. Y esa espera definitivamente le alteraba los nervios.
Sin moverse de su lugar Neji le dijo:
—Ya está está cerca, no desesperes.
Naruto sonrió sínicamente al oirlo y Shikamaru agregó
—No es nada fácil acceder al Gobi, su templo tiene fuertes barreras.
—Ahí está — finalizó Sakura e inmediatamente Sasuke apareció frente de todos al salir de la puerta dimensional que abrió con su Renning.
—Llegas tarde Sasuke - expresó fríamente Naruto —Fuiste el último ¿En serio te debilitaste tanto? ¿O preferiste jugar un poco? — Naruto no se movió ni siquiera lo miró
— Había barreras poderosas — contestó Sasuke como al pasar — Y no me vengas con reclamos.