LAZOS

Mi madre hizo un caos en la habitación, no había nada que le gustara, yo solo estaba sentada sobre el borde de la cama viéndola desesperarse por no poder encontrar nada de su agrado. Cuando se rindió lanzó un suspiro y dijo – No, no hay nada que me guste tanto como para ponértelo en este día tan especial. Entonces… Ven aquí, haremos esto a mi manera. Me levanté y me coloqué frente a ella, mi madre dirigió nuestra vista hacia el espejo y entonces comenzó; movía sus manos y cambiaba el color del vestido, lo examinaba y si no le gustaba probaba distintos modelos, pasamos de los típicos colores rosas pastel a los tonos purpura, hasta que un tono verde esmeralda llamó mi atención

– Mamá este color me gusta

–A mí también, creo que te sienta muy bien, ahora solo nos falta el modelo adecuado; mientras ella cambiaba  los modelos yo igual miraba hasta que uno me gustó; el vestido era con escote en V no muy pronunciado.

– Este, este me gusta, mmm… pero creo que se vería mejor si es un poco más ajustado de la cintura. Mi madre lo ajusto moviendo sus manos y listo, ahí estaba el vestido que jamás imaginé que me gustaría usar.

– Se te ve hermoso, ahora solo falta el cabello, quiero que te sientas cómoda, así que solo acomodaré tus rizos.

– ¿Qué tal si mejor lo haces un poco menos rizado y más lacio?

– Es una estupenda idea, creo que estas empezando a preocuparte por tu aspecto, ¿quieres contarme algo?

– No, nada… mejor cuéntame tú ¿Qué haremos hoy? Quiero tener una idea de que esperar.

– Es una fiesta, más bien como un festival, se inicia con 3 demostraciones especiales, cada una de las razas tiene su propia tradición. La nuestra la conoces por mi ¿recuerdas la danza que te enseñaba desde niña? ¿Esa en donde usabas tus alas?

– Claro que recuerdo, imaginaba que era algo importante porque insistías mucho en que la aprendiera.

– Ven– me tomó de las manos y empezamos a bailar – quiero asegurarme de que no se te ha olvidado.

La danza era algo natural en mi madre, sus movimientos eran ligeros y delicados, pero este baile en específico me hacía sentir diferente, era una mezcla de sensualidad y ternura, tenía movimientos de cadera, pecho y las manos ayudaban a acentuar ese toque misterioso, me gustaba, me hacía sentir bien bailar aunque no fuera tan buena como mamá.

– Lo haces muy bien, y te vez hermosa.

– Gracias ¿y que sigue después del baile?

– Lo común, conversar.

– Tengo curiosidad acerca de los lazos, sé que no quieres arruinarme la primera vez que los veo, y me parece bien, pero ¿Qué sucede después? Me dijiste que quedaban unidos, pero ¿qué significa eso? ¿Se comprometen y tiempo después se realiza la ceremonia?

– No, ya que el lazo es visible ante todos, las parejas unidas pasan al centro, alrededor del árbol para que pueden ser vistas por todos los demás, después se realiza la unión en presencia de las familias y por su puesto delante de los reyes.

– ¿cuánto tiempo después?

– Cuando digo después, me refiero a esa misma noche.

– ¡¿Qué?! ¿Te vas esa misma noche con tu pareja? Mamá me habías dicho que quedaban comprometidos.

– Claro, quedan comprometidos de por vida. Lo siento, se me olvida que entiendes más la normas de los humanos que tardan comprometidos incluso años y luego se casan, podríamos decir que cuando digo comprometidos, me refiero al hecho de que ya están unidos y se tienen el uno al otro. ¿Me explico?

– Sí, creo que si entiendo la idea, pero me deja totalmente sorprendida, no pensé que todo fuera tan, rápido.

– ¿Para qué esperar? No tiene sentido

Mi cara estaba totalmente admirada de aquello – ¿Y nunca ha pasado que alguien se niegue a esa unión?

– Por supuesto que no, no hay motivo para hacer eso, además de que si lo hicieran sería malo.

– ¿Hay alguna consecuencia?

–Pues existe una norma, se rumora que ya fue aplicada antes pero nadie sabe quién fue el desafortunado, los asuntos delicados los tratan los reyes.

– ¿y que dice la norma?

– Si uno de ellos se rehúsa a aceptar la unión, esa persona y toda su familia son desterrados

La boca se me fue hasta el suelo – ¿Qué? ¿Es en serio?