Él Marco amable, juguetón y risueño que una vez conocí se había vuelto mi verdugo, su tierna mirada se había convertido en una mirada psicótica, no era necesario que me hablara para notar que estaba fuera de sus cabales, pero no le tenía miedo, estaba realmente enojada.
– ¡Devuélvemelo!
– Eso es… – murmuro perdido en sus pensamientos – necesito el otro anillo, no podré romperlo si no tengo el suyo también. Ahora vuelvo.
Se levantó y cuando lo vi alejarse me levanté para tratar de alcanzarlo, pero nuevamente las cadenas me detuvieron, esta vez me jale tan fuerte que grite de dolor.
– Es cierto – Se giró y llevó su mano a la parte trasera de mi oreja – espera aquí.
Me quedé procesando la situación, no me había hecho nada, pensé que algo me iba a hacer pero no, no sentía nada, llevé mi mano hasta mi oreja tratando de averiguar que hizo, después de unos breves instantes lo comprendí, algo le hizo a la marca que Nhola me puso, fue justo ahí donde colocó su mano.
– Nhola, ¿me escuchas? ¿Nhola? – Mi corazón empezó a latir desbocado, comencé a girar sobre mis pies buscando una manera de salir, pero no había nada a mí alrededor, era una habitación totalmente cerrada, sin ventanas, muebles, puertas, nada, no tenía nada ¿Cómo diablos iba a salir de aquí?
Tenía tanta adrenalina en el cuerpo que mis manos temblaban, estaba preocupada por Eliezer, él estaba luchando y agregar a Marco en la pelea sin duda le traerá problemas, no podrá concentrarse en todo, debía que encontrar una forma de salir. Pensé y pensé como lograrlo, pero no era buena con los hechizos y yo no sabía cómo atravesar paredes.
– ¡Nohla! – Grite lo más fuerte que pude, sé que no tenía sentido pero aun así lo hice – ¡Nohla!
Me tiré en el suelo a llorar, no podía creer la situación en la que me encontraba y lo peor era quien me tenía aquí ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Cuáles son sus planes para mí? Mi cabeza era un mar de preguntas sin respuesta, por primera vez en mi vida me sentía indefensa, era casi la misma sensación de cuando estuve encerrada con los achts, pero esta se sentía más dolorosa, porque era traición, Marco estaba traicionando a todo mundo, a Nitla, su esposa, sus padres, estaba dejando todo por una maldita obsesión.
– Alanis…
Levanté mi rostro cuando la escuché, Erin y Nohla habían aparecido por un portal.
– Nohla, Marco fue a buscar a Eliezer – mi voz se escuchaba quebrada y desesperada.
– Lo sé, vimos todo, bueno Erin vio cuando Marco te atrapó, seguí tu señal pero luego desapareció y por eso nos tardamos un poco en llegar. Loxhe fue tras Marco, él lo detendrá – Desde que llegó se dirigió a mis manos, estaba tratando de quitar las cadenas, cuando por fin pudo quitarlas, me ayudo a levantar y dijo – Vamos, tienen que ayudarme.
– ¿A qué?
– Debemos ir al mundo de los achts, ustedes ya estuvieron ahí y con esto – saco un artefacto raro – podemos ir.
– ¡Wow, wow! Espera, espera… ¿Por qué quieres ir allá? – Erin estaba notoriamente molesta
– Solo necesito ir y dejar esto – saco de sus bolsillos unas esferas – para escanear el lugar, esto nos ayudará a saber su ubicación exacta y si funcionan como deberían, podríamos ganar esta batalla.
Las dos nos quedamos en silencio procesando aquello – Sé que lo último que quieren es regresar a ese lugar, pero de verdad, en este momento, ir allá nos aseguraría la victoria.
– Estoy casi segura de que esto es una locura, pero iré – Erin mantuvo la mirada en el suelo mientras hablaba – quiero ayudar.
– De acuerdo, dinos que hacer – no tuve más opción, me parecía descabellado pero si como él decía había una posibilidad de ganar esta batalla, no podíamos dejarla pasar, además el hecho de Loxhe fuera tras Marco me aseguraba que Eliezer estaría bien, me sentía segura por ese lado.
– Tengan tomen los extremos – nos dio unos cables salientes del aparato – y ahora, piensen en ese lugar.
Pasaron unos segundos y nada pasaba, Erin y yo nos miramos con algo de incomodidad, creo que ninguna quería recordar aquello, por eso el portal no funcionaba.
– No entiendo que sucede, debería funcionar – le dio unos golpecitos.
– No creo que esto – levanté el cable en mi mano – sea el problema.
– Tu aparato si funciona, es solo que ninguna – nos señaló con su dedo – quiere hacerlo, mi boca dijo sí, mi cerebro dijo no. Intentémoslo de nuevo. – Erin movió todo su cuerpo, como cuando trataba de liberar estrés y cerró sus ojos. Admito que yo solo me quede viéndola.
El portal poco a poco comenzó a mostrar actividad, hasta que fuimos capaz de ver al otro lado. Nohla fue el primero en entrar y ambas lo seguimos, apenas terminamos de cruzar, el portal se cerró y pude ver el miedo dibujado en el rostro de Erin.
– Tranquila – ella solo asintió.
Estábamos en las que fueron nuestras celdas, solo que no dentro afortunadamente; nos dirigíamos hacia la puerta cuando un achts paso caminando de frente, ninguno se movió, solo paso sin voltear a vernos.
Nohla asomó su cabeza y comenzamos a caminar por aquellos pasillos blancos, mantuve a Erin sujeta de mi mano, juró que cada pasillo era más largo que la última vez, no parecía que saldríamos de ahí.
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Editado: 13.04.2020