¢αρíтυℓσ 1

-¡Eveline! ¡Eveline!-gritaba Dafne mientras observaba a los chicos nuevos del instituto

-¿Qué quieres? - Dije mientras seguía mirando wattpad, el lugar donde me imaginaba cada uno de esos romances que nunca tendría -

-¿Has visto a los nuevos? - dijo Dafne emocionada-

-¿Te refieres a los chicos guapos que tienen de cabeza un gisante? - dijo sin prestar atención - si, los he visto..

-¿Por qué no les das una oportunidad? Uno de ellos parece estar fijándose en ti.. - dijo mientras recalcaba "en ti"

-¿Crees realmente en eso? - Dije riendo - se está fijando en mis pechos, todos lo hacen.. - Dije mientras guardaba mi móvil en mi bolsillo -

-Mira que eres pesimista... ¿Por qué no les saludamos? Parecen majos.. - dijo pareciendo más un ruego que una pregunta, pero literalmente, sin escuchar mi respuesta ya me veía en frente de aquel rubio de ojos verdes que se me quedaba mirando -

Pero literalmente... Había parpadeado y ya me encontraba en frente suya. 
Dafne era mi mejor amiga desde los cinco años y la quería muchísimo, pero a veces pensaba que tuviera super poderes, porque para hacer los deberes de filosofía tardaba horas, en cambio cuando se trataba de chicos, en milésimas de segundos me encontraba junto un montón de esa especie llamada chicos. 
El chico de ojos verdes me sonrió y a continuación preguntó :

-¿Cómo es que siendo tan guapa no tienes novio ?

Me crucé de brazos y a continuación dije:

-Pues eso mismo me pregunto yo de ti - dije intentando parecer la mejor persona -

-Ense-no dejé que acabara de hablar -

-Siendo tan idiota y no estás en un manicomio - sonreí dulcemente -

El chico quedó callado, no se esperaba que alguien le bajara de las nubes que se había creado, Dafne me cogió del brazo rápidamente y me alejó de allí.

Allí iba de nuevo la famosa charla de "Dale una oportunidad"

¿Oportunidad?

Oportunidad es la que te daban cuando suspendías un examen de matemáticas, eso sí que era oro y del grande. 
No pensaba estudiar en verano.

-¿Sigues siendo así? - le detuve antes de que empezará con la charla -

-¿Así? ¿Así cómo? - preguntó ella -

-¿Por qué te gustan tan rápidamente los chicos? Es decir, los nuevos son solo pandas de mujeriegos que buscan un romance de una noche.. - Dije mientras la miraba -

-No lo sé... Supongo porque son.. ¿Guapos? Por favor Eveline.. ¿No me dirás que ese rubio no tenia buen culo? - dijo mientras reía -

Realmente nunca he mirado a nadie sus "atributos" y no pensaba hacerlo aún, todos tenemos a esa persona que aparecerá en tu vida algún día, tarde o temprano. 
Por eso, sabía que la persona del que me enamoraría estaría viniendo a paso tortuga.

Pasando a lo importante...

Aunque muchas veces me preguntaba porque una loca totalmente diferente a mi era mi mejor amiga, sabía que ella simplemente lo era por el simple hecho de estar ahí en lo malo como en lo bueno.

Y aunque muchas veces no me gustaba los planes de ir a fiestas por la noche o conocer chicos, la quería.

Me acerque a ella y la abracé, muchas veces sabía que sin ella mi vida no sería tan emocionante.

Oh.. Lo olvidé contar... 
Desde hace tres años, llevamos jugando a un juego "retos". 
Retos de todo tipo, desde pintar el capot de un coche a intentar ligar con cualquiera.

Aunque debo admitir que ella siempre ganaba, pero sabía que algún yo también lo haría.

__________

El timbre de anuncio del recreo sonó, habíamos ido a la cafetería y comprar los famosos bocatas de bacon que hacían allí,todos salimos disparados a por uno, ese bocata era aquel que era tan difícil de encontrar como una aguja en un pajar.

Era como aquel cigarro que se daban los canis entre clases, en cambio en mi instituto la droga era el ansiado bocata de bacon.
Solo hacían veinte cada día, por lo tanto los veinte más afortunados lo conseguirían.

Fui rápidamente a intentar ser la primera, todos me empujaban pero esto no quedaría así, yo quería ese bocata y no me detendría hasta conseguirlo.

En tan solo unos segundos la cafetería estaba repleta de gente gritando "Dame dos bocatas de jamón" "Dame a mi tres".

Cogí aire y me dispuse a entrar en los pequeños huecos que había entre la gente, lo bueno de medir 1'55 era que podías entrar fácilmente entre los edificios que tenía de compañeros.

Me adentré ágilmente, hasta llegar para pedir y allí estaba el ansiado bocata.

-Deme el último bocata de bacon - Dije mientras le entregaba el dinero -

-Lo siento, ya lo ha comprado aquel chico - dijo señalando al chico rubio de la mañana -

-Mierda.. - Dije enfadada -

Me dirigí hacia donde aquel rubio se encontraba y dije:

-Tú

Él se dió la vuelta rápidamente y sonrió al verme.

-Hola princesa - dijo -

-Ni princesa ni leches - respondí - ese bocata que tienes en tus manos es mío - afirmé -

-¿Enserio? No veo ningún nombre en él - dijo sonriendo - si me dijeras el tuyo a lo mejor podría ponerlo.. - dijo mientras volvía a mirarme -

-No pienso decirte mi nombre - negué -