No dejare que te vayas

Capitulo 3 "Ni siquiera lo intentes"

¡Mierda! Recuerdo que es la noche de chicas, si no voy Sarah irá a buscarme a casa de ... su casa, no quiero nombrarlo si quiera. Me dirijo a la vivienda de Aby, de vez en cuando limpio las lagrimas que siguen empapando mis pómulos. Estaciono frente y miro no tengo animo de entrar allí pero debo hacerlo, son mis amigas que más da que me vean horrible y mocosa- bajo y cierro la puerta, prefiero que ellas me vean en este estado y no mi hermano. Toco el timbre, abre Mariana
-¡eh viniste!- dice alegre, sostiene un vaso de alguna bebida alcohólica en su mano. La Emma feliz respondería con ironía pero mis ánimos no lo permiten solo asiento mientras se hace a un lado, de pronto no resulta estar muy embriagada ya que me mira preocupada
-¿qué tienes?- las demás de acercan, bien ahora de nuevo empezare a llorar como una tonta. Las tres me miran y detesto estar en esta situación se supone llegaría con una boba sonrisa por que Ethan y yo estaríamos mejor que nunca ¡no debo pensar en él! Rompo en llanto sin poder evitarlo. Siento sus brazos rodearme y de alguna manera me alivia ¡que haría sin ellas! Al separarnos entramos y nos sentamos en la alfombra de la sala.
-no tienes que contarnos sino quieres- dice Sarah preocupada, niego con la cabeza,  aún me cuesta hablar pero deseo hacerlo
-fui a su casa y lo encontré follando con una desconocida- suelto de golpe, mis ojos se inundan en lágrimas una vez más pero las limpio de inmediato -yo crei que me amaba, soy ... soy una tonta- cubro mi rostro con ambas manos, se acercan nuevamente y me abrazan, al mismo tiempo me dicen palabras muy bonitas pero no soy capaz de prestarles atención. Mari y Aby vuelven a sentarse, Sarah sigue a mi lado. Bajo la mirada apenada y la rubia me presiona con fuerza pero a la vez me reconforta.
-¡es un idiota! Pero lo será más aún cuando comprenda la gran chica que perdio- dice Sarah. -estoy aquí para ti y así será siempre- presiona mi mano y sonrio débil
-te ayudaremos a salir adelante amiga- agrega Aby.
-ese cabron lamentara haberte perdido- espeta Mari. Entre las tres planean una venganza la cual me provoca risa ya que no es cierto pero pensándolo bien no estaría mal hacerlo sufrir.  Pero no seré yo quien lo haga, ¡que se vaya a la mierda!
Buscamos una película de terror llamada "La casa de cera" le damos play mientras bebemos vodka con speed. No es la mejor manera de olvidar pero no se siente tan mal.
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Abro los ojos y un terrible dolor de cabeza me golpea violentamente ¡mierda! En mi vida vuelvo a ingerir tanto alcohol. Me pongo de pie, miro a las demas dormir en la alfombra ¡bendito eres sofá! No recuerdo haberme acostado aquí pero mis huesos lo agradecen.
Doy un paso y una punzada en mi cien hace que me detenga en seco. ¡esto apesta! Me dirijo al baño, mojo mi rostro no calma del todo pero ayuda bastante, cojo una tohalla blanca y me secó. Luego busco alguna pildora que acabe esta agonía,  coloco dos en mis manos
-¿que haces?- pregunta Sarah con sus ojos abiertos como platos, admito que me causa un poco de gracia
-¡tranquila no voy a matarme! Y por favor no grites que mi cabeza va a explotar-
-pasame una para mi- responde, le entrego dos, caminamos hacia la cocina en busca de agua. Las chicas se nos unen y preparamos un café cargado para cada una, desayunamos en un cómodo y deseado silencio, amo hablar pero no en momentos como estos.
Mari coje su móvil y comienza a mirar la pantalla, expande una gran sonrisa la cual indica solo una cosa "problemas"
-¡chicas, chicas!- exclama alegre, la observamos impacientes -esta noche saldremos a festejar nuestra solteria- habla en un tono demasiado alto para mi gusto.
-si eso quiere decir que beberemos y bailaremos como locas ¡si!- chilla Aby.
-quizas sea divertido- responde Sarah, las tres voltean a verme
-¿mi celular?- pregunto
-te lo quitamos anoche, querías marcarle y decirle cuanto lo amas- replica Mari, deseo golpearme la cabeza contra la pared
-no recuerdo nada- digo honestamente -¿ustedes estaban mejor que yo?- me cuesta creerlo
-te encerraste en mi recamara con la botella de vodka, no me explico como no tuvimos que llevarte a urgencias- me regaña Aby
-tu hermano nos habría matado - dice Sarah, pobrecita siempre pendiente al tonto de Liam
-ya soy mayor de edad, acabo de cumplir dieciocho años y no tengo porque darle explicaciones a Liam- me cruzo de brazos -estan desviando el tema ¡eh! Quiero mi celular -
-te lo entrego con una condición- suelta Mari -esta noche saldrás con nosotras-
-como quieras, solo entregamelo- extiendo la mano ella lo deja allí, desbloqueo la pantalla y veo la notificación de dos mensajes suyos no estoy segura de leerlos. ¡que idiota debi bloquearlo no eliminarlo!
-¿quieres que los borre?- inquiere Sarah, yo asiento, le paso el aparato. -lo acabo de bloquear- me lo devuelve.
-nos vemos luego- me despido
-voy contigo, necesitamos dormir- asegura. Salimos de allí, al sentarnos en mi auto giro a ver a mi amiga
-quedate en mi casa, no quiero ver a Liam- bajo la mirada mientras mis ojos se cristalizan
-descuida, no pienso despegarme de ti. ¿Puedes conducir?- niego con la cabeza, se sienta en mi lugar y enciende el motor. Durante el camino no decimos ni una palabra, lo cual es mejor.
Llegamos a mi casa y nos dirigimos a la entrada principal abro y veo a mi hermano ¡que mala suerte la mía! Se pone de pie y camina hacia nosotras
-¿dónde pasaste la noche?- inquiere
-en casa de Aby, y no quieras ocupar el rol de papá. No necesito recordarte que eres mi hermano- hablo molesta, es lindo que me cuide pero no ahora. Solo quiero subir a mi cuarto y llorar en paz.
-¿estás llorando?- cuestiona, preocupado niego con la cabeza mientras bajo la mirada
-se que te preocupas por mi, pero para eso tengo mis amigas- respondo más tranquila. Él no tiene la culpa de mis desgracias, deja de mirarme y voltea hacia Sarah
-¿qué le pasa?- inquiere como si yo no estuviera presente. La rubia me observa unos escasos segundos donde le lanzo una mirada de 'no digas nada' aunque ya lo sabe.
-anoche bebimos un poco y contamos a anécdotas graciosas lo cual no fue buena idea porque terminamos llorando las cuatro- responde. Eleva una ceja
-que extraño tu luces muy bien- gira a verme - y tu tienes ojeras enormes- se cruza de brazos.
-el poder del maquillaje- responde ella, nos miramos y empezamos a reír, ni siquiera sabemos cojer una brocha solo usamos labial ,delineador y rímel . Mi hermano frunce el entrecejo
-¡están locas!- suelta. La tomo de la mano a Sarah y subimos a mi cuarto. Veo su mirada iluminada y no puedo dejar pasar ese detalle
-"tu luces muy bien"- repito sus palabras, ella niega divertida
-acuestate- responde, sus mejillas están sonrojadas. La puerta se abre y asoma la cabeza Liam ¿nos habrá oído?
-¿vas a ir al estadio el domingo?- pregunta
-claro- respondo. Él sale sin cerrarla ¡traidor! -¡olvidaste tu cola!- grito molesta mientras me pongo de pie y camino a hacerlo yo misma.
Después de dormir toda la tarde empezamos a escoger la ropa que usaremos en un par de horas
-¿es necesario que las acompañe?- cuestiono
-si, vamos te hará bien- responde. Sin mucho ánimo quito toda las prendas del clóset pero nada me convence
-mejor vamos a comprar algo- digo
-me parece perfecto- sin ordenar salimos rumbo al shopping.
-llama a las chicas talvez quieran acompañarnos - propongo, Sarah lo hace de inmediato, quedamos en encontrarnos allí. Detengo el coche a unos pocos metros del edificio, bajamos y caminamos hacia su entrada
-hola- chillan ambas al vernos, nos damos un abrazo grupal al separarnos entramos dispuestas a encontrar el ouflit indicado. Recorremos tres tiendas y nada logra agradarnos, salimos resignadas hacia otra
-la cuarta es la vencida- dice Mari
-eso espero- responde Aby. Buscamos entre unos vestidos, giro hacia la derecha y veo a Sophie la ex de mi hermano, le lanzó una mirada a Sarah, ella entiende de inmediato. Sabe que no la queremos y de echo ella tampoco nos soporta pero solo para molestar camina hacia nosotras
-¡eh cuñadita!- exclama, elevo una ceja
-ya no somos nada, afortunadamente- digo con fastidio.
-que graciosa eres- finge una sonrisa casi tan asquerosa como ella. -¿no te lo ha dicho aún? Regresamos hace un par de semanas- esboza otra falsa sonrisa
-no te creo, Liam ya tiene novia- hablo segura,  ella enarca una ceja
-¿ah si? ¿Quien?- pregunta, noto la rabia en su mirada
-ella- señalo a Sarah, Sophie la mira de arriba abajo
-¡no es su tipo!- responde. Da la vuelta antes de que pueda jalarle sus extensiones, se aleja rápidamente. Miro a mi amiga, ella está seria
-no es cierto, no le hagas caso- digo
-¿y si ella dice la verdad? ¿Y si ellos si se ven nuevamente? ¿Que va a pensar Liam de mi?- baja la mirada
-no va pensar nada, es nuestra palabra contra la suya. Soy su hermana y esa es mi ventaja- le guiño un ojo pero se que mi respuesta no la convence.
-dices que está loca entonces puede intentar lastimar a Sarah- dice Aby, ambas la miramos ¡es cierto! Olvide esa parte. No sé que decir me siento una tonta
-¡tranquilas! Estando juntas nada va a pasar- interfiere Mari, todas asentimos y seguimos mirando la ropa. Después de probarnos algunos atuendos encontramos los ideales, pagamos y nos retiramos.
Nos detenemos al lado de mi auto
-¿a que hora vamos a tu casa?- pregunto mirando a Aby
-ahora- responde.
-bien- se dirigen a su coche, Sarah y yo vamos tras ellas.
Aby deja su carro en la calle y yo entro el mío a su garaje, organizamos ir en el suyo a la discoteca. Entramos y comenzamos a arreglarnos; recuerdo escribirle a mi hermano para que no se preocupe
-¿a donde vamos?- inquiero viendo a Mari
-a bailar- dice como si no fuera obvio
-¿cómo se llama el lugar?- corrijo
-Smartbar- responde luego de pensar unos segundos. Escribo que estaré allí y el responde que también va a ir con Brandon y unos amigos más. Frunzo el entrecejo ya que no me agrada la idea.
En cuanto terminamos de producirnos nos tomamos varias fotografías. Aby viste un vestido rojo ajustado, que llega hasta sus muslos. Unos zapatos negros altos, Mari optó por una falda de charol roja y un top negro, unas sandalias negras. Sarah luce una falda tiro alto ajustada blanca y un top rosa, unas sandalias color beige. Yo también me decidí por un vestido ajustado y unos zapatos ambos color negro. Todas dejamos el cabellos suelto, nos maquillamos bastante. En realidad quien hizo maravillas ha sido Aby, ella sabe mucho y lo hace como toda una profesional.
Antes de salir tomamos un poco de vodka con speed para alegrarnos. Al terminar el vaso nos dirigimos al coche,  Mari enciende el estereo y encaminamos cantando "Sorry de Justin Bieber" en realidad gritamos, pero reimos felices y me agrada no pensar en ... Ethan.
Aby estaciona el vehiculo a unas tres cuadras, caminar con estos tacones debería considerarse un deporte extremo. Llegamos y seguimos una larga fila, Mari no exageró cuando dijo que es popular, después de los minutos más fríos de mi vida logramos entrar.
Buscamos la barra para comprar el primer trago de la noche, observamos el lugar y es realmente amplio además de moderno y bonito. El chico que prepara los cocteles nos pregunta qué deseamos ¿es mi imaginación o esta coqueteando? En realidad da igual ya que es su empleo; pedimos pantera rosa y él nos los entrega a los pocos segundos, caminamos hacia el centro de la pista y empezamos a movernos para entrar en calor. De vez en cuando mi mente me traiciona y pienso en Ethan, lo extraño pero recuerdo su rostro de placer y la rabia se apodera de mi. Recorro el lugar con la vista y a pesar de que las luces de neón no permiten distinguir demasiado logro ver a mi guapo hermano.
-vamos a saludar a Liam- le propongo a las chicas, esta rodeado de unos cuatros chicos y ella aceptan de inmediato ¡solo por eso! A mi hermano lo celo, solo puedo compartirlo con Sarah. Nos tomamos de las manos y avanzamos entre las personas, algunos nos lanzan una mirada asesina otros nos sonríen ¡idiotas! Logramos llegar a ellos
-¡hola!- gritamos todas a la vez, él y Brandon nos miran como si nos desconocen, los demás ríen y responden el saludo.
Sus amigos no son para nada feos, tienen cuerpos trabajados que en más de una ocasión les eché el ojo pero no me fijaría en alguno de ellos jamás, tenemos un pacto ¡nada de futbolistas!
Hacemos un gran círculo mientras bailamos, le paso mi vaso a Sarah ella bebé un trago. Siento que alguien me toma de la cintura y me gira
-estas hermosa- susurra Ethan en mi oído. Lo ignoro y solo volteo, las chicas me observan preocupadas agradezco que mi hermano no lo nota, me vuelve a girar e intenta besar mis labios, coloco la mano justo a tiempo para evitarlo
-ni siquiera lo intentes- digo seria
-se supone eres mi novia ¿por qué no puedo saludarte?- inquiere. Me cabrea aún más su cinismo -¿por que me ves así?- si las miradas mataran ya estaría mil metros bajo tierra.
-terminamos- espeto. Liam se acerca a saludarlo, se dan la mano.
-mañana hablamos, te amo- susurra antes de marcharse. Mi corazón golpea como si fuera a salir del pecho; un escalofrío recorre mi cuerpo, le quito el vaso a mi hermano y lo bebo de un solo trago. No voy a permitir que me vuelva a lastimar, ya no.



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En el texto hay: tristeza, amor, accidente

Editado: 24.05.2022

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