No era correcto

Capitulo 23

Tentadora, prohibida así era Valentina para él, pero también atrayente, no podía razonar del todo, no cuando probaba sus labios, cuando la sentía responder a su caricia. Entre aquel beso candente, la mente le jugo sucio a Damián se recordó siendo un chiquillo de escasos 8 años.
Con sigilo se había acercado hasta la puerta del despacho de su abuelo, dentro podía escuchar  la voz de su madre le pareció que lloraba, y fue por eso que se vio tentado a ir. La curiosidad y la angustia de saber lo que ocurría con su progenitora guió  sus pasos infantiles.
—¡ eres una cualquiera!¡ una sinvergüenza!— grito su abuelo, a través del ojal de la puerta Damián pudo observar sin comprender que sucedía.
—¡en el corazón no se manda!— lloro ella, y fue entonces cuando Damián en toda su inocencia abrió la puerta para ir a consolar a su madre. Al instante supo que no debía estar ahí, su madre hizo un gesto de horror al verlo entrar y su abuelo; su abuelo estaba de un color escarlata, incluso temblaba visiblemente de rabia. Cuando el hombre miro a Damián se dirigió a él, lo tomo con firmeza de un hombro obligándolo a caminar hasta quedar justo frente a su madre que no decía ni hacia nada, totalmente impactada por la presencia de su hijo.
— ¡anda!¡ dile a Damián la clase de porquería que sigues haciendo! —exigió, Damián comenzó a hiperventilar asustado, su abuelo jamas había sido un hombre de gritos. ¿que había hecho su madre para enfadarlo tanto?¿ porque ella lloraba y se cubría el rostro sin decir nada?¿ por que simplemente no siguió jugando y tuvo que ir ahí? Se preguntaba en silencio con los ojos fijos en su madre que lloraba con histeria.— ¡dile a tu hijo la clase de sinvergüenza que eres!— gruño sin dejar de temblar.
El despacho se lleno de los sollozos de su madre, la respiración agitada y brusca de su abuelo y de sus propios latidos, estaba asustado. A su lado su abuelo se inclino.— escucha bien Damián, así es cono se ve alguien que no tiene sentido de la decencia ni el honor. — dijo señalando a su propia hija, la madre de aquel chiquillo que no entendía que pasaba.
Aquellas palabras, causaron que la mujer reaccionara.—¡a mi hijo no lo metas!¡ papá tienes que entender...— comenzó a protestar.
Damián miro de reojo la puerta y pensó que quizá si corría podía salir de ahí sin que lo detuvieran, quería llorar, no entendía que pasaba pero su abuelo estaba muy cabreado con su madre.
—¡ a Damián lo metiste tu en todo este pútrido asunto!¡ te acepte con él, por él! ¡ dijiste que no mas, que lo dejarias que buscarías hacer las cosas bien!— reprocho y su voz se quebró con dolor ante la ultima queja.
—¡ el amor no entiende de normas sociales! ¡ deja de juzgarme!— demando.
Damián grito de pronto rompiendo la discusión, su abuelo le apretaba el hombro con fuerza excesiva y tan pronto como le hizo daño, dejo de hacerlo cayo al suelo de rodillas agarrándose con desesperación el pecho.
En aquel tiempo su edad, su inocencia no lo dejo saber lo que sucedía con exactitud, sabia que su madre había hecho algo malo, que su abuelo estaba furioso, que tras de aquel pleito el viejo que lo guió en aquellos años como padre propio no pudo recuperarse ni salir con vida del hospital a donde fue llevado aquella tarde.
"en el corazón no se manda". Escuchó claramente decir a su madre una vez mas, los labios de Valentina le supieron de pronto agridulces. Los errores de el amor ilícito de sus padres los habían pagado terceros; su abuelo, aquel medio hermano que creció en el abandono y él mismo, porque por causa de ellos sabia que no podía amar a Valentina... No sin que alguno de los dos saliera perdiendo demasiado. Ella sonrió en medio de aquel beso y Damián sintió con claridad como su corazón se estrujaba... La quería, quizá demasiado pronto, demasiado impetuoso, demasiado para el bien de ambos. ¿que diablos estaba haciendo?se estaba convirtiendo en un remedo irónico de lo que odio por años, estaba cayendo en lo prohibido mandando todo al cuerno por amor.¿ que mierda me esta pasando? Se cuestionó mientras la besaba y ella correspondía en misma intensidad. — debemos parar— susurro contra sus labios.
Ella negó contra sus labios y siguió besándolo.— no quiero— replico de modo infantil, su respuesta, su manera de contradecirlo aun en eso, lo hizo sonreír, estaba yendo contra lo que había prometido jamas hacer, estaba siendo desleal con sus principios, pero no quería dejarla, no tenia la voluntad ni la fuerza para seguir manteniendo distancia, así que calló no dijo mas y profundizo el beso que los unía.
—cenamos hoy— dijo él besándola con suavidad. Ella asintió bobamente.— en mi casa— añadió dejando un rastro de besos desde la comisura de sus labios hasta su mejilla.
Antes de que Valentina pudiera responder, El pestillo de la puerta chasqueo anunciando que alguien trataba de entrar al despacho, ante la puerta cerrada tres fuertes toques sonaron, logrando que ellos se apartaran.
Tras un breve minuto en que Valentina puso distancia y trato de serenarse, Damián abrió la puerta tratando de contener la molestia que le causo aquella intromisión.
— profesor, he querido mostrarle...— hablo inmediatamente Ericka en cuanto la puerta se abrió frente a ella. Sus ojos toparon con la chica castaña dentro de la oficina del profesor Urreiztieta y una mueca de disgusto cruzo su bello rostro.— me gustaría comentarle mi proyecto a solas.— pidió con los ojos fijos en Valentina.
Damián fruncio el ceño, no estaba dispuesto a pasar por alto las exigencias groseras de aquella alumna,sin embargo la voz de Valentina se escuchó.
— no le quito mas tiempo profesor, estoy de acuerdo en lo que me ha sugerido.— musitó tomando su mochila para ir a la salida, trato de no ver a Ericka por que entonces si estaba segura que no seria capaz de irse y dejar a Damián sólo con ella. " es su alumna, él es su maestro, soy lo suficientemente madura como para entenderlo" pensó positivo, Ericka entro a la oficina victoriosa. 
Sorbió aire tratando de controlar los celos, de no recordar lo que Carlos le habían dicho sobre la supuesta apuesta. al salir su mirada se topo con un par de ojos negros que la miraban sorprendidos de su actitud tan serena, le guiño un ojo con discreción y él sonrió a medias. "Puedo hacerlo" se dijo ella, porque lo quería de una manera intensa, insensata quizá pero sincera y por su amor se permitiría confiar en él.
Aquel guiño coqueto, la manera en que sin decir nada, Valentina le decía que tenia su confianza le hizo arrojar toda culpa a un rincón alejado de su razonamiento. A la mierda sus promesas, se dijo Damián, lo que sentía cobraba fuerza, bien valía la pena romper cada juramento tan solo por tenerla a ella.
Mas tarde al salir de clases Nuria revoloteaba llena de planes alrededor de Valentina.— hay una película nueva...— el sonido del celular de Valentina la hizo callar. Le lanzo una mirada cargada de picardía y sonrió maliciosa.— ¿el galán de las flores?— cuestiono.
Valentina río negando con la cabeza, el tono le anunciaba quien llamaba así que respondió a su amiga antes de responder su celular.— mis 
padres— aclaro sonriendo amorosa ante la idea de escuchar las voces de quienes la habían traído al mundo, saco el celular de un bolsillo para atender la llamada.-— Walmart buenas tardes.— respondió en broma como solía hacerlo, a su lado Nuria río divertida de su ocurrencia.
La sonrisa de amor por la llamada de casa se borro lentamente del rostro de Valentina.— estoy segura de que no puede...— dijo ella, al instante Nuria la observo con interés.— mamá quiero hablar con papá.— pidió Valentina y ante los ojos de Nuria la vio por primera vez llenarse de angustia y desesperación.
Incapaz de preguntar que sucedía, Nuria permaneció callada escuchando lo poco que su amiga decía,  cuando la llamada finalizo y Valentina se giro a verla trato de sonreír para aparentar que estaba bien como solía hacer siempre... Pero fallo... sus labios temblaron se abrazo a si misma y lloro. 
Con rapidez Nuria la abrazo.-—¿valu que ha pasado?— pregunto pero su amiga no respondía. Se había convertido en un manojo de lágrimas sin ápice de alegría y no podía hacer nada mas que llorar. Como pudo Nuria la guió a su auto, emprendió la marcha llevándola hasta el edificio donde Valentina vivía. Cuando ambas bajaron del auto ella ya no lloraba, hipaba susurrando" no puede hacerlo". Nuria insistió tres veces mas en saber pero Valentina parecía no reaccionar a su voz.
***
Caminaba hacia su auto, permitiéndose admirar los jardines de la facultad, de reojo al pasar por el centro, aprecio sin evitar sonreír el árbol de bugambilias donde tuvieran lugar algunos de sus pleitos con aquella chiquilla bocazas que lo hacia soñar despierto. Su celular sonó rompiendo sus memorias. Lo saco del bolsillo de su saco y fruncio el ceño con hastío al ver quien le llamaba.— ¿ que pasa ahora Nuria?-— gruño preguntándose que ridícula fecha festiva familiar había pasado por alto ahora.
— ¡necesito que vengas a casa de Valu!— exigió.
Ante la demanda de su hermana, Damián sintió que debía correr, aun así tenia que fingir no podía delatarse.—¿ ha pasado algo?— pregunto sonando sereno aunque apresuraba el paso hacia su auto.
Nuria soltó tres insultos.—¡ deja de darte aires de misterios conmigo! — grito haciendo que Damián cerrara un ojo ante el sonido ensordecedor que provocaba su hermana.— eres el jodido Novio de mi mejor amiga, no soy estúpida hermano, solo tu la llamas señorita Roa como el chiquillo que le llevo las flores la llamo, solo tu eres capaz de enviar ese tipo de flores por que al igual que yo sabes de su significado y por que he mirado la manera en que reaccionas ante ella, ante su nombre...— guardo silencio un poco, al otro lado de la linea Damián permanecía estupefacto de la astucia de su hermana.— ella te necesita, esta mal no me dice que pasa y...— suspiro.— Dami por favor, no se como ayudarla.— sorbió aire.
— estoy en camino— respondió pasando por alto la acusación certera de su hermana menor. Apresuro el paso para ir a donde Valentina lo necesitaba.
***
Poco mas tarde.
Cuando la puerta sonó con dos golpes, Nuria se apresuro a ir a abrir. Damián no dijo nada, se adentro al departamento y su corazón se encogió al ver a Valentina sentada en la orilla de la cama con la mirada cargada de tristeza y temor. 
Sus ojos se encontraron y ella lloro de nuevo, Damián cruzó con rapidez lo poco de distancia que los separaba, la abrazo dándole así un poco de consuelo.—¿ que sucede? — pregunto besando el cabello castaño de Valentina sin importar que Nuria los observara.
Valentina negó en silencio, temiendo hablar. 
Damián fruncio el ceño, con una mano le tomo el rostro obligándola a verlo a los ojos.— necesito saber que sucede, necesito que confíes en mi— pidió.
Valentina cerro los ojos, dos lágrimas se deslizaron por sus mejillas, imágenes cruzaron su mente, ella bailando mareada, musica tan fuerte que los oídos dolían, un chico de mirada divertida y maliciosa la observaba mientras se escuchaba decir no a si misma. Podía sentir su aturdimiento, la vergüenza, el miedo. Abrió los ojos y aquellos ojos negros que la dejaban sin habla aguardaban que respondiera, llenos de preocupación, de amor, de ternura. — no soy tan buena como crees— sollozo sus labios temblaron de nuevo.— ni inocente ni valgo la pena— añadió sin pizca de su característica alegría y optimismo.
Damián arqueo las cejas sorprendido ante las palabras escuchadas, pese a la manera cruel en que Valentina decía aquello él pudo ver en sus ojos avellanas mas allá de las lágrimas...  había miedo... Dolor y por eso la abrazo mas fuerte.— nadie es del todo bueno, Valentina, yo tampoco soy inocente he sido muchas cosas a lo largo de mis años no voy a exigir te que seas algo que yo no soy, pero lo que si no voy a tolerar es que digas que no vales la pena, eso si no, escucha bien, bocazas, eres demasiado, vales la pena y soy afortunado de que me correspondas— sonrió al ver la manera incrédula en que ella le veía atónita por su respuesta, le limpio las lágrimas con el dorso de su mano y prosiguió.— necesitó saber que sucede. — insistió.
Valentina trago saliva y entonces... Mirando a los ojos de Damián le hablo de la llamada recibida, y de aquel baile, aquella noche que la perseguía aun en el presente.
 



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En el texto hay: amigos, desamor, romance

Editado: 07.04.2021

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