No Eres Lo Que CreÍ

11

Me encontraba dando la vuelta numero quince en mi cama, no podía dormir. Parecía un reloj, en ninguna posición me sentía cómodo por mas de un minuto y por nada del mundo lograba conciliar el sueño.

A penas cerraba mis ojos, la sensación de aquellos labios me invadía en seguida y el cosquilleo volvía. Dejando completamente de lado la tarea de dormir y dejando el soñar despierto en su lugar.

Me estaba volviendo loco. Pero, ¿Quién no lo estaría después de besar a Laura? No sabía qué pasaría ahora y eso también me dejaba pensando. ¿Actuaremos como si nada o haremos algo al respecto? ¿Lo hablaremos o lo olvidaremos? O la pregunta más aterradora de todas ¿Significaba esto algo para Laura o fue algo momentáneo? Y así, entre duda tras duda, me quedé dormido al fin. A la mañana siguiente.

–¿Estas bien? Luces de mala muerte –dijo Mark cuando ya estábamos en los pasillos del instituto.

–Pareces un mapache –dijo David riéndose de mis ojeras.

–No dormí nada anoche –dije fingiendo indiferencia.

No podía decirles, pagarían el grito al cielo. Seguimos bromeando como si nada y en un momento en que me giré, la vi entrando.

Llevaba sus auriculares puestos y caminaba mientras revisaba su celular. Se quitó uno para responder algunos saludos y levantó la vista, encontrándose con la mía.

Justo en ese momento Liam llegó poniendo su brazo alrededor de ella. Caminaron juntos y cuando llegó cerca de nosotros nós saludo con una mano sonriendo y siguió de largo con él.

Mi corazón me dio un fuerte tirón ante un presentimiento, supongo que lo de ayer puede no significar mucho para ella.

En todo el día, cada uno anduvo por un lado diferente. Laura es una chica que a demás de caerle bien a muchos, es agradable con todos. Puede hablar con el grupo y la gente que quiera pero no pertenece a uno como tal, mayormente camina sola. E incluso Liam y los demás, solo están con ella por pequeños momentos.

Hoy, después de terminar las clases en el pequeño descanso, fuí a cambiar algunas libretas en mi casillero y los chicos quedaron en el césped afuera. En todo el día, no dejé de sentir el pequeño tirón que al inicio, cuando la vi muy cercana a Liam y más aún al notar que no parecía registrarme. Además de la mirada y el pequeño saludo de la mañana, no hubo nada más de hecho pareció ignorarme. Justo como antes.

Tenía todo eso en mi cabeza, saque el libro de biología de mi mochila y metí el de matemáticas, cerré la pequeña puerta y al hacerlo la imagen de Laura recostada en los casilleros me asustó.

Sonrió.

–Me diste un susto de muerte, Laura –dije poniendo una mano en mi pecho sintiendo mi corazón a mil, pero "¿Seguro que fue por el susto o es por qué Laura está cerca de ti?" Me dijo la vocecita en mi cabeza, la cuál intenté ignorar.

–Perdona, no fue esa mi intención ¿cómo estás? –dijo cruzando sus brazos.

En ese momento antes de poder contestar, escuchamos a un lado.

–¿Laura? –ambos nós giramos y una chica hermosa de cabello cobrizo y dos coletas sostenía un sobre –E- es para tí –dijo extendiendoselo a Laura, ella lo tomó extrañada.

–Oh, gracias linda –contestó Laura, la chica en seguida se sonrojo y salió disparada de nuestra vista.

Sí, esta era Laura y su encanto capaz de cautivar hasta a las chicas.

–Vaya, eso fue inesperado –dije haciéndola reír. Miró el sobre y luego a mí.

–¿Tengo siempre que acercarme yo para poder hablar contigo? –preguntó mirándome directamente alos ojos.

Esos ojos que me envolvían.

Entonces no me había ignorado porque no le importara si no ¿Por qué estaba esperando que yo me acercara primero?

 




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