Mi nombre es Sara Hill, nací en una familia de pocos recursos, por lo que siempre tuve que esforzarme el doble para darle una buena vida a mis padres, afortunadamente la vida me otorgó un gran talento y es mi gran imaginación para el diseño de cosas. Gracias a mi esfuerzo y talento conseguí graduarme de una prestigiosa universidad, así es como me convertí en diseñadora de ropa, aunque al inicio fue complicado encontrar algún trabajo para comenzar a generar ingresos, sin embargo eso no me detuvo porque soy una cabezona y siempre consigo lo que quiero, por mas difícil que sea, cuando algo se pone en mi cabeza lo tengo que conseguir a como de lugar.
Mi vida en general a ido como la planee, conseguí el suficiente dinero para iniciar mi propia boutique de ropa, creo mis propios diseños, principalmente vestidos de alta calidad, por lo que mi boutique ganó popularidad y clientes rápidamente, gracias a esto ahora clientes con grandes recursos me encargan el diseño de prendas exclusivas. Había conseguido tener ingresos de dinero bastante altos, inclusive mucho mayores a los que había siquiera imaginado en mi mente. Pero mis padres a quienes quería darles una gran vida en la que pudieran disfrutar su vejez juntos, fallecieron hace 4 años por una misteriosa enfermedad, al inicio no me había dado cuenta de su enfermedad, pero a medida que avanzaba el tiempo ellos cada vez empeoraron más, al final ningún médico supo darle explicación a la muerte de mis padres. El lugar donde mis padres fallecieron les diagnosticaron con alguna enfermedad aleatoria, simplemente para rellenar los papeles de su defunción, evidentemente para ellos era más simple rellenar los papeles con alguna enfermedad aleatoria que encontrar la verdadera causa de muerte.
Aquellos días habían sido un infierno en vida para mi, amaba mucho a mis padres, ellos me dieron la mejor vida que pudieron y me brindaron una buena educación para salir adelanté en la vida, a pesar que me esforcé para ayudarlos está vez, jamás pude retribuirles por todas las cosas que hicieron por mi. Afortunadamente no estoy sola en esta vida, tengo a mi esposo David y mi mejor amiga Diana, a David lo conozco desde que éramos niños y siempre estuvimos juntos, con el tiempo nos enamoramos y finalmente nos casamos, en cuanto a mi amiga Diana la conocí en mi primer trabajo en el que diseñaba vestidos para una famosa marca de ropa, nos hicimos muy buenas amigas así que le ofrecí trabajo en mi boutique y ella acepto encantada.
Era un día como cualquier otro, está vez tenía que diseñar un vestido rojo para un baile de graduación, la paga por el trabajo era bastante alta, puesto que la joven pertenecía a una de las familias más ricas de Inglaterra, aquella familia se encariñaron con mis diseños y se habían vuelto clientes frecuentes de mi boutique. Había estado pensando horas el diseño del vestido, pero lamentablemente ese día me sentía realmente mareada, esto debido a que la noche anterior no cerré los ojos ni un minuto, esto causo que me sintiera mareada por la falta de sueño, conocía muy bien los límites de mi cuerpo así que preferí volver antes a casa para descansar.
Cuando volví a casa abrí la puerta principal, pero comencé a notar que algo sucedía, en la entrada habían unos tacones negros que no eran míos y mucho menos de mi esposo, al inicio pensé que estaban robando o que David tenía alguna cliente de la boutique, sin embargo fue sospechoso que no me avisará, así que finalmente camine silenciosamente hasta que escuche venir la voz de mi esposo desde nuestra habitación matrimonial, me acerque a la puerta y note una pequeña apertura así que decidí observar.
Para mí sorpresa eran David y mi mejor amiga Diana quienes estaban teniendo relaciones sexuales justo en nuestra cama, cuando ví tan grotesca escena sentí que mi cabeza estallaría de la rabia, pero me sentía tan impactada por la situación que solo me quedé en la puerta llorando en silencio. Cuando terminaron su acto sexual, comenzaron a hablar acerca de algo.
—Oye cariño ¿cuando dejaras a la perra de Sara? —pregunto Diana, en un tono burlesco.
—Aun hay que esperar un poco querida —exclamo David.
—El veneno ya está tardando mucho David, ¿crees que se haya dado cuenta? —dijo Diana dudosa.
—Es así Diana, no tienes que preocuparte, ya sabemos que si funciona lo usé en sus padres y murieron hace 4 años —dijo David seriamente.
—Falta poco David, ¡y la boutique será nuestra!, tendremos todo el dinero que esa perra a ganado y ni siquiera sabrá que nos lo entregara todo —dijo Diana, mientras reía.
—Si seguimos dándole el veneno, solo le quedarán unos meses de vida, ya comienzo a notar como se cansa rápidamente todos los días —confeso David, estirando sus brazos.
Al escuchar esas atroces palabras sentí como mi mundo se vino abajo en segundos, David me había engañado, mato a mis padres y !ahora quería matarme a mí!. Es terrible, lo único que pude hacer es correr desesperadamente a mi boutique para intentar calmar mis nervios, solo el hecho de pensar que si no hubiese descubierto esa conversación habría muerto en unos meses es terriblemente desolador. Ese día mi cabeza se llenó de preguntas, ¿Porque David quería matarme?, ¿David mato a mis padres?, ¿Porque Diana me odia tanto?, fueron tantas las preguntas que finalmente mi cuerpo colapso en el sofá de mi oficina en la boutique.