No Eres Nada Para Mi

Capitulo 3: En mis pensamientos

Nuevamente desperté en la cama del hospital, mi cuerpo ya se sentía mucho mejor así que me dispuse a volver a mi hogar, a pesar de las horribles cosas que observé en mi habitación, tenía que volver, después de todo era mi casa y si pasaba más tiempo fuera de ella David sospecharía, y eso era lo último que querría, aún si David me engaño e intentaba matarme tenía que volver a ese lugubre lugar, ya que no estaba en mis planes dejarle todas mis pertenencias a David, solamente para que las disfrute con la perra de mi mejor amiga. Me levanté de la cama y luego tome mi bolso para guardar mis pertenencias, cuando acabe salí de la habitación y pague mi estadía en el hospital.

Cuando caminaba por el cemento de las calles de la ciudad, me sumergí en un mar de pensamientos que brotaron libremente por todas partes en mi cabeza, me sentía tan frustrada que en ese momento solo pude pensar en formas de vengarme de David y Diana, sin embargo un golpe me trajo de vuelta de mis pensamientos.

"¡Auch!" Fueron las palabras que salieron de mi boca cuando por accidente choque con un joven, el chico iba bien vestido con un elegante traje de una marca mundialmente reconocida, yo como diseñadora inmediatamente reconocí esa marca de ropa, por lo que me altere un poco en pensar que podría haber arruinado un traje tan costoso.

—¿Te encuentras bien? —dijo el joven, mientras extendió su mano para ayudar a levantarme.

—M-Me encuentro bien no te preocupes —dije, mientras tome su mano y como si fuera una pluma me levanto del suelto con facilidad.

—Que bueno, en verdad me alegro que estes bien — dijo el joven, expresando una preocupación verdadera.

Quedé sorprendida por las dulces palabras del joven, en verdad note que se preocupaba por mi bienestar, pero ¿porque?. En mi mente tenía fuertemente remarcado que las personas adineradas eran bastante altaneras y egoístas, eso lo sabía bastante bien gracias a las personas que llegaban a mi boutique, quienes suelen ser comúnmente así, por lo que fue en verdad impactante ver un joven tan amable, en verdad existen personas buen...

—¿Señorita?, ¿Está segura que se encuentra bien? —dijo el joven, nuevamente preocupado.

—¡Ah!, ¡Si yo bien!, Digo... En verdad me encuentro bien no se preocupe —dije, nerviosa.

El joven se rió por mis palabras, me sentí un poco avergonzada de mi respuesta, pero su dulce risa produjo en mi mucha calma, sentía que si lo abrazaba todo estaría bien. Todos esos pensamientos se esfumaron de mi cabeza cuando el joven se despidió con una sonrisa y entro a un automóvil de lujo. Me pregunté quién sería aquel joven, pero bueno no lo volvería a ver así que simplemente seguí mi camino hacia mi casa .

Al llegar a la casa entre agotada, mi cuerpo aún se sentía cansado, pero supongo que es normal luego que David me diera tanto veneno, arruinó mi cuerpo y salud, aún así tenía la esperanza de que aún no era demasiado tarde, si aún no muerto significa que los efectos del veneno pueden revertirse, pensaba constantemente eso para no afligir aun más mi debilidad corazón.

Entre a mi habitación y dejé mi bolso a un lado, para recostarme en mi cama, sin embargo me sentía sumamente asqueada en pensar que David y Diana se habían acostado en esta cama, volví a levantarme para preparar mi cena, David solía llegar más tarde así que aprovechaba estos momentos para relajarme, ya que cuando el volviera a la casa tenía que actuar como si todo siguiera igual, era agotador solo pensar en ver la maldita cara de ese hipócrita, pero no tenía otra alternativa. Para la cena me prepare un simple sandwich, cuando acabe de comerlo llegaron a mi pensamientos oscuros, me pregunté ¿y si David envenenó toda la comida?, Así no tendría que ocultar el veneno por la casa, sino que yo misma lo comía cuando desayunaba, almorzaba o cenaba, todos esos pensamientos me hicieron sentir un profundo asco, tuve que correr al baño para vomitar la comida.

—¡Maldita sea!, ¡David maldito bastardo!— grite desde lo profundo de mi corazón, mientras de mis ojos cayeron algunas lágrimas.

Rápidamente limpie mi rostro con agua y me resigné, tenía que actuar rápido y pensar algún plan para vengarme de David y Diana.

 




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