Pasamos tanto tiempo tratando de mostrar a otras personas lo valientes que somos, lo guap@s que somos, lo populares que somos, el dinero que tenemos(o no), lo interesantes que somos. Cuando volvemos a la realidad ya estamos tan alto del piso que la caída es como estar en un hoyo sin fondo, solo caer a través del infinito.
He aprendido en carne propia que en el mundo de las redes sociales puedes ser cual quiera. Puedes inventar a una nueva persona y ser la más ruda, la más hot, la mejor. Pero, a qué precio? A costa de tu personalidad? Es mejor sentirse el titiritero sin darte cuenta que eres el títere?
Todo esto comienza como una venganza y nadie está seguro cuando puede terminar.
Esta es mi vida, que por fuera se ve como todas las demás, pero, cuando entro en línea es mejor estar alerta.