Prefacio

Una de las cosas en mis quimeras, era publicar un libro y no iba a renunciar a mi sueño. Tomé mi último año de instituto para concentrarme en mi severa efusión por la literatura, así que con mi laptop entre manos, decidí llevar mi idoneidad a Wattpad.

Lo primero era adoptar un personaje principal y a pesar de todo lo demás, Adam tenía ese algo que me atraía, más a su historia que a él mismo. Él era el perfecto sinónimo del desastre. Ya saben, era de la clase de chicos con vidas descontroladas que fuman fuera de clases, que se creen machotes por tener una motocicleta y que no respetan a las chicas. No toleraba a ese tipo de estereotipo, pero tenía una historia buena entre manos.

Él no era el puto Aquiles del futbol, ni yo era una nerd pervertida. Él no era mi crush, ni yo su acosadora. Él no era el más popular del instituto, ni yo una víctima de la sociedad. El solo era el lindo chico de la clase de literatura griega que se sentaba en el puesto frente al mío y yo, una escritora frustrada interesada en una historia adolescente.

Dicen que toda bestia necesita una rosa y todo desastre una pizca de amor; creí que Adam necesitaba un poco de eso.