No es una historia de

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Leonardo

Estoy en un bar hace 3 horas y no quiero irme, lo que mas me molesta no es que se hayan besado, es que me hayan mentido, si el maldito beso no significo nada porque demonios Max no me lo dijo.

La mirada de miedo que tenía Gabriela no la puedo sacar de mi cabeza ¿le di tanto miedo?  Yo no soy así, no soy agresivo ni nada, pero el enojo que me provoco saberlo acabo venciendo.

Estoy borracho y no puedo conducir, ni siquiera puedo caminar por mi mismo, pido un taxi que me lleva hasta mi apartamento, no quiero entrar probablemente encuentre con Max y aunque tendré que darle una disculpa eso no será ahora.

- ¿Qué haces aquí? —pregunto al abrir mi puerta— ¿Cómo entraste?

-Pensé que te agradaría mi visita.

-No estoy para visitas Susan vete.

-Vaya, que grosero te has vuelto leonardo, echando a tu mejor amiga de tu casa ¿Qué te pasa?

-Quiero que te vayas.

-Puedo hacerte compañía.

La mañana siguiente

Me va a explotar la cabeza, ¿Qué tanto bebi anoche? Me levanto cuando me doy cuanta que estoy desnudo, ¿me quite la ropa? Probablemente si, me meto a la ducha tardando mas de lo que debería bajo el agua fría.

Hoy no tengo ningún deseo de ir a trabajar y no quiero ver a Gabriela, no porque no quiera sino porque no sé cómo pedirle perdón, no debí actuar como lo hice, si quiero que las cosas salgan bien. Porque, aunque parezca loco, aun quiero tener algo con ella, no se porque me altere si fue un beso fuera de borrachos del que no escuche explicación.

-Hola guapo. —escucho cuando entro en la cocina—

- ¡Susan! ¿Qué haces aquí?

-Ya se olvidó lo que paso anoche? Que caballero eres.

-No se lo que paso y no me interesa, quiero que te vayas.

-De verdad que eres un idiota, después de haber tenido sexo conmigo me echas como que fuera una puta.

-Susan, por favor.

Me da una mirada que si mataran estuviera mega muerto y dice unas cosas que no logro entender, cuando sale cerrando la puerta tras ella, me paso las manos por el pelo, ¿Qué hice?

2 días después

No me he aparecido por la oficina ni un solo día por lo que he estado trabajando en casa, las cosas con Max ya las arreglé, pero con Gabriela no, a pesar de que me ha llamado mucho con demasiado en estos días.

Hoy eso cambiara porque he decidido ir a su casa a y decirle de una vez por todas lo que siento y como me sentí y arreglar todo con ella, estoy debatiendo si subo o no subo en mi auto cuando la veo en una esquina.

Esta preciosa tiene un enterizo con girasoles y una coleta de lado, esta hablando con alguien que no logo ver quien les pasa unas bolsas, ella va super sonriente y si no lo hago ahora se que no lo voy a hacer.

-Gabriela!!! —la llamo haciendo que gire—

-Leonardo, estabas muy perdido ¿Qué haces aquí?

Me acerco a ella hasta estar frente a frente.

- Bueno yo, yo vine a pedirte disculpas, no debí actuar de esa manera y no soy para nada así, solo me enojo que no me lo contaran no el hecho de que se besaran al fin y al cabo no somos nada tu y yo.

-Leonardo no te preocupes por eso, entiendo que no te gustara y está bien.

- ¿Me perdonas?

-Claro que sí.

-De veras es un alivio, otra cosa es que…bueno…no sé cómo decirte.

 -Moviendo los labios, es mas sencillo de lo que crees.

-No tendría que asegurártelo, pero enserio me gustas y quiero que me des la oportunidad, yo…

-Está bien.

-Yo se que dijiste que no quieres una historia de wattpad, pero quiero que esto sea normal y… espera ¿dijiste que estaba bien?

-Si, empecemos de nuevo.

-Esto es increíble.

-Es un gusto conocerte, soy Gabriela Newman, —dice extendiéndome la mano—

-Es un gusto Gabriela, soy Leonardo Rojas. ¿Ya puedo abrazarte o tengo que esperar a la primera cita?

-Que tonto eres, ven aquí.

La rodeo con mis brazos, ella a mí y no podría sentirse mas especial, el olor a vainilla de su pelo es muy embriagador.

-Creo que tu pelo quiere emborracharme.

-Con que no veces estando así estoy bien.

-Quiero que hagamos todo lo que tu quieras, si quieres ir despacio esta bien por mi —susurro en su oído—

-ISABEL!!!

 Gabriela se separa de mi ten bruscamente qu tengo que tomarla del brazo para que no se caiga.

-Estas engañando a Javier con este?

Y ahí es que caigo que es su papa, tengo a Patrick Newman frente a mí.

-No papá, él es leonardo —se acerca abrazándolo junto con la mujer y la niña que hasta ahora me doy cuenta de que estaban ahí—

-Es un gusto conocerlo señor —le digo extendiendo mi mano—

-Me han hablado mucho de ti.

-Espero que cosas buenas.

-Leonardo ella es clara, la esposa de mi papá y esta hermosura es Maggie, mi hermanita. —me las presenta Gabriela—

-Es un gusto.

-Dejemos las presentaciones y subamos a comer.

-Yo, me voy, que tengan lindo día.

-Quédate a comer, de seguro que alcanza, no acepto un no como respuesta.

-Bueno, está bien ¿Cómo negarme?

Le quita las bolsas de la mano a Gabriela y se adelantan.

-Oye, no es obligatorio que te quedes, papá es un poco intenso y le puedo decir que se te presento algo.

-No, yo no tengo ningún problema, pero si no quieres que me quede…



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En el texto hay: romance, secretos, amorlaboral

Editado: 18.09.2021

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