No estoy en tu destino

Cap. 7

Hacerco sus labios a los míos. Y, me beso. Fue una hermosa sensación, cargada de emociones. Duramos unos segundos así, sus labios contra los míos...

Necesitaba de el.

-- Perdón por besarte... Quiero demostrarte que de verdad me importas. -dice muy serca de mi.

-- Yo... No se que decir... -agache la cabeza.

-- No hace falta que digas nada. -levanta mi barbilla con su mano.

Nos miramos directamente a los ojos. Y me volvió a besar.

Ahora tengo una nueva adicción.

-- Disculpa... No puedo resistirme a ti. -dice avergonzado.

-- No... pasa nada... -estoy demasiado sonrrojada.

-- ¿Podemos empezar de nuevo? Se que lo que te hice no lo olvidaras, pero quiero remediar mi error.

-- No creo que eso sea necesario...

-- ¿De... de que hablas?

-- Éramos niños, se que has cambiado... Además eso ya paso... Aprenderé a superarlo.

-- ¿Hablas enserio? -pregunta sorprendido.

-- Si, Yo... Te perdono. -sonrió.

-- ¿De verdad? -sonríe de oreja a oreja.

-- Si.

-- Alice, te amo. -me levanta entre sus brazos. -Te prometo que no te fallaré, muchas gracias.

-- Igualmente. -se que será así.

-- ¿Te puedo llevar a un lugar? 

-- Claro.

Recogimos todo, y llevamos las cosas a su casa.

 

-- No sabía que manejabas.

-- Lo hago solo aveces, prefiero caminar. -me guiña un ojo.

Me abre la puerta del carro.

-- Pase usted señorita.

-- Gracias joven. -me río. 

Toma  la ruta hacia una carretera.

-- Estoy nervioso por el partido de mañana.

-- No te preocupes lo harás bien. Además yo estaré con tigo, apoyandote. 

-- De verdad gracias. -toma mi mano y la besa.

 

Después de una hora llegamos. 

Nos bajamos del carro. El tapó mis ojos.

-- ¿A dónde me llevas? 

-- Es una sorpresa, no puedo decirte. -me dice al oído.

-- ¿Ya casi? -pregunto ansiosa.

-- Espera... -caminamos por unos minutos. -Listo uno... dos... tres... ¡Sorpresa!

-- Wow James... Ahh... ¡Me encanta! -estoy emocionada, me a traído a una playa, en la arena estaba escrito "ALICE TE AMO". Había un techo echo de palmeras, decorado con luces y rosas de color fiucha, mis favoritas.

-- ¿Te gusto? -pregunta preocupado.

-- ¿Qué si me gustó?... James ¡Me encantó! -corrí a sus brazos. -Gracias, nunca nadie había sido tan lindo con migo.

-- Con migo siempre tendrás este tipo de detalles. -le di un tierno beso en la mejilla.

-- Eres tan lindo... -me cargo y comenzó hacerme cosquillas.

-- ¡Nooo! ¡Bastaaaa! -digo muerta de risa.

-- Noo. -hace risa malévola.

-- ¡Yaaa! -intento apartarlo.

-- Esta bien pues, ¿Quieres comer algo?

-- No tengo hambre, gracias. 

-- ¿Entonces vamos meter los pies al mar ¿si?

-- Sii.

Nos quitamos los zapatos. El me cargo y me llevo a la orilla. 

Estuvimos jugando. Nos mojamos todos, así que nos fuimos a una parte onda.

-- ¡Aliceee! -grita James.

Pise mal y me caí, no podía ver nada y no podía levantarme, no porque no supiera nadar, si no porque el peso de las olas me ganaba.

-- ¡Te ayudaré! 

Todo era borroso, mis ojos se cerraron poco a poco.

-- ¡Alice despiertaaa! 

No podía abrir los ojos, pero si podía escuchar su voz. Me sentía demasiado débil. Trague mucha agua.

 

 




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