Se toma su tiempo para hacerme la pregunta.
-- ¿Qué harías si te pidiera que fueras mi novia? -dice casi en un susurro. La verdad espero a que un día lo haga, sería súper feliz.
-- Bueno... No lo se... ¿Por?... -claro que lo se, pero me da pena decirselo.
-- Por nada. ¿Recuerdas cuando íbamos en la primaria?
-- Si... Cuando te la llevabas en mi casa porque te gustaba la comida de mi mamá. - me echo a reír. A pesar de lo que pasó, fueron buenos momentos.
-- Si. Y nuestras pijamadas.
-- Inolvidables...
Ya eran las 11:30 p.m. Las horas se nos pasaron platicando.
-- Me divertí mucho, gracias. -digo al llegar a mi casa.
-- Yo también, gracias a ti. -me dio un beso en el cachete y se despidió.
Abrí la puerta de mi casa, todo estaba obscuro así que supuse que mis padres ya se habían dormido. Sólo me fuí a mi cuarto.
Te amo♡ Descansa y que duermas bien.
Le respondí y me quedé dormida.
-- Aggg -bostezo. -Son las... ¡Son las 12 p.m.! -digo al ver el reloj.
Cheque el teléfono, tenía casi 30 mensajes de James.
Hola♡
¿No as despertado?
Flojita despierta
Eyyy ya es tarde
NIÑAAA
Oye♡
Ya despierta
Oye princesa♡
...
Lo siento me acabo de despertar -le sonrió como tonta a la pantalla.
Me metí a bañar y me aliste. Me puse unos jeans ajustados y una blusa sencilla.
Oye ¿ya puedo ir por ti? Vamos a entrenar antes del juego.
Le respondí que si. Espere a que llegará.
-- ¡Amigo! -gritaron unos compañeros de James al verlo.
El traía el uniforme de basquet, incluso así se ve guapísimo.
-- ¿Podrías cuidarme esto? -James me dio su teléfono y su sueter.
-- Claro. Suerte.
Duraron 1 hora practicando. Yo lo observaba. La verdad es un jugador MUY bueno.
-- En menos de una hora es el partido, estoy muy nervioso. Me alegra que estés aquí. -le da un trago a su botella de agua.
-- Mira todo saldrá bien. Eres un gran jugador, no tienes de que preocuparte. -lo animo.
Por la puerta de la cancha entro una muchacha alta, rubia, traía unos shorts super cortos y una blusa que enseñaba demasiado. Ni si quiera hace tanto calor para traer eso.
-- ¡James! -se abalanzó sobre sus brazos. Me volteo para no mirarlos.
-- ¡Estefanía! -dice James sarcasticamente. -Alice, ella es Estefanía, Estefanía ella es Alice. -nos presenta.
-- Mucho gusto. -le sonrió. Ella solo me mira con cara de pocos amigos.
-- Si igual. -pone los ojos en blanco. Presiento que no le caí bien, aunque la verdad ella tampoco a mi así que no me interesa. -Iré a saludar a los demás.
-- Alice, ella es... -se sienta a lado de mi.
-- ¿Es?
-- Una ex. Pero no te preocupes, entre ella y yo ya no hay nada. -no lo esperaba, pero tampoco es que me importe mucho. Se que James no es la clase de chicos que engaña a alguien.
-- Entiendo.
-- Ya voy a jugar. - dice nervioso.
-- Suerte, lo harás bien. Te amo.
-- También te amo. -le doy un beso corto.
-- Cada canasta que enseste es dedicada para ti. -grita en medio de la cancha.
-- Iussss. -echan carilla. Me sonroje. Le avente un beso al aire.
Esta dando lo mejor de el.
-- ¡Vamos James! -grito para animarlo.
-- Ey ¿que eres de James? -pregunta Estefanía mientras se hacerca a mi.
-- Soy... -no quiero decirle que solo somos amigos. Se ve como es y de seguro querra algo con el. -Su novia. - James nos mira con cara de preocupación y le indicó con una mano que está todo bien.
-- ¿En serio? -pone los ojos en blanco.
-- Si. -Estefanía se fue enojada. Se a que vino eso. Y yo me río de ella en mis adentros. Devolví la mirada al partido.
-- Lo estas haciendo muy bien. - le digo a James cuando está en medio tiempo.
-- ¿Eso crees?
-- No sólo lo creo, es así. -le aseguro.
-- Gracias. Oye ¿De qué hablaron Estefanía y tu?, no quiero ser grosero pero no quiero que te lleves con ella.
-- Nada importante. Y si, no te preocupes ni si quiera me calló bien. -lo sabía, ella para nada es buena persona.
-- Dime.
-- Pues... Me pregunto que si que era tuya... Y le dije que era... tu novia. Pero sólo fue para que dejará de molestar. Esperó no te moleste.
-- ¿Porqué habría de molestarme? Al contrario me gustó que lo dijeras. -me guiña un ojo. Sonaron un chiflo. -A seguir jugando.
Encestó muchas veces.
-- ¡Esooo! ¡Vamos! -cada que encestaba me emocionaba muchísimo, y aplaudía como tonta.
Al terminar al partido corrí a abrazar a James.
-- ¡Felicidades! Sabía que ibas a ganar.
-- Todo fue porque estuviste aquí. -me estrecha contra su pecho.
-- Buen partido. ¿Deberíamos de ir a celebrar no? -pregunta uno de los compañeros.
-- ¿A dónde les gustaría ir? -pregunta otro. Todos propusieron que ir a comer. Y después de decidirse a donde, quedaron de ir a comer a un restaurante de sushi que quedaba serca.
-- ¿Quieres venir? -me pregunta uno.
-- No lo sé... No soy del equipo.
-- Exacto, no lo es. -se mete Estefanía.
-- Tu tampoco te recuerdo. -me defiende James. Me abraza por la espalda. -Vamos ¿si?
-- Esta bien. -sedo por fin.
La mesera nos tomo la orden. Cada quien pidió el suyo.
-- ¿Qué quieres tu? -me pregunta James. Nos hemos sentado en una mesa aparte nosotros solos.
-- Lo que sea.
-- Señora me da un lo que sea por favor. -bromea James y me hace reír.
Pidió los sushi y un refresco con dos popotes. E salido son algunos chicos pero ninguno a sido como James, apesar de aún no ser novios.
-- La verdad no tengo hambre.
-- Pero tienes que comer, o te regaño.
Editado: 06.07.2020