Después de unos segundos respondo:
-- No, sólo fue para que no molestará.
-- Aushhhh. -se toca el corazón dramáticamente. - Pronto lo seremos. -susurra.
-- ¿Qué dijiste? -apenas lo escuche.
-- Nada. -se ríe nervioso.
-- Aquí está su orden. -interrumpe la mesera.
-- Gracias. -decimos James y yo al mismo tiempo.
-- Provecho. -se retira.
-- Hora de comer.
-- No quiero. -la verdad no me gusta el sushi, pero intentaré comer por el.
-- Aver tienes que comer. Aquí viene el avionsito. -me comenzó a dar la comida como niña chiquita. -¿Vez? ¿Qué te costaba comer?
-- Mucho. -le sacó la lengua. -Aver yo también quiero. -hice lo propio, le di la comida en la boca.
-- ¿Ya nos vamos? Estoy llena.
-- Yo también. Espera deja me despido de mis compañeros.
-- Te espero afuera. -me despido con una sonrisa de todos. Y salgo. Detrás de mi salió una amiga de James.
-- Acompañame aquí atrás. -me dice. No se a que a venido eso.
-- ¿Para qué?
-- Tu sólo ven. -después de que me estuvo rogando, acepete ir con ella. La seguí hacia atrás.
Cuando llegue estaba Estefanía y James, parecían estar platicando. Pero entonces, se besaron.
No vi que James la apartara.
-- Sueltame. -James dirige la mirada hacía mi. -Alice no es lo que crees.
Me quedé unos segundos viéndolos a ambos. No creí que James fuera capaz de hacer algo así... Me di media vuelta y salí corriendo. No quería hablar con el.
Corrí lo más fuerte que pude, no pude evitar llorar.
-- ¡Alice vuelve! -grita el por detrás de mi pero no me detengo.
Corrí por las calles. Me crucé sin ver. No me percaté que un carro venía a toda velocidad.
Editado: 06.07.2020