Nos pasamos el resto de la hora discutiendo porque el dice que soy tierna y yo lo contradigo.
-- Callate. -le digo. Si sigue hablando no se de color me voy a poner. Estoy más roja que un tomate.
-- Callame. -me dan ganas pegarle, pero mejor lo beso. -Wow. Bonita forma de callar.
-- De nada. -le guiño un ojo. Ambos nos echamos a reír.
-- Tenemos que ir a clase.
-- No quiero. -hace pucheros.
-- James. -intento jalarlo, pero no puedo.
-- Estoy mimido.
-- James no seas simple. Levantate. -me hace mucha gracia que se ponga así. Pero debemos de ir a clase.
-- Hablo enserio. -hace sonidos como si estuviera roncando. Ya que logre levantarlo, nos fuimos.
-- Bueno novia mía, ve a tu casa, ponte lo que quieras. Te llevaré a comer. Paso por ti a las 3:00 p.m. -dice James cuando caminamos a la puerta. Me gustaría muchísimo ir a comer con el. Es la primera vez que iremos bien, y ahora no estará Estefanía para fastidiarlo.
-- Okey novio mío.
Al llegar a mi casa me aliste. Me puse unos jeans negros rasgados, una blusa rosa tipo top. Me rise las puntas. Me gustó el resultado.
James me ha mandando un mensaje que ya viene por mi. La verdad, nunca pensé enamorarme tanto de una persona, no creía en la idea del amor, ni tenía planeado que me gustara tanto, la verdad nunca quise un novio, ni pensé que lo necesitaría, creía que era una pérdida de tiempo, pero llego James y me hizo cambiar todas mis expectativas.
-- Amorrr abreme. -grita James en mi puerta.
-- Voyy. -me dijo amor, cada vez me emociona más.
-- ¿Lista princesa? -trae unos jeans negros y una camisola roja. Se ve guapísimo.
-- Si princeso. -me abre la puerta del carro y me subo.
-- Hoy te vez hermosa. -me mira de pies a cabeza.
-- G.. gracias. -aún me pone nerviosa.
-- Mira debajo del asiento. -había una caja. -Abrela.
La abrí. Eran dos sueteres. Eran aguacatitos, en ambos sueteres tenía la mitad de uno. Uno era rosa y el otro negro. Tenían nuestras iniciales detrás.
-- ¿Te gustan?
-- James ¡Me encantan! Son preciosos.
-- El rosita es tuyo, como se que es tu color favorito.
-- Muchas gracias.
-- No hay de que mi princesa. -me puse el sueter y el el suyo.
-- ¿Qué hacemos aquí? Dijiste que iríamos a comer ¿no?
-- Te engañe. -se echa a reír.
-- Oye ¿qué?
-- Bueno no, el plan principal era llevarte a comer, pero mejor te traje al parque de diversiones.
-- Oh... -me encanta la idea.
-- ¿No te gusta?
-- Claro que sí.
Nos subimos a todos los juegos. La montaña rusa, el martillo, el remolino chino. Me abrazo en todos los juegos.
-- Aquí voy. -lanzó el último dardo.
-- Aquí tiene su premio.
-- Para ti. -James se ha ganado un oso panda gigante, para mi.
-- ¡Es precioso! -nos tomamos muchas fotos. Me la pase de lo mejor.
Dimos un paseo por todo el parque.
-- Muchas gracias. Me divertí mucho. -le digo a James cuando me deja en mi casa.
-- Descansa. Hasta mañana. -nos despedimos y entro a mi casa.
"El es super detallista, yo nunca le e dado nada" me puse a pensar. Es tiempo que yo le regale algo. Vi la hora, espero que aún no hayan cerrado la tienda a donde iré. Fuí lo más rápido que pude. Compré cuatro pulseras de pareja e imprimí dos fotos de nosotros, una de hoy y otra de ayer. También compré una caja de regalo. Cuando me devolví a mi casa, me puse a arreglar el regalo. Metí las fotos a los marcos. Guarde todo en la caja, y le hice una carta agradeciendole todo y la puse hasta el fondo.
Tal vez no sea el mejor regalo, pero de verdad espero que le guste.
Editado: 06.07.2020