No le respondí el mensaje. No sería malo que viniera pero necesito terminar el libro, apenas llevo una página.
Quiero verte, así que iré. -me manda otro mensaje.
Saldré con mis padres ¿lo olvidas? -tal vez funcione.
Es temprano. Están trabajando mentirosilla.
Acabo de despertarme -debo de hacer de todo, pero es tan terco.
Entonces ponte un pantalón y ya. Voy saliendo, ahorita llego.
Y, no lo logré. Guarde las cosas lo mejor que pude. Me puse un pantalón y me medió peine.
Fuí a esperar a James a la sala. Entonces tocaron el timbre, es el.
-- Hola niña bonita. -dice cuando le abro la puerta.
-- ¿Qué onda vato? -se me ocurrió decirle eso. Me causa gracia.
-- ¿Qué? -se echa a reír.
-- Nada. Pasa.
-- ¿Porqué no traes el sueter? -entra a la casa.
-- Uy perdón. Ahora vuelvo. -salgo corriendo a mi cuarto por el sueter. -¿Qué haces? -pregunto cuando regresó. Esta en la cocina.
-- Veo tus fotos pegadas en el refrigerador. Eres adorable. -esta sosteniendo una foto donde estoy inflando los cachetes, tenía 5 años cuando mi papá la tomo.
-- Era. -lo corrijo.
-- Eres. -me planta con beso que me toma por sorpresa.
Después de que terminará de ver mis fotos, que no son muchas, nos fuimos a mi cuarto.
-- ¿Alice?
-- ¿Si?
-- No te vallas nunca de mi vida. -dice en tono suplicante. No pienso hacerlo.
-- No lo haré.
-- ¿Me lo prometes?, prometeme que no te irás.
-- Te lo prometo. -no tengo pensado irme de su vida, tampoco quiero que el lo haga.
-- Toma. -saca una cajita de su sueter y la abre.
-- ¿Qué es?
-- Es un collar que cuando lo prendes refleja "Te amo" en mil idiomas.
-- ¡Mucha gracias! ¿me lo pones? -retiro mi cabello de mi cuello para que pueda ponerlo. Y como dijo, cuando lo prendí se reflejaron los te amo.
-- Nunca será suficiente que te diga cuanto te amo, así que te doy este collar para que lo recuerdes siempre. - me quedé sin palabras, así que solo lo bese.
-- ¿Te... Te parece si salimos? -me percaté de que una página del álbum se a salido, no puede verla.
-- Si ¿a dónde?
-- A caminar. -lo sacó casi jalandolo.
Caminamos por algunas calles.
-- Aiñññ mira que bonitooo. -nos encontramos a un perrito. Es chiquito, café y peludo. Esta todo sucio como si llevará mucho en la calle. -Miralo es tan tierno.
-- Es igual de adorable que tu. -me da un pequeño toque en la nariz.
Seguimos nuestro camino.
-- Miraaa, nos está siguiendo. -parezco niña chiquita, pero los perros me emocionan mucho.
-- ¿De quien será?
-- ¿No tiene collar? -James toma al perro para ver.
-- No.
-- Eso quiere decir, que no es de nadie. ¿No los quedamos?
-- ¿Y que sea nuestro hijo?
-- ¡Siii! -estoy muy emocionada. Amo a los perritos.
-- Esta muy sucio ¿no?
-- Si. Pero no importa ¿verdad perrito? -caminamos a mi casa mientras yo traigo al perro en los brazos.
-- A bañarte. -pongo a llenar la tina del baño.
-- Iré a comprarle comida. Ahora vuelvo. -sale James del baño.
Aproveché que James se fue para guardar la hoja que se a caído.
Echo al perrito adentro de la tina. No se queja ni nada, se ve que está disfrutando mucho el baño.
Para cuando termino James regresa.
-- Se ve más lindo. -digo orgullosa de mi trabajo.
-- Se ve diferente. -dice James mientras pone el saco de croquetas en el piso de mi cuarto.
Le servimos un plato de croquetas. Las devoró.
--¿Cuánto tiempo tendría sin comer? -me puse melancólica.
-- No lo sé. Pero ahora no le faltará nada. -rodea con su brazo mi espalda y me soba despacio el brazo, yo dejo caer mi cabeza en su hombro, y ambos observamos al perrito.
-- ¿Cómo lo llamaremos?
-- Mmm no se.
-- ¿James? -me echo a reír.
-- Noo. -ríe.
-- Okey. Entonces... ¡Chimichanga! -no se porque ese nombre, pero se me ocurrió.
-- ¿Enserio? -se ríe de mi.
-- Sii.
-- Bueno tu decides. -nos tumbamos en mi cama.
Nos quedamos acostados mirando al techo, chimichanga se nos unió. Nos quedamos así por un buen rato.
-- Ya me tengo que ir. Otra cena con mis papás. -se levanta James. -¿Te lo quedas tu?
-- Si. Un día tu, un día yo y así. ¿Te parece bien?
-- Me parece perfecto.
Seguí con el libro cuando se fue James.
A las 11:30 p.m. termine la mitad del libro.
Me puse la pijama. Me acosté y acosté al perrito con migo.
Me quedé mirando el collar.
-- Aliceeeee. -me despierta mi mamá con un grito desde la sala.
-- Mmmm. -me levanto de la cama. No está chimichanga, creo que ya se porque grita mi mamá. La puerta de mi cuarto esta abierta.
-- Aliceeeee. -vuelve a gritar.
-- ¡Ya voy! -fuí a la sala. Y si, ahí estaba chimichanga. -¿Mande?
-- ¿Qué hace este perro aquí?
-- Es mío. Se llama chimichanga. Lo encontré ayer en la calle, pero no te preocupes, ya lo bañe, le di comida yyyy no tiene pulgas. -sonrió. -Cómo lo encontré con James, pues, un día se lo quedará el y otro yo. No te dará lata. Es tu nieto.
-- Bueno bueno. Llevátelo de aquí.
-- Okey mami. -me llevo el perro al cuarto. -¿Tienes hambre? Ten tu comidita. -le sirvo croquetas.
Seguí con el libro. Después de más de dos horas, por fin lo terminé. Fuí a tomar agua. Me cansé.
-- Mamá... -salí de mi cuarto, la vista se me nublo, me marie, no veía nada, sólo sentí el golpe en la cabeza.
Editado: 06.07.2020