No fuiste mas que solo una puesta

Capitulo veinte, temporada dos.

Al ya haber abandonado el CEO la sala de practica Tania miro detenidamente a cada uno de los chicos para luego despedirse con una reverencia de todos y volver a su casa.

     Pudo haberse quedado un poco mas de tiempo con ellos, pero la verdad era que aún no se sentía del todo preparada para eso.

 

          Estaba en la salida de la empresa cuando alguien agarra de golpe su mano causando que ella por instinto se detenga, a sus espaldas se encontraba Jungkook. – Tania, detente un poco por favor, casi saliste corriendo de la sala de práctica después de vernos… acaso ¿nos odias tanto? - soltó con un tono falso de pena mientras ella soltaba un suspiro y se daba vuelta.

     Al quedar cara a cara quedo completamente pegada, su rostro se tiño rápidamente de un rosado muy fuerte y su corazón se aceleró mucho, ¿Cuándo se había vuelto un chico tan atractivo?, Jungkook soltó una ligera sonrisa y acaricio con delicadeza su mano. - ¿Acaso me odias ahora?... ¿Ya no te causo lo mismo que era en secundaria? – soltó dándole inicio a su jugo mental.

     Intentaba controlarla emocionalmente.

Soltó con cierta brusquedad la mano del mas alto mientras lo miraba con seriedad. - Jungkook para, te dije hace mucho ya que no te quería ver… Y no empieces con tu ¿acaso nos odias?, tu sabes a la perfección la verdad Jeon, sabes porque no los quiero ver, sabes porque me fui tan rápido- soltó con fuerza mientras su voz se iba alzando y sentía con cada vez más fuera la ganas de llorar apoderarse de su cuerpo.

     Si bien suena como una idiotez de tamaña grandeza aun sentía muchas cosas al verlo a el y a los otros chicos.

Asco.

Afecto.

Miedo.

Odio.

Empatía.

Al hablar de esos chicos que eran parte directa de su vida tantos años atrás le tocaba decir que en ella e armaba un remolino de emociones enorme, tan fuerte y catastrófico que era capaz de destruir su vida en cosa de segundos.

     Jungkook rio esta vez con mas fuerza agarrando con ambos bravos su estómago debido a la fuerza de sus carcajadas mientras cambiaba completamente sus facciones. - Vamos Tania, deja eso atrás, éramos niños tontos y tu una estúpida niña enamorada… ¿Por qué no lo olvidas de una jodida ve y avanzas? – soltó en u tono brusco mientras metía sus manos e los bolsillos de su campera y volvía a entrar a la empresa dejando de lado a la temerosa y dolida chica.




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