No fuiste mas que solo una puesta

Capitulo treinta idos, temporada cuatro.

Los chicos se preparaban para empezar el ensayo cuando Fabian desapareció del grupo.

          Aunque bueno la verdad para ellos eso no fue importante, ante el punto de vista de los seis chicos no era mas que un niñato inservible, así que solo siguieron con los ensayos mientras el se paseaba por los pasillos en busca de la Tania.

          La quería de nuevo.

     Quería tenerla otra vez entre sus brazos, poder besar sus dulces labios y apoderarse de su hermosos y frágil cuerpo.

          Su cuerpo se detuvo rápidamente la lograr divisarla, estaba sentada en el ultimo piso de a empresa viendo con interés su celular… Soltó una ligera sonrisa mientras se aproximaba en completo silencio envolviéndola entre sus brazos… Pego un salto al verse consumida por el asombro mientras su celular caía al suelo quedando fuera de su alcance, Fabian la abrazo con mas fuerza mientras posaba su cabeza en el hombro de ella asustándola más.

          No la soltaría, en ese momento poco le importaba el hecho de que ella no estuviera a favor.

     Le daba igual a pesar de que se este consumiendo por el miedo y desagrado.

          La quería para el en ese momento y nada lo detendría, nadie lo podría parar ahora que estaban solos, poso rápidamente sus labios e su hombro repartiéndole delicados besos mientras le recordaba al coche anterior.

          Mientras la torturaba lentamente haciéndola sentir cada vez peor, sus castañas orbes se llenaron rápidamente de lágrimas mientras su cuerpo, guiado por el asco y el miedo que sentía, empezaba a temblar llamándole más la atención al chico, desesperada le empezó a suplicar que la suelte.

          Que se aleje de ella.

Ahora tenía claro que esto era en parte culpa de ella, ella fue quien se le acerco desde un inicio, pero jamás pensó en acostarse con él.

     Nunca imagino que terminarían trabajando juntos.

     No imagino que tendría que volver a verlo después de esa noche y mañana.

               En el momento en el que Fabia poso uno de sus brazos alrededor de su cintura fue que su cuerpo reacciono y le agarro con fuerza l brazos que aun tenia libre logrando así zafarse momentáneamente, alarmada no atino a mas que lanzarle un golpe rápido en la cara y salir corriendo de ahí sin su celular.

               Mientras corría por el pasillo haci uno de los baños su mente se vio inundada por mil ideas.

     Quería irse AHORA a su casa.

     Pero aun debía trabajar, hace poco había llegado y los chicos seguramente le estaban esperando.

¿Qué haría si volvía a tenerlo cerca?

¿Y si quedaban solos de nuevo?

Con el corazón a la velocidad de un auto de carreras dejo caer su cuerpo en uno d ellos baños mientras el aire abandonaba s cuerpo y volvía a desbordar en lágrimas.

Tenía miedo.

Mucho miedo.

Hace años que no le tocaba pasar por cosas así, ya no sabía cómo reaccionar.

Y a la vez no podía seguir escapando de eso no tenía dieciséis años, no podía seguir escapando de sus problemas so ocultándolos bajo una alfombra.

 




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