No le creas a una rubia

Capitulo 9 (Parte 2) los 18 de Kendall y Henry

Henry regresó al salón cuando aún faltaban unos cuantos minutos para que la cena se sirviera. Busco con la mirada por todo el lugar alguna aproximación cercana de Tomás y Alex, pero entonces Kendall apareció en su campo de visión y sé acercó a él.

-¿Qué te dijo la duquesa?

-Nada importante-contestó con desinterés acomodándose bien la corbata. Había optado por vestir un smokin negro y camisa blanca hechos a la medida  con zapatos de vestir también negros, nada más que en vez de usar el típico moño había  preferido cambiarlo por una simple corbata. Kendall le recordaba constantemente que el negro hacía resaltar mucho sus ojos azules, igual si usaba algo azul más que nada la insistencia era siempre porque ella no tenía el mismo tono de ojos así que tenía que proyectar su fascinación por ese color en su hermano-Te lo cuento luego.

Su hermana no quiso insistir más en el tema.

-Hermanitos Daltod-dijo un muy animado Bruno llegando acompañado de su padre-les traemos unos presentes de cumpleaños.

Ian Maxwell, padre de Bruno,  le extendió una caja de regalo a a Henry y Bruno una pequeña bolsa roja con la palabra Cartier a Kendall. Ambos los recibieron con curiosidad.

-Ábranlos, la curiosidad es asfixiante-dijo Bruno expectante.

Kendall fue la primera en abrir su obsequio, su gesto detonaba lo muy agradecida y emocionada que estaba por el pequeño pero muy costoso regalo.

-Es preciosa-dijo Kendall con latente entusiasmo mirando la caja de joyería que contenía un brazalete de oro en donde colgaba un corazón incrustado de pequeños diamantes-Muchas gracias, Tío Ian.

-De nada-contestó Ian satisfecho con el recibimiento del obsequio.

-¿Y las gracias para mi también?-exigió Bruno.

-¿Tú lo pagaste?-preguntó Kendall dudosa.

-No, pero lo elegí-contesto Bruno-Quédate 2 horas en una joyería intentando que no quieren venderte la corona de la Reina Isabel, es un trabajo duro.

-¿Por qué no abres tú también el tuyo, Henry?-pregunto Ian al ver que Henry no hacía ni el más mínimo intento de abrir la caja.

-Ah, si, claro-Henry buscó a quien pudiera sostener la caja, fue entonces cuando Xavier su guardaespaldas apareció a su lado.

-¿Le ayudó?-preguntó Xavier.

-Aja-Henry le colocó en los brazos la caja algo pesada, y le quitó la tapa, sus ojos estaban abiertos de par en par cuando vio lo que la caja contenía-¡No puede ser!

-¿Qué es?-preguntó Kendall asomándose por el encima del hombro de su hermano.

Henry sacó su obsequio aún con la mirada atónita por la sorpresa del objeto que sostenía en sus manos.

-¿Te gusto?-preguntó Ian preocupado porque quizá no había atinado en el obsequio de Henry.

-¡Por supuesto que si!-los ojos de Henry detonaban ahora la emoción al asimilar que uno de los mejores amigos de su padre le había regalado una cámara profesional-Muchas gracias.

Ian volvió a sonreír satisfecho.

-Que bueno que les gustaron sus obsequios.

-Si, nunca le había puesto tanto empeño a ningún regalo en la vida-hizo hincapié Bruno-Ni siquiera a los míos, y yo soy su hijo.

-No seas exagerado-rebatió su padre.

-Hubieras estudiado mejor arte dramático-le aconsejó Kendall  a Bruno palmeándole el hombro-serias más talentoso.

-Lo dice la chica que no se sabía los colores primarios-contraatacó Bruno.

-Algo de malo tenia que tener tanta perfección-admitió Kendall mirando a Bruno con franqueza.

Bruno iba a refutar su comentario pero entonces sonó una campana que anunciaba el inicio de la cena, para que todos pasaran a sentarse a sus respectivos lugares.

-Otra vez, gracias, Tío Ian-Kendall se acercó y le dio un pequeño beso en la mejilla agradecida, Bruno acercó su cabeza también pero ella en vez de hacer lo mismo le dio dos golpecitos en la parte de arriba de la cabeza- A ti también, Bruno.

Sonrió dulce y se fue hacia la mesa principal en donde cenarían sus abuelos, la duquesa, su hermano y ella.

-Si, muchas gracias, señor Maxwell.

-Henry ya te dije que también puedes decirme tío-insistió Ian-aun cuando no seamos familia, tu padre fue uno de mis mejores amigos por mucho tiempo y siempre lo quise como un hermano.

Henry dudo un momento.

-Esta bien...Tío Ian.

 

 

 

La cena transcurrió normal y en el tiempo que se tenía esperado, la comida constaba con grandes manjares e  ingredientes que deleitaron el paladar de todos los invitados. A la hora del postre se dieron entre dos opciones de pasteles, ya que Kendall amaba el de sabor chocolate pero Henry era alérgico así que por él siempre tenía que haber otra opción. El abuelo Daltod dio un pequeño discurso de agradecimiento a todos los invitados por su asistencia al festejo de cumpleaños de sus dos nietos mayores, Henry agradeció internamente que no hiciera ningún hincapié en las capacidades y fortalezas de cada uno ya que se sentiría muy incómodo de que hablara de lo tan perfecto que era como estudiante o como persona dado que no hace muchos días había pasado lo de la aguja espacial.

 

Los invitados empezaron a levantarse de sus lugares para ir a la pista de baile fue entonces cuando Alex aprovechó la distracción de todos y se escabulló entre la gente hacia la salida, unos ojos azules captaron su movimiento. Henry se separó de sus abuelos que parloteaban entre ellos y rápidamente se movió entre la gente cuidando que nadie más lo detuviera en su camino, camino unos metros alejado de ella mientras Alex apresuraba el paso.

-¿Va a algún lado?-le preguntó Xavier, su guardaespaldas tomándolo por sorpresa pero eso no impidió que detuviera su paso. 

-Voy a tomar aire fresco, necesito salir un momento-Henry no perdía de vista la dirección hasta donde Alex se dirigía-No me voy a tardar.

-Yo lo acompañó-dijo Xavier acelerando el paso igual que Henry. El guardaespaldas se percató de la atención del joven dirigida únicamente a la chica rubia que caminaba con paso apresurado frente a ellos.



#33233 en Novela romántica

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Editado: 09.08.2020

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