Capítulo 11: Espías del amor

13 de octubre del 2018

Kendall corría por todos lados en la habitación de Alex a punto de sufrir un ataque de nervios no encontrando absolutamente nada que la convenciera para usar.

-¿Ni Chanel?-cuestiono Kendall por tercera vez haciendo alusión a las marcas de alta gama.

-No, solo perfumes-contesto Alex recostada en su cama junto a Lara.

-¿Tan importante es que sea de marca?-preguntó Lara mirando el techo.

-Para alguien como Kendall si-respondió Alex.

Alex recordó la razón por la cual las tres estaban ahí.

“-¿Te gustaría salir?

La pregunta la había tomado desprevenida.

-¿Cómo?

-En una cita, ya sabes tú y yo, una cena o no se lo que sea que quieras hacer-había contestado Henry expectante a las reacciones de la rubia, en un principio había estado seguro que la respuesta fuera automática dado que siempre era así pero justo en ese momento mientras los segundos pasaban y la rubia no decía nada hacia que él se cuestionara sus capacidades de galán, al parecer la sonrisa y la mirada carismática no surtía el mismo efecto en Alex.

-¿Por qué?-cuestionó ella.

-Para conocernos mejor, ya sabes por el proyecto en pareja y eso-contesto Henry de manera vaga.

-¿O sea que es una cita para trabajar?

-¡No!, es algo más ¿Romántico?-contesto dudoso.

La mirada seria de la chica no le detonaba ninguna emoción haciéndole casi imposible poder descifrar lo que pensaba en su cabeza. Alex no estaba muy segura de querer aceptar, pero si sabia que ese era el primer paso para saber que era lo que Henry tramaba.

-Pero si no quieres...

-Esta bien-lo interrumpió aceptando su oferta.”

La razón principal por la que finalmente había aceptado a salir con Henry era porque se le estaba presentando justo enfrente la oportunidad de poder sacarle la información de una manera discreta, así que Kendall y ella habían platicado antes de que Lara llegara para que ambas fingirían que la cita era algo más en el aspecto romántico que realmente un plan muy planeado.

“-Se muy cautelosa y discreta-le había aconsejado Kendall.

-Bien, ¿Algo más?

-No, con eso es todo-contesto Kendall satisfecha.

-¿Todo?, ¿No me vas a decir que preguntar y hablar?-cuestiono Alex sintiéndose algo ansiosa.

-Eso lo dejare a consideración tuya”.

“Vaya suerte” había pensado Alex.

Consideraba qué tal vez podría ver positivo que Kendall le dejara la parte estratégica a ella, no tenía mucho conocimiento acerca de lo que pasaba en una cita pero había estudiado lo suficiente del tema como para saber cómo llevar una conversación,  esperaba que el pasar horas y horas con novelas románticas  le hubiera servido para llevar lo que leía  a la práctica de manera objetiva ya que claro, no tenía la más mínima intención de romantizar su relación con Henry. Hace años atrás  le había quedado claro que no esperaba encontrar al chico de sus sueños como en una novela literaria, así que solo fantaseaba con la idea del chico perfecto que era casi inalcanzable y en la vida real se dejaba llevar por los momentos, ya no era una romántica empedernida sino un ser realista en constante aprendizaje.

-¡Sabía que había algo bueno entre tanta desgracia!-exclamo Kendall emocionada saliendo del closet de Alex sosteniendo un vestido de manga larga color rosa palo.

-Ni en tus mejores sueños-rechazó Alex levantándose de la cama-ya no quiero usar mas vestidos.

-Tienes buenas piernas así que muéstralas-Kendall colocó el vestido extendido  sobre la cama. La prenda había sido un obsequio de la abuela de Alex en la navidad del año pasado, con la idea de que su nieta era lo suficiente femenina como para querer usarlo. Era corto, un poco más arriba de la rodilla con algo de vuelo, la tela era algo gruesa así que juntándolo con las mangas largas serviría como protección ya que las temperaturas estaban descendiendo considerablemente en Seattle, el color rosa palo le daba un toque elegante y hacía que no luciera para nada exagerado.

-¿Sabes a donde te llevará?-preguntó Lara ya sentada sobre la cama jugueteando con una de las almohadas pequeñas que servían como decoración.

-No tengo idea-Alex levanto el vestido-así que para no errar yo creo que unos jeans, unas bonitas botas y un suéter de cuello de tortuga serian perfectos.

-Te falta visión, amiga-alegó Kendall fastidiada-No vas a ir al centro comercial a comer burritos de un restaurante de comida rápida.

-Si fuera eso hasta en pijama-rebatió Alex con la clara intención de seguir molestando a Kendall. 

-A veces no se como somos amigas-se quejó Kendall volviendo a entrar al closet de Alex.

-Porque soy la única que aguanta tus rabietas, quejas y maldiciones-discutió Alex. Suspiro con resignación y le quito el gancho al vestido para ponérselo.

Se acercó a su tocador y eligió un par de aretes y un collar sencillos que pudieran hacer juego con el vestido, por lo menos quería sentir que algo de lo que usaba había sido elegido por ella misma.

-¿Y desde cuando te gusta el hermano de Kendall?-preguntó Lara con curiosidad.

-Pues...-Alex empezó a mover los mecanismos de su cabeza para buscar una respuesta coherente-No es que me guste así de que esté perdidamente colgada por él, pero es un chico agradable.

-Eso no es algo que diría alguien que está por salir con el chico más cotizado de todo el Seattle Elite-rebatió Lara-Estás cumpliendo el sueño de muchas chicas, además de que serás la envidia de todas.

“Vaya sueño”pensó Alex con sarcasmo.

-¿Tu eres una de esas chicas?-preguntó Alex con el propósito de cambiar la conversación.

-¿Que?¡No!-contradijo Lara preocupada porque se malinterpretaran sus palabras-Henry no es el tipo de chicos que me interesan.

-Claro, a ti te interesan medio retrasados y que se llamen Ryan-intervino Kendall saliendo del closet con unas botas blancas de piel a la rodilla con tacón grueso no muy alto.