// Flash Back //
—. Vamos chicos no molesten a su nueva compañera por favor, demuestren los modales que en esta institución se les ha de enseñar.
—. Profesora como vamos a respetar a una gorda, fea y cuatro ojos, además de pobretona.
—. Por favor Mike hacerme el favor y dejas de decir esas tonterías de Lilly si no quieres ir directo a la rectoría.
—. Uy que miedo le tengo a la rectora, me haré en los pantalones como Lilly.
Carcajadas salían de las entrañas de toda el aula, estaba de pie detrás de la puerta del salón en espera de la profesora con mis pantalones mojados por un pequeño accidente que tuve al no querer pedir permiso, me sentía avergonzada y llorando a más no poder, era la octava vez que me cambiaban de institución por el acoso escolar que recibía tras mi peso, realmente era una sensación horrible para mí, este tipo de comentarios me dejaban una marcada negativa de por vida.
// Fin del Flash Back //
—. Lilly, cariño despierta por favor…
—. Nath….
Al abrir mis ojos los cuales sentía pesados y ver a ese hermoso chico descamisado frente de mí sentí una vergüenza conmigo al igual que con él… Había llorado mientras dormía gracias a los sueños de mi pasado… Ese pasado oscuro que nadie conoce porque esa chica había muerto apenas logre entrar en la universidad.
Abrazar a Nathaniel eran mil años de vida, sus brazos me daban esa calidez que tanto pedía por lo que lo mire con mis ojos que desbordaban tristezas para darle un corto beso escondiéndome entre las sábanas de pies a cabeza.
—. Qué vergüenza que me hayas visto llorar… o me despiertes porque estabas preocupado…
—. Hey no te escondas, lo mejor es hablar… Puedes confiarme todo recuerda, soy tu caja de secretos.
Sentí como el fino material se iba desplazando por mi rostro hasta dejarlo a la vista nuevamente observando aquel rostro de preocupación, confusión y duda que tenía mi contrario, pero después de tantas miradas que pedían a gritos que le dijera, me hice a un lado para que él se sentara a mi lado a lo que decidí abrazarlo levemente.
—. Desperté en llanto por la sencilla razón que recordé mi pasado… Mi época de escuela… Aquella infancia que me marcó gracias al bullying en el cual el cariño de mis padres no era suficiente para soportar esas lágrimas que derramaba a diario… Yo estudié como becada en el Hilton sabes… Me faltaba solo un año y yo solo contaba con 13 años.
Sin mentirte desde pequeña empecé a ser madura porque el ver como jóvenes de 16 y 17 años me molestaban, me daba ese dato que los chicos de hoy en día se apegan a cualquier “juego” sin importar que eso puede lastimar a los demás… Yo sufrí demasiado, antes tenía unos lentes asquerosos que me hacían ver los ojos saltones ahora uso los de contactos o los elegantes como les digo yo que siempre llevo por prevención… En la universidad todo cambio no era tantas las humillaciones, sino que nadie quería estar conmigo Nath… Era la nerd por así decirlo, pero al igual la mejor artista por lo que muchas veces tuve varios problemas donde siempre terminaba llorando.
Mis padres se mudaron lejos por su trabajo, ahora están en la zona sur de América Latina, mientras yo me encuentro por acá tratando de vivir mi vida de la mejor forma… A pesar de todo lo único bueno que puedo decir es que te conocí a ti… Has sido un gran apoyo en verdad y prefiero no agobiarte con mi pasado… Creo que llore suficiente…
—. Me sorprende cada palabra que me has dicho siéndote sincero, pero sabes no me agobias con tu pasado de hecho me das pistas sobre cómo te sientes frente a las personas, estoy seguro de que tu temor viene de allí y es claro hasta yo me traumaría si viviera tu situación Lilly… Pero sabes hay algo más importante que todo eso y es que de mi parte tienes respeto y admiración… Eres demasiado fuerte cariño, has soportado tanto en tu corta vida que eres ahora mismo mi guía para seguir y ver que a pesar de los golpes que nos den podemos ponernos de pie.
—. No exageres Nathaniel eh… Estas exagerado mucho no soy fuerte soy débil… Me la paso llorando y todo me afecta eso no es de personas fuertes.
—. No cariño te equivocas y claro que no exagero… Llorar no es de débiles nunca pienses eso… Llorar también es de fuertes, pero seguir en la lucha es de super humanos ¿Ok? ¿Sabes cuantas personas prefieren renunciar a su vida cuando pasan por algo parecido como lo que pasas tú? La cuenta es grande y que tú no seas una de esas tantas me da por entender que eres un gran ejemplo a seguir así que te lo digo desde ya… ¡Quiero que seas la madre de mis hijos!
Mis mejillas tomaron aquel color rojizo carmesí de forma inmediata ¿Nathaniel me ha confirmado que quiere hijos conmigo? No puede ser… Poco a poco si voy comprendiendo que quiere algo serio conmigo… Por suerte hoy no había escuela, después de un par de charlas más quise invitar a Nathaniel a quedarse, pero este se me adelanto diciendo que tenía un par de cosas que hacer, no quería estar sola así que solo asentí bajando la mirada, pero unos labios chocaron con los míos en ese mismo instante a lo que abrí mis ojos algo sorprendida, pero sin dudar alguna lo correspondía con esa chispa que él derramaba.
—. ¿Quieres venir conmigo? Tampoco es que desee dejarte sola.
—. Lo dices en serio Nath… No quiero interrumpir o distraerte.