No me importa tú físico

Empezando una nueva vida

Al final puedo decir que Nathaniel me logro convencer de irnos con Saray a España, como se dijo con ayuda de su hermana este se graduó por la famosa "ventanilla", pero en vez de ser por qué no se merecía graduar a final de año como todos, fue por ser un grado más adelantado.

Tras hacer todo lo que constaba de papeleos, lo del diploma, los pasaportes, los pasajes, todo todito todo que nos dejará vivir en paz en el exterior, subimos a ese avión en los primeros asientos, estaba nerviosa a decir verdad, era la primera vez que me subía a alguna de estas máquinas y por varías horas de vuelo que no sería lo mismo, me coloque el cinturón aferrándome a este cuando unos brazos rodearon mis hombros viendo así a mi chico con una gran sonrisa en su rostro, no sé por qué siento que se va a burlar de mí por mi miedo...

—. ¿Qué pasa, acaso tengo cara de payaso? O ¿Por qué estás así?

—. Amor, pero acaso no te puedo sonreír.

Comenta para soltar pequeñas risitas, por mi parte solo le mire negando para poder abrazarlo mejor, coloque mi cabeza en su pecho para así poder cerrar los ojos y suspirar de forma profunda.

—. Me dan miedo este tipo de alturas mi amor... Por eso me pongo nerviosa...

—. Tranquila mi amor, nada te va a pasar conmigo a tu lado, no olvides eso.

—. Lo dices en serio Nathaniel...

—. Lo digo muy, pero muy en serio mi amor, vas a ver que no sentirás mucho miedo que digamos este viaje si te quedas dormida.

—. Lo intentaré...

Me aferré a su cuerpo al sentir el movimiento, el avión se empezó a mover dando su vuelta por la pista y al estar a punto de despegar me aferré aún más a mi novio hasta al no sentir nada... Ya estábamos a muchos pies de altura, pero Nathaniel solo me observaba cómo sí fuera una niña pequeña que tiene que cuidar, pensé que sé iba a reír, pero al ver que no solo pude darle un pequeño beso en sus labios.

—. En verdad te amo mi amor, contigo me siento bastante segura, y es verdad lo que dices no se siente para nada el movimiento...

—. Ves te lo dije amor, venga vamos a descansar un poco nos levantamos super temprano.

—. Traje una cobija así no nos resfriamos.

Sonrió para abrir mi pequeño morral de mano sacando una cobija algo amplia para así entregársela a Nath y que la pusiera en las compuertas de arriba, al momento que se volvió a sentar lo abrace acurrucándome en su pecho con la manta para estar calentitos durante las 5 o 6 horas aproximadas que duraba el vuelo.

—. Estimados pasajeros me ofrece informar que hemos llegado a nuestro destino, por favor abrochen sus cinturones para el aterrizaje.

Aquellas palabras las escuché levemente en mi entresueño, no puedo creer que pasamos todo el vuelo dormidos, desperté viendo que Nath estaba con su hermosa carita y algo de la manta en el portador de comida a lo que solo sonreí al verlo tan dormido, al ver por la ventana note que habíamos llegado, el aterrizaje si se sintió, puesto que brincamos al momento que las llantas tocaron el suelo, Nath se golpeó levemente a lo que solo pude reír junto a él, que horrible forma de despertar diría yo, pero bueno al final nos acomodamos y bajamos, hemos llegado a Madrid — España, fuimos por nuestras maletas para así salir observando que Saray se encontraba ya con Ross su novio a lo que nos acercamos a ella saludándole.

—. ¿Y bien chicos qué tal estuvo ese viaje?

—. Yo diría que bien hermana, aunque creo que ambos lo pasamos dormido, realmente no habíamos dormido nada en estos días por lo trajinado que han sido por los papeles y eso.

—. Oh mis chicos entonces deben estar cansados, vengan los llevaremos a su nueva casa.

—. Cómo es eso, Nath me dijo que viviríamos con ustedes.

Dije algo sorprendida, pero al ver que Saray soltó una pequeña risita y posó su mano en el vientre lo entendí enseguida, aunque Nath pareció no haber entendido.

—. Sin ofenderles ya no hay espacio en mi departamento.

—. Hermana, como es eso a quién vas a meter, o es que no quieres vivir con nosotros he.

—. Cariño, no digas eso no ves que ellos necesitan la habitación.

—. No entiendo solo explíquenme bien, porque hablan como en códigos.

—. Hay Nath, mira solo lee este documento y tendrás la respuesta.

Saray le extiende un papel en donde decía que tenía 2 meses de embarazo, Nathaniel abrió sus ojos para abrazar a su hermana con una sonrisa y después mirar a amenazante a Ross.

—. Tienes que cuidar ahora sí muy bien de ella.

—. Cuándo no lo he hecho cuñado, yo a Saray la amo demasiado y me alegra que formemos una familia.

—. Felicidades chicos, que bonito que tengan un bebé.

—. Muchas gracias Lilly, aún falta mucho para que nazca, pero podemos decir que ustedes serán sus padrinos.

—. Ese niño o esa niña será muy feliz con ustedes, ambos serán grandes padres y tiene unos tíos que los van a malcriar.

—. Nathi no digas esas cosas, no vamos a malcriar a nadie.




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