Capítulo III

Ibrahiza

Estamos llegando al club con Ana y pues ya estamos a punto de entrar, sólo le recuerdo a Ana lo que acordamos antes de salir de su casa, después de recordarle eso estamos al club y ella me dice.

-Mira Iza ese chamo que está alla arriba, no para de mirarte y aparte esta super guapo.

-Ana ¿de verdad?- me mira y se rie - ¿Qué acordamos?

-Esta bien, no te digo mas nada.

-Más te vale- le digo en forma de advertencia 

-¿subimos?

-Esta bien vamos 

Nos dirigimos asia las escaleras, vamos hablando de lo más normal, cuando, siento  que alguien me moja, pongo mi mejor cara (hágase notar el sarcasmo) y miro a la persona que me a derramado el líquido en mi vestido.

-¿qué te pasa?- le digo super molesta

-Lo siento, de verdad, no fue mi intención - me dice y por su acento me suena a que es Español- venía distraído con mi móvil y no preste atención, de verdad diaculpame- y lo acabo de confirmar, cuando dijo la palabra "movil" es una palabra que por lo general un venezolano no usa .

-¿lo sientes? ¿de verdad? ¿eso es todo lo que vas a decir?. Me acabas de mojar el vestido ¿sabes?. Vamos a ver si ponemos cuidado por donde caminamos y por donde vamos- le digo super molesta.

-Disculpa- me vuelve a repetir

-Idiota- le digo y sigo mi camino, Estoy super molesta

-¿Qué paso?- me pregunta Ana, ella no se dio cuenta de lo que estaba pasando porque siguió subiendo las escaleras pensando que yo iba detrás de ella.

-Nada sólo que un idiota que iba bajando las escaleras me derramó la bebida que cargaba en el vestido.

Ella se comienza a reír y la verdad no le veo la gracia, me acaban de derramar una bebida en mi vestido y ¿ella se rie? ¿de verdad?

-¿De qué te ríes?

-De nada, sólo de que el que te acaba  de mojar era el guapo que no dejaba de mirarte desde arriba y pues me dan ganas de reír la expresión  de ti cara-me dice y sigue riéndose de mi

-Ja ja! Que graciosa-le digo asiendo notar el sarcasmo. 

-¿nos vamos a sentar o nos quedamos aqui a que vuelvas y le pagues  con la misma moneda?- me dice todavía riéndose. La verdad no le veo el chiste, la miro mal

-Mejor nos vamos a sentar - le digo con algo de sarcasmo

Después que nos sentamos se acerca uno de los meseros del club y nos pregunta que vamos a tomar y Ana pide una botella de un volcán rusos-baltique 

La noche transcurrió normal después de que el tipo  derramara su bebida en mi vestido y a las tres de la mañana ya estaba  cada una en su casa.

***

Hola, volví.

Les quiero dar las gracias  por su apoyo aunque esta historia solo tiene el principio  veo que tiene apoyo y eso para mi es una motivación, ya que se que a las personas que les gusta puede que le haga sonreír y eso ya es mucho.

Gracias por leer

#LasSonrrisasAlimentanElAlma

Anyerlis Galiano