No puedo dejar de pensar en Ti

Capítulo Sesenta y Seis

Rodeando las nueve de la mañana el claxon del auto de Logan me hizo salir de casa cargando una pequeña mochila con mis pertenencias en el hombro izquierdo y una más grande en la mano derecha que Jay se apresura a ayudarme a cargar. Una vez me siento dentro del auto, Andrew conduce en silencio a nuestra primera parada. Un salón de belleza.

—¿Saben el nombre del salón? —cuestiono desde el asiento trasero viendo a Jay sacudir su cabeza al ritmo de la música.

—No, Logan solo puso la ubicación en el navegador. —responde Andrew deteniéndose en un semáforo rojo.

Me inclino asomando mi rostro en medio de ambos asientos observando la seriedad habitual en el rostro de Andrew mientras conduce con una mano en el volante y la otra acomoda su cabello con un aire despreocupado que lo hace verse muy guapo. Me concentro en mirar la dirección que marca el navegador con tal de encontrar una pista para saber a dónde nos dirigimos, pero simplemente es imposible así que regreso a mi lugar mirando por la ventana a mi izquierda agitando la cabeza al ritmo de la canción latina que Jay ha programado y a pesar de su volumen escandaloso, Andrew ni se inmuta con el ruido.

Mi tiempo transcurre disfrutando del ritmo de las canciones en compañía del peliblanco en el asiento copiloto como leyendo algunos capítulos de historias que han llamado mi atención y finalizando en admirar las fotos de los siete chicos en el feed de mi Instagram. El auto aparca en frente de una fachada minimalista, pero elegante. Bajo cargando el bolso pequeño seguida por ambos chicos que se mantienen en cada costado de mi cuerpo y llaman la atención de todas las mujeres dentro del hermoso establecimiento.

Es rosa, una gran mayoría de las paredes como muebles que veas a tu alrededor parecen sacados del mundo de Barbie. Paredes y techo de rosa, un par de mesas rosa con detalles en dorado y sus respectivas mesas de un tono más opaco, pero sin salir de esa gama de colores, en el techo cuelgan elegantes candelabros, una gran mayoría de los espacios predestinados para el corte de cabello están ocupados por diversos clientes sentados sobre sus sillas rosa, cubiertos por una tela blanca y un hermoso espejo de marco dorado situado en la pared de enfrente. No me desagrada visualmente, en su lugar me resulta curioso y llamativo, no tanto como para tapizar en el mismo estilo mi habitación, pero si lo suficientemente para crear un impacto significativo en mí.

Jay me regresa a la realidad cuando su mano toca delicadamente mi hombro para guiarme a la recepción donde Andrew ya se encuentra hablando con una chica de delantal rosa y situado en medio, en letra cursiva se lee el nombre del salón; B is for Beauty.

—Tomen asiento por favor, en seguida la llamaremos. —responde educadamente la mujer señalando los cómodos sofás rosa con cojines blancos en el área de espera situado en el sector derecho.

Los tres caminamos y sentamos en el único sofá libre recibiendo un par de miradas de las mujeres que esperan su turno leyendo revistas de moda, mismas que son tomadas de la mesa de vidrio en el centro. Jay suspira mirando las plantas en la repisa de la esquina y Andrew apoya su mentón sobre su palma con aburrimiento.

—Chicos, en serio pueden irse a casa y regresar cuando termine la cita. —les comento acomodando la mochila sobre mi regazo.

—Me gustan estas cosas. —asegura Andrew e intercambio una mirada cómplice con Jay notando el ligero temblor en sus labios—. Eso de cortar cabello, pintar uñas, teñir cabezas y maquillar personas es interesante por donde lo veas.

—Ajá. —respondo girando los ojos y miro a Jay interesada—. ¿A ti? ¿También te encantan estas cosas? —pregunto haciendo énfasis en la palabra.

—Sí, pero me tengo que ir en un rato. —un puchero se asoma en mis labios involuntariamente—. Logan me pidió llevar el almuerzo, conociendo a Mateo estará harto de ver el Titanic para el mediodía.

—¿No le gusta? —cuestiono sorprendida y miro a Andrew cuando suelta un leve gruñido.

—¿Por qué le gustaría una película tan ridícula, aburrida y poco interesante como esa? Ambos podían vivir. —se queja entre dientes el otro peliblanco.

—Bueno, tampoco me gusta mucho. —comparto obteniendo una sonrisa ladeada del chico—. Me dormí cuando mamá la puso —recuerdo sonriendo divertida y miro a Jay— en todo caso, ¿a quién le gusta esa película?

—Es la favorita de Justin —responde rápidamente sonriendo con ternura—, Jake prefiere Bajo la misma Estrella, pero comparte pañuelo de lágrimas con Justin al final.

—Son muy tiernos. —reconozco sonriendo en grande y me encojo sobre mi lugar muriendo internamente por la ternura que me genera la imagen mental creada en mi cabeza.

—Pero insolentes y mal hablados. —asegura Andrew suspirando cansado—. Te lo juro Veronica, no quieres verlos llorar por horas por la misma película.

Asiento, pero mentalmente estoy cruzando los dedos para anular esa respuesta porque obviamente quiero y deseo verlos llorar por la muerte de Jack.

Cuando el reloj marca las doce los tres nos levantamos de nuestro lugar para dividir en dos nuestros caminos, Jay se despide saliendo del salón y yo en compañía de Andrew subimos al segundo piso donde van a arreglar mi cabello y por las palabras del mayor, Logan ordenó que me hicieran otro par de cosas, quise llamarlo para pedirle que no es necesario tal gasto, pero Andrew recalca la importancia de que sea tratada por profesionales y no por un idiota con la autoestima flotando en las nubes.



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En el texto hay: jovenes, amor, amor novela juvenil

Editado: 14.01.2022

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