Capítulo 1

Me deserté temprano para poder desayunar tranquilo e ir a la universidad con tiempo, al ser mi primer año, tengo muchos formularios que llenar, la idea original era ir con mi hermana para no perderme, pero todavía no sé si eso va a ocurrir. Mía, mi hermana mayor, se encuentra cursando en su segundo año y todavía no sé cómo llegó tan lejos, es decir, es una buena persona y puede ser muy dedicada si quiere, pero la carrera de administración de empresas no es exactamente el lugar donde quiere enfocar su dedicación. Mía tiene un talento nato para la moda y es a eso a lo que quiere dedicarse, desgraciadamente, tuvo la mala suerte de nacer primero asique mis padres quieren que ella se haga cargo de la empresa y ella, al ser incapaz de decirle que no a nuestros padres, aceptó estudiar esta carrera en vez de irse a estudiar sobre moda.

El sonido de alarma “Krypton” interrumpió mi ya no tan tranquilo desayuno, al hacerlo se llevó el poco entendimiento que tenía, asique ahora, Mía iba a levantarse o iba a levantarse, ya no tenía otra opción

– Mía apaga esa cosa y apúrate. – le grito desde el living.

La alarma sigue sonando. Claramente no percibió la orden en mis palabras.

– Querida hermanita juro que como tenga que subir a apagarla yo mismo...– dije con la mayor calma posible –voy a subir con la botella más fría que encuentre en la heladera y te la voy a tirar encima.

Se escuchó el impacto de algo, que como me imagino, debe ser la pobre alarma reventándose contra el suelo, asique supongo que entendió el mensaje.

– Ahora bajo. – dice balbuceando desde su cuarto.

Me genera estrés que la gente no aclare a cuánto tiempo se refiere, y en este caso su "ahora bajo" fue una espera de casi una hora, una hora que nos atrasó y ahora me encuentro corriendo por los pasillos para que el profesor de mi hermana no le cierre la puerta en la cara.

–Sigue por aquí y dobla a la izquierda cuando estés por empezar el siguiente pasillo– dice casi sin aliento por la carrera que estamos dando.

Sigo sus indicaciones hasta llegar a una puerta celeste con un cartel que dice "administración" en letras tan pequeñas como mi paciencia. Golpeó la puerta y una voz masculina me indica que entre, al ingresar lo primero que se ve es un hombre fornido que luce más como entrenador personal que como una persona que pasa su día en un escritorio.

–Buenos días joven, mi nombre es Alejandro y soy el corresponsal administrativo– dice mientras pone a un lado una pila de papeles que estaba revisando – ¿En qué puedo ayudarte?

–Soy James Blackwell, estoy aquí para llenar unos datos y para recibir el cronograma de clases. – le informo.

–James Blackwell...– dice levantándose para ir a buscar lo que le pedí en un archivador – Veamos, tienes que llenar unos últimos datos en la planilla de salud y te dejo aquí tu cronograma, cuando termines solo busca una manera de pasar el tiempo mientras esperas que comience tu segunda clase porque la primera, la suspendimos para que tengan tiempo de hacer estos trámites.

–De acuerdo. –lleno la planilla y después abandono el lugar.

Tengo tiempo hasta mi segunda clase, me dirijo al exterior de las instalaciones para tomar un poco el aire y regularizar mi respiración, sin dudas no contaba con tener que correrme una maratón porque mi hermana no decidía si debía usar sombras caoba o corales en su maquillaje ya que no podía visualizar cual quedaba mejor con su ropa. Cuando salgo afuera mi mirada repara en que hay una chica leyendo en las gradas, desde aquí no logro ver que está leyendo pero si vino hasta acá supongo que no quiere que nadie la moleste, por lo que sigo mi camino.

Media hora después ya es hora de entrar a mi segunda clase, cuando llego,  el profesor ya está parado en la puerta esperando que sea la hora para cerrarle la puerta en la cara al siguiente que se retrase, me instalo y me preparo para esta clase.

<< "Nada mejor que empezar el día con historia del arte grecorromano"  dijo nunca nadie. >>