Gritos, es lo único que puedo escuchar en este momento, mi madre grita a todo pulmón. Entonces me levanto de un salto de mi cama y salgo rápidamente de mi habitación. Estoy asustada, no es usual que mi madre grite.
Al llegar a su habitación la encuentro sentada en la cama, su rostro está cubierto con sus manos mientras mi padre está parado frente a ella. Entonces mi padre me miró… una mirada horrorizada, pero a la vez seria…
Abro los ojos y me siento rápidamente en la cama espantada por aquel sueño… luego miro a mi alrededor encontrándome en mi oscura habitación, a mi lado se encuentra John, un periodista muy amigo mío, pero a la vez un excelente amante.
Tomo mi celular y me fijo que es considerablemente tarde para irme a trabajar. Me levanto de mi cama estirando mi cuerpo, camino lentamente hacia la ventana del cuarto y rápidamente retiro la cortina haciendo que una fuerte claridad iluminara mi habitación.
John abre los ojos rápidamente y se levanta espantado, se ha enterado que ha dormido conmigo, no son buenas noticias para él.
—Oh maldición, nos quedamos dormidos. —dice este levantándose rápidamente— Me matarán.
—Te quedaste investigando algo importante y sin querer te quedaste dormido en el auto. —cito la mentira que este dirá mientras observo como se pone su pantalón.
—Gracias y adiós, que tengas un buen día. —dice finalmente poniéndose su camisa. —Anoche fue fabuloso…
—Lo sé… mejor vete de aquí. —digo, John asintió, tomó sus zapatos y sale rápidamente de mi cuarto.
Es hora de iniciar lo que posiblemente será un tranquilo día, o al menos eso espero.
Después de haber finalizado con mi baño matutino y mi desayuno, tomo mi mochila y salgo de mi apartamento cerrando la puerta con llave. Vivo en un humilde y acogedor apartamento en el lado este superior de Manhattan. Al bajar las escaleras, salgo disparada del edificio dando un profundo suspiro, definitivamente hoy será un excelente día.
Me dispuse a caminar por la acera en búsqueda de mi auto aparcado, veo a cada una de las personas que pasan a mi lado, muchas caminan con prisa… corriendo para ir a un solo lugar, su amado trabajo. En lo personal no me quejaba de trabajar, es decir, tengo la suerte de trabajar en algo en lo que me apasiona.
Ser fotógrafa había sido mi sueño de niña, mi madre me había comprado una pequeña cámara al cumplir los 12 años y desde ese momento me enamoré de la fotografía. Pasé gran parte de mi vida estudiando fotografía, desde cursos gratuitos hasta ir a un gran prestigioso instituto teniendo un título de técnico superior en fotografía.
He recorrido casi todo el mundo tomando fotos, desde el parque Arví de Medellín hasta las calles de Tokio. Explorar es mi segundo nombre y mi cámara es mi fiel acompañante en todas mis aventuras. Para mí la vida es un gran reto, cada amanecer hace que los días sean diferentes. Y con tan solo saber que tengo un día más de vida, una gran felicidad toca mi corazón llenándolo de alegría.
Al llegar hacia mi auto, desbloqueo la alarma y entro en este encendiéndolo. Tengo que respirar profundo, pues sé que el tránsito a esta hora es verdaderamente terrible y con suerte puedo llegar a tiempo.
Cuando estamos en el auto, tenemos dos opciones. La primera es poner música y dejar que nuestros oídos se deleiten con la melodía de la canción, mientras la otra opción es entrar en tu mente y pensar todo aquello que te molesta. Lamentablemente elegí la segunda opción. Me fijo en las personas de la calle, en las parejas específicamente preguntándome seriamente que significa el amor para ellos.
A pesar de haber visto parejas que realmente parecían estar enamoradas, en el fondo era obvio que alguna vez esa relación iba a llegar a su fin. No me mal interpreten, si creo en el amor… lo que no creo es que sea eterno … más bien diría que es pasajero.
Aun no he conocido eso del amor eterno, de ese amor que pone a las mujeres estúpidas y llegan a tomar la decisión de casarse y pasar toda una vida con alguien. Ese amor es verdaderamente desconocido para mí, y lo digo porque he llegado amar a hombres verdaderamente buenos, pero a fin de cuenta el amor no era tan fuerte como para aguantar una relación más de 10 meses. Todo era igual, conocer al hombre, salir, ser buenos amigos, acostarnos, ser novios y ya, todo era tan monótono, no tiene sentido para mí.
Tampoco estoy loca por conocer ese tipo de amor, no está en mis planes enamorarme locamente de un hombre, pero también cabe la posibilidad de que alguna vez pase, digo, alguna vez debo de conocer lo que le llaman amor eterno ¿no?