¿Como había llegado a esta situación? ¿Como su vida dio un giro tan exageradamente irrazonable y hasta patético? ¿Porque?. Siempre había planificado todo, seguía las reglas. Cada paso que daba era premeditado, organizado y muy bien pensado. Nada podía salirse de su curso, porque ella siempre se aseguraba de que así fuese.
Bajo la vista a sus manos por vigésima vez donde sujetaba ese documento tan esperado. Meses y meses planeando cada detalle. Teniendo la certeza de que nada saldría mal, soñando con tenerlo en sus manos para que su vida se sintiese completa por primera vez. Ahora que ya lo tenía, nada era como lo esperaba y deseaba. Lo que estaba sintiendo en ese momento era tan doloroso que no podía controlar las lágrimas que caen sin ningún reparo por sus mejillas. Su pecho ardía y sentía que en cualquier momento podría dejar de respirar si fuese posible.
Ella había tenido una vida dura y dolorosa. Por esa razón se había jurado que no importara como, ella siempre tendría el control de cada paso, de cada decisión y de cada resultado. Luchó incansablemente para lograr grandes cosas, era propietaria de una cadena de empresas muy reconocidas en toda Seattle. Todos conocían de la gran destreza, talento y habilidad que poseía para los negocios sin ayuda de nadie y sin necesitar de un hombre a su lado, de hecho jamás uno le miró como mujer o se acercaron a ella de otra manera que no fuera meramente profesional. Ella no se sentía atractiva y no le presto atención a su aspecto físico porque entendía que no lo necesitaba y no era de mucha importancia.
Suspiro y guardo el documento. No era momento de dejarse caer. Nunca fue una cobarde y este no era el momento de serlo. Tomo una ducha, tratando de tranquilizarse lo más que pudo, cuando se sintió segura salió a la oficina de su abogado. Tenía que ser la mujer fuerte de siempre, ahora más que nunca.
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--¿Está usted seguro señor Smith?. Ese dinero que usted está mencionando no lo necesito ni me interesa el en lo absoluto. Una cosa sí es segura y es que no puedo quedarme con los brazos cruzados ante esta situación. Obviamente voy a continuar con la demanda sin ninguna objeción. Además, la otra parte perjudicada tiene todo el derecho de saberlo. No niego que esto me tiene de los nervios, pero Dios mío esto es inaudito. Se supone que era una entidad reconocida y muy respetable. Hablaban maravillas de sus servicios.
--Precisamente por eso Señorita Montgomery. Usted más que nadie debe saber que es la manera correcta de proceder. El dinero es algo meramente irrelevante, pero necesario mantener en la reclamación como corresponde. Los abogados podrían utilizarlo a su favor y complica las cosas aunque sea difícil de creer. En cuanto a lo otro que menciona, es posible que no obtengamos una respuesta positiva ciertamente. No todos los días este tipo de cosas pasan y mucho menos si nunca se deseo ser parte de algo como esto. Es más que evidente mi insistencia en que usted esté conmigo presente al momento de presentarnos ante el.--
Un silencio acaparó la oficina por unos cuantos minutos.
--Entiendo perfectamente lo que me está diciendo, como dije me mantengo en no creer que sea necesaria mi presencia. Es usted mi abogado, debe representarse ante todo y todos--
--Así es. Yo debo representarla en su ausencia y más, está en lo correcto. Necesito que entienda que debemos pensar con mente fría y esperar lo peor. Tal vez no pase a otros extremos, pero trato de adelantarme al peor escenario. Le pedí a mi personal que realizara una investigación, y siempre obtengo lo que quiero pero este hombre es muy meticuloso y está muy bien resguardado. Es evidente que solo se puede obtener información muy bien seleccionada. Eso me preocupa un poco. Y aunque usted no lo quiera aceptar, y puedo comprenderlo no me malinterprete, ciertos abogados suelen ir al grano utilizando conceptos y palabras con fines no tan condecorosos para obtener lo que quieren. ¿Entiende?-- su abogado la miro por unos segundos asegurándose de tener toda su atención y continuar--El que usted esté presente junto a mi seria como un símbolo de buena voluntad, por así decirlo, pongámoslo de este modo. Hay que hacerle ver que está dispuesta a todo, pero con su aprobación. En el peor de los casos le dejaríamos saber que igualmente continuaremos sin el. Sin importar cómo. --
--No puedo creerlo.-- suspiro.-- Yo soy la más perjudicada en todo esto y no necesito convencer a nadie de nada. Es mio y punto. Yo no permitiré que me lo arrebaten. No.-- el nudo en su garganta crecía más, con solo pensarlo.--
--Hace algunos días tuve una pequeña conversación con el señor Lackhart para constatar la cita a la que iremos. --tomo un sobre y se lo entregó-- En ese sobre tendra la única información que pudimos recopilar de este señor y podrá ver a qué me refiero, pero eso no viene al caso. Le hice creer que éramos socios en unas ventas de ganado y que era muy urgente reunirnos para discutir algunos asuntos muy confidenciales. El aceptó, y créame cuando le digo que tengo motivos para pensar que es lo mejor que se me pudo haber ocurrido. Hablar con el fue muy particularmente extraño.-- frunció el ceño.
Carraspeo para poder gesticular palabra-- Entonces, ¿cuando?--Su abogado tenía razón,y ella iba a luchar--¿Que tengo que hacer?--dijo de manera decidida. Las cosas no iban a ser tan fáciles, lo sabía. Pero ella no se rendiría jamás.