Después de varios minutos, de amenazas a Alisson, de que no asomara ni la nariz por mi casa o por el trabajo de Rafa, subimos al vuelo que nos llevaria a Grecia.
¡Estaba nerviosa! Me sudaban las manos, y las delgadas piernitas de pollo temblaban como fideos.
-¿todo bien? - Dylan tomó mi mano aferrandola con fuerza a la suya.
-si, todo esta bien- sonreí y el calló mi sonrisa con un beso casto en los labios.
Después de un par de horas, exactamente 18, de vuelo, desperté, llegamos al aeropuerto de Grecia.
Dylan me condujo por los pasillos del aeropuerto hasta llegar a una ventanilla.
La chica comenzo hablar en otro idioma, apostaba que era Griego, y Dylan comenzó hablarlo fluido. Yo me quede con la boca en forma de "O"
-¿encerio? ¿Cuantos idiomas más hablas? - pregunte sorprendida.
-habló ingles, español, girego, portugués, frances, Ruso y un poco de chino mandarin-
-¡wow! Estoy sin palabras, no me lo habias comentado. ¿A donde vamos ahora? -
- Atenas son 3 horas de vuelo mas, y de hay tu decides si volamos hacia la isla o lo hacemos en barco-
Sopese por un momento las palabras de Dylan, aun estaba abrumada, ¿quien lo creía? de estar sola, ahora estaba con un chico guapisimo, moja bragas, en un aeropuerto el otro continente, pero ese no era el detalle, en lo más minimo, era que estaríamos solos, ¡y yo era virgen! No sabia nada en temas sexuales.
¡Oh dios! ¡Que horror!
Yuli te recuerdo que venimos a disfrutar, eso de ponerte paranoica por que somos unas mojigatas, no me vengas con esos rollos ahorita, te lo dije ay que practicar, pero desde aquella ves en la ducha cuando sentimos esa sensación extraña al tocarnos y yo estaba emocionada ¡tu te fuiste cobardemente!¡Te pasaste!
Me sonroje por el curso que habian tomado mis pensamientos, y por lo traicionera que es la mente en ciertas ocaciones.
El trayecto fue agotador, decidimos tomar avion de Atenas hacia una isla llamada Milos, mis nervios se fueron cuando miré por la ventana, el mar tenia hermosos colores desde un azul cristalino hasta un azul rey en las profundidades del mar.
La isla desde el aire parecía una herradura, las casas, eran todas en color blanco. La vista era magnífica.
Un coche negro elegante nos esperaba, el chofer, un joven no mayor a los 35 años, ayudó inmediato a Dylan con nuestras maletas.
-Señor Miller ¡que alegria verlo de nuevo! - el chico saludó a Dylan con entusiasmo.
-vamos Andrés ya te he dicho que no me llames asi solo Dylan, Andrés ella es Yuli mi novia y te aseguro que será la proxima Señora Miller-
Andrés me miro con asombro, sus ojos me escanearon completa, aposté que era por mi simpleza.
Mi cara ardía, ¿señora Miller? de donde jodidos Dylan sacaba tanta tonteria.
Eso quiere decir que hoy hay pasión ¡por fin!
Mi conciencia celebraba casi de un modo irritante.
-¿a donde los llevó? ¿Al hotel de sus padres? - la voz de Andrés me devolvió a la tierra.
-no, a la casa que tengo aqui, por favor-
Después de unos minutos, llegamos a un callejon, Andrés aparco el coche, debido a la estreches de las calles teníamos que continuar caminando, Andrés llevaria nuestras maletas hasta la casa.
Dimos vuelta hacia un callejon empedrado, caminamos hasta dentenernos ante una casa completamente blanca de ventanales azul cielo y una enredadera con flores moradas y rosas en la pared iquierda de la casa.
Al borde estaba un pequeño presipicio inclinado, y al fono del azuloso mar. Al entrar un pequeño corredor con techo de bambú, plantas colgadas sobre las paredes y una pequeña mesa de jardín tambien pintada en el tono azul cielo, este último color contrastaba a la perfección.
El interior de la casa, era bastante rústico pero elegante, el piso era de madera, un sofa minimalista en tono azul gisaseo estaba en el living frente a la pared habia varios cuadros pintados al óleo simulando el bello color del mar de la isla, en el techo vigas de madera tambien pintadas en ese tono azul, y una mesa de centro sobre una alfombra gris
Camine en dirección a la cosina mientras Dylan se ocupaba de las maletas.
La cosina era pequeña habia dos ventanas a mi lado, ventanas grandes, y estas daban vista al mar, junto a la ventana derecha un comedor de madera rustica, sin mantel, habia un florero de vidrio transparente lleno de flores silvestres en color azules y blancas junto con lavanda y las sillas eran bancos de madera. A mi izquierda una barra con varios platos y vasos elegantes, una estufa, y un frezer.
-Nena, tus maletas ya estan en nuestra habitación , por si deseas tomar una ducha-
Escuche a Dylan y mi cuerpo se tenso ante la palabra "nuestra habitación".
-ok amor gracias-
Caminé hasta llegar a la puerta final de la cosina, ay bajaba tres escalones y habia una especie de balcón pero de madera completamente.
un columpio en forma de medio círculo colgaba de en medio y una cama se situaba del otro extremo, bajo el balcon, no muy alto estaba la cristalina agua color azul.
Me relaje un poco, pero recorde que Dylan queria nadar, ahora entendía lo que me habia dicho que nadariamos sin salir de casa.
Subi las escaleras y entre a la habitación todo me abrumo, el blanco predominaba en las paredes, una cama king size enmedio de la recamara, sobre la cabezera de la cama dos enormes vigas salian de cada esquina y doblaban hacia encima de la cama, sobre estas una tela en color blanca hacia un especie de techo a la cama esta era sabanas blancas, ¿que? ¡SABANAS BLANCAS! Una alfombra que simulaba plumas abarcaba toda La cama, del techo de tela de la cama colgaban varias casacadas de foquitos parecidos a los que se ponene en los pinos de navidad y frente a la cama una puerta doble que dejaba ver el ancho mar.
Camine hasta el cuarto del baño, deslieze mi ropa y abri la puerta corrediza de la ducha, donde solo encontre una tina, abri el grifo y esperé impaciente hasta que esta se llenó, mis nervios estaban a flor de piel.