Llevamos bastante tiempo bajando una pequeña colina rocosa, para llegar a la playa privada que esta tras la casa de Dylan.
Bastante tiempo para mi, en verdad Dylan ya casi bajá y yo sigo con deseos de bajar a rastras con las nalgas pegadas al suelo arenoso.
¡Me aterra el solo echó de imaginarme que me puedo ir de bruces y quedar sin ningun diente!
-¡vamos nena, ya casi llegamos!
¡Vamos nena! ¿Es encerio? Ese cabron esta por pisar tierra firme y nosotras aqui arriba muertas de miedo. ¡Por los clavos de Jesucristo! ¡Moriremos yuliana! Por nuestra estupida calentura.
-¡ya lo se! Tranquila-
Hablo para mi misma intentando calmar mis nervios y la paranoia de mi mente.
Al fin de unos largos minutos estoy en tierra firme ¡aleluya!
Dylan tiene puesto unos shorts de playa y se a quitado su camisa, dejando ver su perfecto abdomen y su perfecta V, haciendo que el ataque de panico que acabao de sufrir se desvanezca en el aire.
Terminamos de tender el pedazo de tela en color rojo con cuadros blancos para llevar acabo nuestro picnic.
Dylan abre la canasta que lleva en sus manos y comienza acomodar dos platos de porcelana en color blanco y dos copas, seguridad de una botella de champagne Moet, y unos bocadillos que no logro reconocer, supongo que es comida griega.
-antes de comer ¿te gustaria nadar conmigo preciosa? -
Asiento y Dylan toma mi mano y caminamos hacia el agua, las olas se arrastran sobre la orilla de la blanca arena, chocando y mojando nuestros pies, el agua es cálida, no helada como las playas de California.
Nos sumergimos en el agua, provocando que las olas arrastren mi esquelético cuerpecito como si quisieran desbaratarme, pero Dylan me acerca a su cuerpo situando sus brazos sobre mi cintura desnuda provocando que el contacto de piel con piel me hagan arder en deseo.
-¿te gusta el lugar? -
-¡es hermoso! Mas por que estoy contigo-
Le sonrió pero en este momento mi mirada esta sobre sus bellos labios, provocando que muerda mi labio interior en forma provocariva, haciendo que Dylan perciba mis intenciones.
Sin más que decir Dylan se acerca a mi y me besa de forma deliberada, provocando que mi cuerpo sienta reacciones involuntarias, mientras las olas se rompen contra nuestra piel.
Mi cuerpo ardiente exige más de el y sin pensarlo dos veces enrosco mis piernas contra su torzo aprisionandolo y exigiendo más besos intensos, movida por el deso desabrocho mi traje de baño que esta sujeto a mi cuello.
-Yuli, aqui no, no ahora-
La vergüenza se apodera de mi y siento arder mis mejillas, ante el bochornoso intento fallido de tener sexo con Dylan en la playa.
¿ES ENCERIO? ¡NOS VA A DECIR QUE ES MARICA!
Mi conciencia cochambrosa esta furiosa.
-¡lo siento! -
-no tiene por qué, lo deseo igual que tu, pero no aquí, esto es especial para ti, y haremos el amor esta noche, pero sera sorpresa-
La realidad de sus palabras me abruman y siento mi cuerpo temblar.
Después de una tarde de estar nadando y ver a Dylan aventarse de una roca al agua, nos acercamos a la orilla para comer algo, yo elijo un platillo llamado pastitso, es algo como lasaña, pero es a base de macarrones, carne y una salsa bechamel.
La champaña es exquisita por el nombre y sabor tengo la ligera sospecha que no es de esas baratas que mamá compra en el super.
La tarde comienza a caer y yo me siento nerviosa ante las palabras de Dylan, que siguen abrumandome, después de mi arrebato de calentura.
Caminamos hacia casa por otro sendero, Dylan me toma de la mano mientras que con la otra sostiene la canastilla donde llevaba la comida para el bello e intenso picnic.
Pasamos una bella plazoleta con una fuente situada en medio de ella. Hay gente en bicicleta y varios vendedores ambulantes, entre lo que mas se destaca son los bellos ramos de flores en grandes canastos.
Dylan compra un hermoso bouquet, de colores blancasz lilas, rosas y azules me lo ofrece y besa los nudillos de mis manos.
No pasa mucho tiempo hasta que nos paramos frente a su casa.
Los nervios me golpean con fuerza.
¿Realmente estoy preparada para ésto ?