Estoy frente al espejo del baño de la recámara, enredada en una tualla blanca que me queda ridiculamente larga, miro mi espeso y corto cabello caer en espirales por mis hombros, ya me eh lavado los dientes diez veces, el pequeño tubo de pasta dental esta por acabarse, me depile meticulosamente todo el cuerpo, y frote con jabón hasta mis fosas nasales.
Dylan esta en el balcón esperandome, después de una deliciosa cena con velas aromáticas y champagne del caro, desidimos mirar la luna en el balcón, por lo qué me vine a preparar para la noche.
Me siento nuevamente en el piso de madera sintiendo lo frío debido a la humedad que se cuela por la brisa del mar.
¡Ahora que hago! ¿¡Como debería vestirme!?
Mi madre a llamado para saber si estoy usando con responsabilidad los preservativo por lo que le he asegurado que no los necesito que este tranquila, por su parte rafael mando textos de amenaza hacia Dylan si llega a tocar un fino rizo de mi cabello. Haciendome esto más difícil de lo que pensé.
Yuli, yuli, ¿que putas te pasa mujer?, ¡joder! ¿No eramos las dueñas y amas de la calentura andando? Y ahora justo cuando nos van a desflorar ¿¡te acobardas!? ¡MIERDA YULI! ¡sólo sólo nos meterá el gusanito a la cuevita! ¿recuerdas esa historia de mamá? Cuando nos explico como se hacían los bebés, Pues es eso mismo ¡nada del otro mundo! Asi que levanta tu trasero y sal por esa puerta asi sin ropa ¿captas? Ok. Me boy a disfrutar la mágica y sexosa noche.
¡Te odio consciencia, mente, voz interna y todo lo que tenga que ver contigo!
¿Gusanito? ¿Cuevita? ¡Oh dios! ¿Y si no es un gusanito?
Me pongo un panty que Vivían me regaló en el aeropuerto, es fino en color negro, el encaje es transparentoso junto con unos delgados listones que se entrecruzan por ambos lados del muslo, me colocó un vestido de verano en color menta.
Abro la puerta y trago grueso, mis piernas tiemblan y mis manos Sudan a chorros, camino a paso lento, mis pies descalzos provocan el minimo ruido en la madera. Lo observó sentado en el columpio del balcón, su espalda ancha esta desnuda, y solo tiene puesto una bermuda negra, mi corazón parece querer salirse de mi pecho, bajo las escaleras y estas provocan un rechinido que alerta mi presencia pero el no se voltea.
¿Creera que estoy desnuda?
Avanzó un poco mas, inhalo todo el aire posible y me siento a su lado en el columpio.
-La luna es tan hermosa ¿verdad? -
-si, la luna es el satélite más hermoso de la tierra, pero tu Yuli, eres lo más hermoso de mi tierra, mi cielo e infierno-
Sus palabras provocan que mi corazón colisione por completo. Miro sus ojos y me pierdo en ellos por un instante, le sonrió, sintiendo como la sangre corre hasta mi rostro dejando el color rojo en el.
- sabés, este lugar es muy especial para mi, eres la primera persona que conose mi casa, ni mis padres, ni mis hermanos la conosen, es como mi espacio, el único lugar en donde puedo estar en Paz-
-¿en paz? No creó que seas persona de muchos problemas o ¿si? -
-no nena, pero como toda familia tenemos defectos, pero ahora noes momento de hablar de ellos ahora es nuestro momento, tuyo y mío-
La realidad de sus palabras me abrumaron.
-Dylan, ¿por qué yo? ¿Me has observado bien? -
-nena, no es necesario observarte para darse cuenta que eres perfecta para mi, tal vez para el mundo es distinto, pero en mi mundo tu eres perfección, eres luz, eres hermosa, eres a un mas hermosa que el azul de este mar, y si mil veces tendris que toparme con la chica haciendo desfiguros en el café, no importaría lo haria mil veces más-
Fue cuando me di cuenta de lo cerca que estábamos, sus ojos estaban fijos en mis labios y sin más los acercó hasta que chocaron con los mios, el contacto fue tibio y mojado, tan delicioso, que algo en mi cuerpo empezó a estallar, los movimientos de sus labios contra los míos torturaban cada parte de mi cuerpo aun sin tocarlo.
Sus manos acarisiaron mi piel desnuda de los hombros, mientras que las mias estaban en su torso desnudo, se sentía duro, al tiempo que intentaba darme una explicación a mi repentino deseó y exitacion.
Dylan paso sus manos hasta llegar a mi espalda baja, contactando con mi piel. Mi cuerpo empezó a reaccionar a el, instintivamente baje mis manos hacia su abdomen, se tenso un poco.
-Yuli- advirtió, pero no se alejó.
Estaba segura que yo no era de esas que tomaban iniciativa y menos de esta manera, pero lo amaba demaciado tanto como para querer que el fuera el primero en mi vida.
-si me quitas la cremallera del vestido, seria mas fácil-
No tuve que repetirlo dos veces, él se arrojó hacia mi, sentí sus grandes manos haciendo contacto con mi piel mientras la cremallera bajaba hasta que topo en mi cadera, me giro nuevamente hacia él y sus labios volvieron a envolver los míos.
Eclipsado para siempre mi cordura.
El vestido callo hasta mis pies, y me condujo hacia adentro de la habitación, sin despegar sus labios de los mios, caminamos a trompicones hasta que mis pantorillas chocaron con el bordo de la cama.
Dylan tenia enormes pectorales, sus brazos se envolvían por unos bíceps bien formados pero no exagerados, nunca me deteni a pensar en ello hasta ahora que lo vi con detenimiento cuando bajo su Bermuda y su bóxer quedo expuesto ante mis ojos.
Y entonces me quedé anonadada, Dylan tenia un enorme equipo de béisbol en su entre pierna, tanto que el bóxer parecía que explotaria de un momento a otro si no lo bajaba, ¡oh dios mio!, ¡eso no es un gusanito!
Mi corazón comenzó a palpitar a mil por segundo cuando se acerco a mi y rodeo sus brazos alrededor de mi menudo cuerpo.
-¿confías en mi?-
- Estas con tus manos sobre mi cuerpo desnudo, y estoy a punto de caer a tu cama ¿debo confiar mas? -
Eso le hizo darme una hermosa sonrisa yo definitivamente habia perdido la cordura.
-hay que usar condon-