♥ ´¨`•.¸¸.♫│▌▌▌│▌▌│▌capitulo 4 ▌│▌▌│▌▌▌♫´¨`*•.¸¸♥

‧̍̊·̊‧̥°̩̥˚̩̩̥͙  cuzia  ˚̩̩̥͙°̩̥‧̥·̊‧̍̊ 

hasta el regreso del descanso esperábamos a que la profesora nos entregara los resultados del examen sus muecas nos hacían entender que muchos no consiguieron una nota buena; seis o siete eran lo mayor que decía. Cuando se acercó a mi sentía mi cuerpo ansioso por saber cuál era mi calificación, solamente me sonrió

- nueve cuzia, Congratulazioni (felicidades) _se alejó, tome la hoja viéndola sonriendo. pude cumplir mi promesa, ahora podre ir a la plaza de la república con Ariosto como me lo había prometido. Solamente él y yo, estoy tan feliz.

-sí, lo logre

-Congratulazioni amica (felicidades amiga) _la mire_ te vez demasiado feliz

-claro que lo estoy Zaira. podre pedirle mi regalo a Ariosto

- ¿y eso que es?

-poder ir a la plaza de la república, quiero ver a los músicos tocar

-genial, pero. no creo que mis papás me dejen ir, saque siete

-el siguiente examen sacaras mejor calificación_ sonreí.

en el regreso a casa me mantenía de manera seria, pero dentro de mi estaba realmente emocionada por saber que podre ir a la plaza a ver a los músicos, a un violinista. en cuanto llegamos a casa baje buscando a mi abuelo.

-benvenuta signorina cuzia (bienvenida señorita cuzia)

- ¿e mio nonno? (¿y mi abuelo?)

-È uscito per occuparsi di qualcosa, signorina (salió a atender algo señorita)

- ¿mia madre? (¿mi mamá?)

-anche la signora se n'è andata (la señora también ha salido)

- ¿e riosoto? (¿y Ariosto?)

-Il signor Ariosto è in giardino, signorina (el señor Ariosto está en el jardín señorita)

- grazie (gracias) _me fui corriendo al jardín, lo miré sentado en uno de los sillones leyendo. baje las escaleras por el barandal hasta casi caer al césped haciéndolo verme

-cuzia

-Ariosto_ me acerque a él abrazándolo quien se rio

-algo realmente bueno paso en la escuela

-si_ me aleje para tomar el examen que doble y oculte de mi instructora, se lo entregue quien lo miro asintiendo

-nueve

-la calificación más alta_ se rio en bajo mirándome

-muy bien, cumpliste tu palabra. ahora yo cumpliré la mía, esta noche iremos a la plaza de la republica

- ¡si! _celebre saltando realmente feliz.

no podía ocultar mi felicidad, no podía estar más sonriente que otras veces. en la cena que estábamos solamente Ariosto, mi abuelo y yo reunidos no dejaba de mover mis pies ya esperando terminar. lavarme los dientes e ir a la plaza.

-cuzia_ lo mire_ hay algo que quieres decirme no es así

-si abuelito_ sonreí

-señor_ miro a Ariosto_ le había prometido a cuzia que saldríamos a la plaza de la república a ver a los músicos tocar si sacaba la nota más alta en sus exámenes

-saque nueve_ respondí al instante quien sonrió

-bien, no veo problema en que vayan mientras la cuides Ariosto

-se lo prometo señor

-ven con nosotros abuelo

-lo lamento cuzia, pero ya estoy viejo. ahora lo que quiero es ir a mi habitación y dormir

-de acuerdo señor_ sonreímos

en cuanto terminamos salimos en su auto hacia la plaza de la república. estaba en el asiento del copiloto viendo la ciudad iluminada de Florencia con gran admiración. me quedaba fascinada con todas sus luces radiantes, al haber llegado estaciono el auto un poco lejos por el reducido espacio.

caminamos tomados de las manos hacia la plaza, había personas paseando juntas por esta parte viendo a los músicos, malabaristas o comprando con los vendedores ambulantes. solamente que me acerque a dos chicos que tocaban los violonchelos.

otras personas se quedaban un momento viéndolos y otros les dejaban algunas monedas, solamente podía ver la gran habilidad de poder mover sus dedos al compás del arco para poder crear las increíbles melodías que sonaban, las manos de Ariosto estaban en mis hombros.

me sentía feliz de escucharlos tocar deseando un día poder ser igual que ellos, poder tocar un violín. poder... ser un día como el cuervo de Prusia. cuando terminaron no evite aplaudir ante ellos.

- ¿te gusto?

-fue maravilloso

-al parecer te gustara demasiado

-mucho_ lo mire_ amo la música de instrumentos de cuerda Ariosto

-cuzia_ se hinco mirándome_ no eres mi hija, pero cree mis palabras. puedes hacer todo lo que quieras, puedes ser todo lo que tú quieras cuzia. una gran empresaria o una gran artista del violín. tu solamente lo decides

-gracias Ariosto_ me acerque abrazándolo, pero sus palabras me hacían sonreír. poder ser quien yo quisiera, y lo que realmente quiero y amo es ser una artista en el violín. poder tocar en las plazas, ante mi hermosa Italia.