No somos iguales

Capítulo 11: No me conoces

Alison
Soy una estúpida, cómo se me ocurre besar al energúmeno de Dante, el idiota ahora va a creerse cosas que no son y lo peor de todo es que a mí sí que me gustó, pero soy una ilusa si me pongo a fantasear, Dante cree que ha besado a Clarisa y de mí no sabe ni mi nombre tan siquiera
- Estás bien? - Me pregunta Anthony sacándome de mis pensamientos, vamos en el auto camino a casa
- Sí, estoy muy bien
- Dante te molestó mucho?
- Un poco- Digo y bajo la mirada
¿A qué se refería Dante con eso de los amantes?, ¿acaso mi hermana traiciona a este hombre bueno que viene a mi lado?, sería tonta si lo hiciera.
En cuanto llego a casa abrazo fuerte a Christopher que me regala una gran sonrisa y se abraza de mi cuello con esos bracitos
- Tía - Me dice y yo lo abrazo más fuerte
- hoy iremos a ver a mami, quieres?
- Si - Me dice en su propio lenguaje el cual yo ya entiendo de maravilla.
Nos arreglamos y voy al hospital a ver a Margaret, los médicos me dicen que no ha mejorado ni empeorado, su estado sigue siendo el mismo, sé me salen las lágrimas al ver a Christopher mirándola, luego vamos a un parque que queda no muy lejos de la casa, necesito tranquilidad y fingir ser alguien que no soy no me tranquiliza, Clarisa podría tener mucho dinero y poder, pero todos la odiaban, no tiene amigos, o por lo menos hasta ahora no he conocido a ninguno, los empleados le temen y me he dado cuenta de que es una muy mala persona, el único que habla bien de ella es Anthony que parece cegado por su belleza y al parecer tampoco es muy cercana a su madre, ya que a esta la he visto una sola vez.
- Me da dos por favor?- compro par de helados y le doy uno a Christopher, este juega y corre por el parque ajeno a todos mis problemas.
- No sabía que te gustaban los parques- Dante se sienta a mi lado, me tenso al verlo ahí, ya no solo tengo que aguantarlo en la empresa, sino también en la calle
- Me estás siguiendo acaso?
- Pasaba de casualidad - comenta y a mí me parece que está mintiendo, me pongo nerviosa al ver a Christopher acercarse a mí
- Quiero otro - Dice el pequeño mirándome con una sonrisa
- Por supuesto mi amor- Yo le compro otro helado y se lo doy
- Cada día me sorprendes más - expresa Dante- Es más, nunca te había visto comer helado en la calle y mucho menos con un niño. Quién es ese?
- No te interesa Dante
- A ti no te gustan los niños Clarisa
- No me conoces - Le digo mirándolo y él fija su vista en mis ojos
- al parecer no, pero la última vez que hablamos de niños, dijiste que los odiabas, que eran pequeños mocosos que molestaban y lloraban todo el tiempo y que no soportarías uno a tu lado
- las personas cambian
- No tan rápido, ahora dime quién es el chico?
- Su nombre es Christopher, hijo de una amiga
- No tienes amiga
- deja de pretender que me conoces - exclamo poniéndome de pie - No sabes nada de mí, aléjate de mi vida Dante
- Disculpa, solo te daba conversación
Yo dejo de escucharlo, busco con la mirada a Christopher, pero no lo veo, doy unos pasos y grito su nombre, unos segundos, solo eso fue lo que me entretuve por hablar con este hombre y ahora no veo al pequeño
☆☆☆
Dante
Clarisa - Le digo al ver que ella me ignora, luego la miro, parece preocupada y mira hacia todos lados, sigo su mirada y me percato de que está buscando al pequeño, al cual no veo
- Christopher - la escucho gritar mientras da vueltas- Dios mío dónde estás - Ella camina por el parque y yo la sigo, me fijo en que está a punto de perder el control, las manos le tiemblan y está asustada.
- Clarisa - la tomo de los hombros para que se calme - Vamos a encontrarlo
-Aléjate de mí - Ella me empuja y retrocedo unos pasos - esto es tu culpa, si no me hubieras entretenido no lo habría perdido
- Vamos a encontrarlo, no debe estar lejos - Le digo, pero ella comienza a llorar desconsoladamente
- No puedo perderlo, no como a Ben- Dice y aunque no entiendo de qué habla la atraigo hacia mí y la abrazo, siento como sus lágrimas mojan mi camisa y la abrazo más fuerte
- Cálmate, ahora vamos a recorrer todo este parque y daremos con el niño - Le digo limpiando sus lágrimas.
Comenzamos a caminar y a gritar su nombre y preguntamos a las personas de por ahí, unos metros más adelante vemos a Cristhopher, está con un hombre de la mano, Clarisa corre hacia ellos y los separa
- Deja al pequeño - Dice poniéndose frente al sujeto
- Quítate, es mi hijo
- No, no lo es, y llamaré a la policía
- hazlo, pero ni tú ni Margaret me van a separar de mi hijo - responde el hombre enfadado
- Fuiste tú quien los separó de ti al golpearlos, no dejaré que te lo lleves para que lo maltrates como hacías.
- Quién te has creído niñita- el hombre camina hacia ella, pero yo corto su camino y me pongo frente a él
- Apártese señor
- Ese es mi hijo y me lo voy a llevar
- Si quieres hacer eso arreglemos esto en la policía, le parece?
- Te crees muy machito no?- el sujeto saca una navaja y retrocedo un par de pasos
- Roberto - Clarisa me aparta y se acerca a él - No hagas una tontería y vete
- Esto me lo vas a pagar, ya se lo cobré a Margaret y ahora iré a por ti - Dice señalando con la navaja a Clarisa.
¿De qué conoce Clarisa a este sujeto? Y quién es su amiga si yo nunca he conocido que tuviera alguna? Cada vez pienso más que esos ojos azules que me miran son desconocidos.



#1860 en Novela romántica
#667 en Otros

En el texto hay: secretos, amor, niño

Editado: 07.12.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.