Han pasado tres semanas desde que entré a la U, semanas las cuales se pasaron volando, no soy la chica nueva y solitaria que creí que sería; en la primera semana Sophie y yo nos conocimos más y entablamos una amistad, en la segunda conocí a Leo y a Sam los hermanos Price; son muy graciosos así que ya hacen parte de mis nuevos amigos, en la tercera semana Sam me presento a Emily Steel; su novia; nos caímos súper bien y cuando no estaba con Sam; estábamos conociéndonos, así que ya tengo cuatro nuevos amigos en la U y una en la localidad.
18 de febrero; no tuve clases hoy; así que en la mañana me levanté e hice mi rutina diaria antes de contestarle a Keith sus mensajes; en los que me decía que vendría a qué pasáramos un rato juntas, al llegar hicimos un desayuno rápido y nos pusimos a ver una serie que la estaban anunciando así que decimos ver qué tal. Ella recibió una llamada la cual era de su madre pidiéndole que fuera a casa, cosa que a Keith le molestó pero obedeció, así que nos despedimos y prometimos terminar de ver la serie juntas.
Decidí salir a dar un paseo por la zona ya que no quería quedarme sola en casa, además, es algo que amo hacer ya que desconecto mi mente de lo tóxico y de las redes sociales para enfocarme en la naturaleza, escuchar mi música favorita o leer un libro.
No había recorrido mucho desde que salí de casa cuando me tropiezo con un skate que estaba en medio de mi camino; rápidamente un chico que se encontraba al lado probablemente el dueño del skate reaccionó y evito que me callera
-eso estuvo cerca- me dijo él chico_ mientras que mi mente trataba de procesar y entender la escena de película que acababa de ocurrir
-disculpa- fue lo único que se me ocurrió decir
-JAJAJAJAJA- empezó a reír dejándome confundida al instante
- ¿Qué es tan gracioso? - le pregunté
- bueno, es que el que tiene que disculparse soy yo, no debí dejar mi skate ahí, estuviste a punto de abrazar el suelo solo por mi descuido.
Mi estúpida sonrisa falsa me delató la pena que sentía al caer en cuenta de mi inoportuno comentario y de que él aún tenía sus manos en mi cintura; él se dio cuenta y al instante las retiro, dejando un incómodo momento
-eres de esta zona?- me preguntó_ supuse que fue para evadir el incómodo momento
-si…sí
- que bien, nuestras casas están cerca, yo vivo aquí
- emmm ok- de mi mente no salía ninguna astuta palabra; así que por impulso y para no quedar más aún como una tonta le pregunté su nombre
-Jackson McCallister- me dijo mientras me estiraba la mano- y tú, ¿Cuál es tu nombre?
- Becky Santorini