- ¡Hyuka! - Beomgyu alzó su brazo, haciéndole una señal a su mejor amigo, quien rápidamente la captó y le lanzó el balón.
Huening Kai observaba cómo con movimientos ágiles el mayor esquivaba a dos de sus compañeros, dando un gran salto al final para encestar. El pitido anunciando una nueva victoria para la pareja se escuchó y el castañito no demoró en correr hasta el mayor, abalanzándose sobre él para abrazarle.
- ¡Ganamos de nuevo! ¡Ganamos, Hyuka! - El rubio se limitó a sonreír mientras intentaba quitárselo de encima, queriendo dirigir una mirada venenosa a todos aquellos que le miraban con clara molestia.
Kai Kamal Huening por lo general no era alguien muy activo durante las clases de educación física, no obstante, era particularmente talentoso cuando de baloncesto se trataba. Fue así como, en compañía de Beomgyu (quien simplemente resultaba ser talentoso en todos los deportes posibles), habían formado una dupla invicta que era tan odiada como envidiada por el resto de sus compañeros.
Y sí, el mayor pasaba por completo de las miradas dirigidas para ambos, demasiado acostumbrado a la marginación de su clase. Sin embargo, el menor no era tan bueno soportando que alguien mirara de mala forma a su mejor amigo y se estaba conteniendo para no ir hasta el resto y sacarles los ojos con sus propias manos.
- El amor de mi vida a las 12 en punto, repito, ¡Kai Kamal Huening a las 12 en punto! - Heeseung se detuvo en la entrada del gimnasio. Sus ojos bailaron juguetones sobre el lindo rubio que jugaba baloncesto y, aunque tener la oportunidad de verlo jugar lo llenaba de dicha, su sonrisa fue perdiendo un poco de brillo al notar al castañito que no dejaba de ir donde él para abrazarle. - Ah, en serio, estos Choi... - Murmuró para sí mismo, recibiendo miradas escépticas de su par de amigos.
- Espera, ¿él de verdad ha sido flechado por Huening Kai? - La cara de Yeonjun era un poema mientras observaba a Heeseung y Taehyun se encogió de hombros, un poco más acostumbrado a los estrafalarios gustos del pelinegro.
Un nuevo juego de baloncesto comenzó y el de cabello ceniza miró con gusto cómo el menor de los hermanos Choi se movía estratégicamente a través de la cancha, esquivando a sus compañeros con movimientos fluidos que parecían dignos de un bailarín.
- Ah, tiene tanta clase... - Admitió con júbilo, observando maravillado cómo el castañito volvía a encestar nuevamente.
- ¿Huening Kai? Por supuesto que tiene clase. - El más bajo frunció el ceño ante ese comentario de Heeseung, pues Beomgyu se encontraba nuevamente abrazando a su amigo en forma de celebración y Kai Kamal Huening levantó disimuladamente su dedo corazón hacia el par perdedor que no dejaban de verlos como si fueran asquerosos.
Sí, Kai Kamal Huening tenía clase, eso nadie lo dudaba.
- ¿Qué dices, Junie? ¿Tengo razón? ¿No es Beomgyu perfecto para nosotros? - No obstante, el peliazul hace rato ya se había perdido observando a la dupla jugar, pues Beomgyu resultaba ser alguien tan impresionante que no podía dejar de verle ni por un segundo. - ¿Yeonjun? - Insistió.
- Tan sólo... ¿hay algo que ellos no hagan bien? - El peliazul hizo un puchero. - Beomgyu-ah y Soobin son lejos lo mejor que he conocido, creo que ni siquiera debería tener el privilegio de verlos, no soy digno de este honor. - Exageró, cubriendo sus ojos con su antebrazo.
Taehyun hizo una mueca con los labios, girándose a ver al grupo que aparentemente por fin había terminado de jugar para dirigirse a los vestuarios. Huening Kai y Beomgyu continuaron jugando entre ellos y la boca del de cabello ceniza se abrió cuando el menor tiró de la playera del mayor para hacerle perder el balón, dejando a la luz su abdomen por un instante.
- Oh, mierda. - Se mordió la lengua. - Tienes razón, no veas esto. - Tomó a su mejor amigo por los hombros y lo giró hacia la salida. - Eres demasiado virgen para esto, Yeonjun.
- ¡¿Qué?! ¡¿Para qué?! ¡No soy virgen, déjame ver! - Pero era demasiado tarde, el abdomen del chico volvía a estar cubierto y Yeonjun no dejaba de preguntarse qué era lo que había visto Taehyun, pues la única imagen a metros de él era un castañito riendo a carcajadas mientras se divertía junto a su mejor amigo.
- Si quieres mi opinión... - El de cabello ceniza carraspeó, codeando al peliazul. - Ya que con el mayor no te resultó, deberías ir por el menor. Es lindo y... parece esconder buenas sorpresas.
- ¿De qué sorpresas hablas? - Choi lo miró, su ceño fruncido. Taehyun estaba sonriendo sugerentemente y él no tardó en gritar en respuesta. - ¡Tú, sucio! ¡¿Por qué estás teniendo pensamientos pecaminosos con mi ángel?! - Lo golpeó repetidamente en su brazo.
- ¡Maldición, hyung, que no es tu ángel! - Se cubrió, intentando impedir los golpes. - ¡Aunque podría serlo si me hicieras caso! - Insistió.
- ¡Ya! ¡Suficiente! Tengo que hablar con Lia, nos vemos al rato. - Les dio la espalda, alejándose.
- ¿No saludarás a tu ángel? - Se burló Kang.
- Está divirtiéndose con su amigo, ya déjenle en paz. - Y sin agregar más, se retiró para dejar a los bailarines solos.
- Hey, hyung... - El pelinegro le miró fugazmente, regresando su mirada a Kai Kamal Huening que reía felizmente junto al castaño. - Tú lo entiendes, ¿cierto?
- ¿El hecho de que necesitamos a Beomgyu en nuestro grupo? - El de cabello ceniza asintió, incluso si era consciente de que su amigo no le estaba mirando. - Sinceramente, Tae, yo creo que los dos podemos hacer un gran trabajo solos, pero ya que por mi culpa has terminado envuelto en esto y crees que sería bueno tener a alguien extra, pues... - Se encogió de hombros, una sonrisa alegre decorando su rostro. - Yo entretengo a Huening Kai y tú saltas sobre el niño, ¿está bien?
- Tú... sólo quieres acercarte por Huening, ¿no? - Pero Lee ni siquiera contestó, sino que rió divertido para luego salir corriendo en dirección del rubio. - Espero que él no muera joven o tendré que hacer esa presentación yo solo... - Farfulló, siguiendo rápidamente a su amigo.