Cuando Beomgyu recibió un mensaje de Taehyun durante clases anunciándole que esa misma tarde se juntarían para "conocerse un poco más" (puesto que ahora pasarían casi todas las tardes juntos), el menor sintió que era mil veces más tentador saltar por la ventana que acercarse a ese par de extraños chicos que el último tiempo no habían hecho más que acecharle a él y a su mejor amigo.
Quizás fue por eso que cuando Huening Kai se ofreció a acompañarlo, le dijo que se fuera directo a su casa porque definitivamente Lee Heseeung iba a lanzarse sobre él y el castañito quería ahorrarle ese tipo de disgustos. Grande fue su sorpresa cuando en la sala se encontró con una persona hasta cierto punto inesperada y sus mejillas se tiñeron de rojo ante su sola presencia.
Choi Yeonjun.
- Hey, Beomgyu. - Saludó, enseñando una gran sonrisa mientras caminaba hacia él. - Taehyun me informó que finalmente has accedido a participar de su número, espero que no te estés viendo forzado a hacerlo sólo porque él parecía no querer rendirse contigo.
- Que va... - El castañito intentó sonreír, dándole una fugaz mirada asesina al pelinegro mientras Yeonjun estaba distraído.
- ¿Entonces no ha sido un pesado contigo?
- Por supuesto que ha sido un pesado conmigo, hyung, tu amigo se ha aparecido incluso en mis pesadillas diciéndome "únete únete únete".
- Taehyun, ¿lo arrinconaste después de todo? - El más bajo negó con la cabeza enérgicamente, sonriendo con inocencia. Beomgyu, quien nuevamente lo miraba con odio, rápidamente dejó sus malos sentimientos en segundo plano cuando Choi se giró a verlo. - Son buenos chicos, lo juro, pondría mis manos al fuego por ellos. - Extendió una mano hacia él, acariciando sus cabellos. - Y si llegan a molestarte o algo, no dudes en decírmelo, ¿sí? Puedes contar conmigo. - Prometió.
Los ojos del menor brillaron ilusionados, quizás no era tan mala idea haberse unido a ese grupo de baile. Yeonjun seguía acariciando su cabello como si de un cachorrito se tratara y Heeseung y Taehyun, quienes se conservaban a una distancia prudente mientras discutían la importancia de su nuevo integrante, miraron con el ceño fruncido la sonrisa de niño tonto y enamorado de Choi Beomgyu.
- ¿Estás pensando lo mismo que yo? - El mayor enarcó sua cejas sugestivamente, una sonrisa luminosa delineándose en sus labios. - Su cara está diciendo "soy el chico más afortunado del mundo". - Rió por lo bajo, asegurándose de que el par no lo escuchara. - Irónico, ¿no crees? Yeonjun ha tragado libros como ninguno para que Choi mayor lo mire así y sin siquiera notarlo tiene a su hermano pequeño comiendo de su mano.
- ¿Deberíamos decirle a Yeonjun?
- No, no, chico tonto, Yeonjun todavía está en su burbuja. El niño saldría con su corazón roto y no sabemos si podremos darle un buen uso a alguien resentido.
- Hee, ¿te estás escuchando? Porque eso suena realmente diabólico, ¡no podemos manejar los sentimientos del resto a nuestro favor!
- ¿En serio? Porque mi sexto sentido no se cree que ese chiquillo haya aceptado unirse a nosotros por laa buenas, por lo que debiste recurrir al chantaje o algo por el estilo, ¿no? - Taehyun tiró del cuello de su camiseta, sacudiendo su cabeza.
- Nosotros... sólo estamos a mano ahora. - Musitó, viendo cómo Beomgyu escuchaba atentamente algo que le contaba Yeonjun. - No pretendo ser malo con él, Hee. - Ahora giró hacia su amigo, sintiéndose confuso al ver que este no sonreía, sino que miraba con expresión analítica al chico nuevo. - ¿Hee?
- Sólo... espero que no se parezca a su hermano.
- ¿Tienes algo contra Soobin? ¿O es porque él solía ser amigo de Kai Kamal Huening? - Rió suavemente, pinchando sus costillas con un dedo.
¿Y cómo no iba a ser gracioso todo eso? Sus amigos eran completamente extraños.
Yeonjun estaba celoso de Kai Kamal Huening por acaparar la atención de los hermanos Choi y ahora, Heeseung también estaba celoso porque los hermanos Choi acaparaban la atención de Kai Kamal Huening.
- No soy tan infantil.
- Estás celoso. - Canturreó.
- Pff... - Heeseung lo apartó, mirando directamente al menor. - ¡Hey, Beomjun! Deja de perder el tiempo y ven aquí, necesitamos saber qué tan bueno eres. - El castañito lo miró con desagrado antes de caminar al centro de la sala, Yeonjun se escabulló hasta el lado del pelinegro mientras que Taehyun elegía una canción.
- ¿Beomjun? ¿Por qué le dices Beomjun? - Cuestionó, no muy feliz con el apodo.
- Es su nombre.
- Su nombre es Beomgyu, Heeseung, no puedes reemplazar un nombre tan bonito por ese apodo tan feo. - El menor, quien se encontraba haciendo estiramientos, alzó la vista hacia el peliazul mientras sus mejillas se llenaban de un suave rubor.
¿Él lo estaba defendiendo? ¿De verdad lo hacía?
Quería decir algo, quería decirle que no era necesario que lo defendiera, que de todas formas aquel chico raro lo seguiría llamando con ese horrible apodo. No obstante, la música comenzó a sonar de repente y la mirada que le dio el pequeño chantajista fue suficiente para hacerle entender que era su turno para demostrar que realmente no se habían equivocado al desear que se uniera a ellos.
Los primeros segundos Beomgyu se limitó a mover su cabeza al ritmo de Rainism, pequeños pedazos de su memoria restaurándose y trayéndolo de regreso a aquellos días donde el baile lo era todo para él, cuando aún había cientos de cosas a las que aspiraba. Rió tontamente en su mente y bajó su mirada hacia el piso, el cual de repente lucía demasiado familiar al escenario de su secundaria donde solía presentarse.
Yeonjun lo miraba confundido, preguntándose por qué seguía inmóvil cuando hace sólo unos segundos parecía completamente seguro de sí mismo. Heeseung, un poco impaciente, estaba a punto de recordarle que la música estaba avanzando y que si necesitaba que empezaran de cero, lo mejor sería que lo dijera ahora en vez de simplemente quedarse de pie sin hacer nada. Sin embargo, Taehyun fue más rápido en darle un manotazo, diciéndole mediante aquel gesto que fuera paciente, porque se notaba a leguas que muchas cosas estaban pasando por la mente del castañito.