No Soy Un Ángel

Algo Extraño

Trazos, trazos y mas trazos... No tengo la menor idea de que es exactamente lo que quiero lograr, pero estoy demasiado concentrada en el dibujo frente a mí, que por un momento pareciese que el mundo a mi alrededor simplemente desaparece. Me dedico a dibujar diferentes líneas, hacer sombras, toques de luz y rellenar espacios, la verdad es que, el dibujo se me da bastante bien y es algo que realmente disfruto al hacer de esto mi pequeño mundo.

Estoy tan ensimismada que no noto el momento en el que Venus, me llama hasta que empieza a tocar mi hombro, agitándome un poco. La miro confundida y lo que hace es señalarme con su cabeza hacia al frente, y entonces vuelvo a la realidad.

Mierda.

-Lyra, puedes responder lo que acabo de preguntarte- dice el profesor mirándome fijamente.

Volteo hacia Venus buscando ayuda y veo que decide ignorarme deliberadamente, está conteniendo la risa, la conozco muy bien.

-Lo siento, podría repetirme la pregunta- hablo hacia el docente el cual enarca una ceja hacia mí.

-No es una clase de arte señorita, le aconsejo prestar mas atención sino quiere verme en recuperaciones al final del año. -dice para proseguir con la clase de matemáticas.

Suspiro ¡por supuesto que no quiero reprobar! es el profesor más estricto de la escuela y nunca he suspendido una materia, no empezare ahora. A mi izquierda noto como Venus suelta la risa que estaba reteniendo, entrecierro mis ojos hacia ella.

-Tu definitivamente vives en otro planeta.

- Seguro, por que entre tu y yo tu eres la más normal.

- Bueno, teniendo en cuenta que has vuelto a dibujar el mismo árbol de pesadilla sin saberlo, no puedes decirme nada.

Miro el dibujo, y efectivamente, he vuelto a realizar el mismo árbol seco lleno de ramales en tonos grises, a diferencia de muchos otros que he hecho, este solo me genera una cosa: soledad. Asi que no juzgo el nombre que le dio mi amiga, para mí también es “un árbol de pesadilla” Decido dejar el tema.

-Venus, tu a veces tienes tanta suerte de que te quiera- Digo en burla.

Sonríe.

-Lo sé- Me guiña un ojo.

Una vez terminan las clases, voy camino a mi casa. Luego de llegar, cambio mi uniforme, y empiezo a hacer mis deberes. Me topo con la hoja que contiene el dibujo del árbol y la guardo en el cajón de mi escritorio que contiene los otros que ya he hecho, es algo extraño el como he dibujado el mismo árbol cientos de veces, sin tener intenciones de hacerlo, con los mismos detalles que hacen que estos parezcan copias, quiero dejar el tema, todo tendrá una razón, capaz lo vi en alguna parte.

Venus piensa que tiene que ver con algo especial en mí, pero yo no le doy esa importancia. Ella es realmente cercana y la persona en quien más confío, será por su forma de ser tan peculiar pero extraordinaria. Es a quien puedes hablarle de locuras como viajes en el tiempo, en donde, ella empezara a armar sus propias teorías, no juzga, te alienta a que investigues y te expreses más. Ella es especial.

Mi madre entra en mi habitación sacándome de mis pensamientos, me avisa que es hora de comer, asiento para luego seguirla.

Luego de cenar, volví a mi habitación y simplemente me recosté en mi cama mirando el techo, me gusta contar las pequeñas rayas que hay en este, me relaja y me permite pensar. Desde este punto, pensarías que soy rara y la verdad creo que asi es, a mis dieciséis años, soy una autentica come libros al igual que Venus, no me gusta salir (aunque tampoco es que me lo permitan), hablo con pocas personas pues no me gusta mucho socializar, mi actividad en redes es nula y soy aplicada en la escuela. Un típico ejemplar cliché pensaras… pero a diferencia de muchos personajes que leo con este tipo de características, me enorgullece decir que tengo mi carácter y mi chispa especial.

Empiezo a sentir sueño, lo cual en mi podría verse como una especie de milagro, teniendo en cuenta que sufro de insomnio y para ello tengo medicación. Resultaba ansioso y un poco tedioso permanecer horas en la cama dando vueltas sin poder conciliar el sueño, al final, mis padres decidieron llevarme a un especialista el cual me médico, no me quejo, pero es algo que nadie sabe, salvo mi familia, ni siquiera Venus y mira que le cuento hasta cuando voy al baño a esa mujer.

No lucho contra ello, me envuelvo en la sabana y cierro mis ojos para luego quedarme dormida.

Despierto con una sensación extraña, no se cuanto he dormido, pero se sintió como si no hubieran pasado ni diez minutos desde que cerré mis ojos. Me levanto y noto como algunos de los bocetos que tenia pegados al cabecero de mi cama ahora están en la pared contraria, frunzo el ceño, no recuerdo haberlos cambiado de lugar.

Sin embargo, no le doy importancia. Me estiro y salgo de mi cuarto, bajo las escaleras y escucho ruidos en el primer piso… Llámenme loca, pero se oye como si hubiera todo un vecindario en la sala de estar de mi casa. Decido bajar cuidadosamente las escaleras, y podría jurar que la expresión en mi cara es todo un poema en este momento.

Me encuentro con todos mis compañeros de escuela, profesores y directivos de este básicamente ¡Reunidos en el primer piso de mi casa! Lo que no me explico es que hacen aquí, como es que derribaron los muros que separaban aproximadamente a toda una hilera de casas a partir de la mía haciendo que este lugar se vea excesivamente amplio, y porque demonios todos parecen tan consternados como si hubieran visto una masacre.

Salgo de mi asombro cuando una voz llama mi atención diciéndome.

- ¿Te sientes mejor ángel?




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